En su artículo para 'Global Research' el ex-militar estadounidense señaló que la estructura de la presencia militar en América Latina y el Caribe -el Comando Meridional- está vacía y, de hecho, queda solo el nombre por casi no tener emplazamientos militares en el hemisferio occidental al sur de EE.UU.
"Casi en cada país, el Gobierno ha expulsado a los militares estadounidenses o se ha negado a dejar regresar al lobo imperialista", escribe el analista.Acentuó que los esfuerzos de Washington para suprimir a las emergentes naciones latinoamericanas, como en el caso de Venezuela, solo llevan a la consolidación de los líderes de la región.
Según él, las "demasiadas invasiones del pasado han llegado a perseguir al Imperio, rechazado hoy en día".
"De hecho, se puede avistar con más frecuencia una presencia militar rusa en suelo latinoamericano o en las aguas sudamericanas que cualquier despliegue militar estadounidense", añadió.Además de Guantánamo y unas pocas pequeñas estaciones militares de monitoreo antidrogas o de emergencias, no existen bases militares activas de EE.UU. en Sudamérica, sostiene.
Comentario: Esto no significa que no exista una presencia militar en la zona, recordemos que Estados Unidos enviará a finales de este año 30.000 soldados a Peru:
"¿Por qué EE.UU. envía tropas a Perú?"
Las razones oficiales del Pentágono -la falta de suficientes amenazas, además de los recortes presupuestarios en el gasto militar- "parecen más bien una argumentación para salvar las apariencias".
"Las prometedoras naciones al sur de nuestra frontera han sido abatidas brutalmente durante más de un siglo por EE.UU. y ahora que están ganando el poder desarrollando lazos con Rusia y China, es el trabajo del karma, que está mordiendo al Imperio justo en el trasero", resumió Hagopian.
Comentario: Son tiempos interesantes, ya que, como dice el autor, podría significar un cambio en el balance de poder en la región, aunque tal vez Latinoamérica no debería moverse en la dirección de cambiar al "jefe" y simplemente reemplazar las fuerzas militares presentes en su territorio, tal vez latinoamérica debería empezar a pensar mucho más en unificarse como región y encontrar su propia fuerza.