La última amenaza de los mares no es el tiburón asesino, inmortalizado en la pantalla grande por Steven Spielberg. Sino la minúscula, virtualmente invisible, 'Vibrio vulnificus', una bacteria conocida como 'come carne'.
Imagen
No es una carne cualquiera sino humana y, en los que va de año ha habido 11 casos de infecciones que han dejado tres muertos en Florida y uno en Puerto Rico, un escenario terrorífico que ha llevado a las autoridades sanitarias del estado del sol a decretar una emergencia sanitaria y tiene a la industria turística sumamente preocupada.

Aunque los casos todavía son raros, la preocupación sanitaria crece por la dificultad que hay en curar a los pacientes que la hayan atrapado. La bacteria ingresa al cuerpo humano dentro del agua a través de la boca o heridas abiertas y sangrantes, por mínimas que sean.
"Hay que decir que es algo muy raro pero no deja de preocupar. La bacteria entra al sistema sanguíneo por ingestión o a través de una herida abierta y se atrapa en aguas calientes, de muy baja profundidad, sin gran movimiento"
Explica a ELMUNDO.es al médico Alejandro Moya.

La preocupación de las autoridades en Florida viene del hecho de que aquí se han registrado la mayoría de los casos. La península, principalmente toda su costa este, es una inmensa playa donde en los primeros metros de la costa el agua tiene muy poca profundidad, a veces ni siquiera 15 centímetros, la zona atraviesa uno de sus veranos más calurosos y la temperatura del mar ha subido.
"Si la temperatura baja un poco, la bacteria muere. Pero como el agua en la orilla suele tener una temperatura más elevada las posibilidades de contagio allí son enormes", explica la fuente.
A la bacteria se le dice popularmente 'come carne' por sus secuelas. Generalmente los primeros síntomas de contagio se manifiestan con ulceraciones en la piel, destrucción de tejidos y ampollas. Los médicos la atacan con antibióticos pero, muchas veces, en un intento de contener la enfermedad proceden a la amputación de partes del cuerpo, especialmente brazos y piernas.

Otra fuente de contagio, pero menos común, es a través de la ingesta de moluscos crudos ya contaminados con la bacteria, como ostras y almejas, muy populares en Florida. En este caso la infección se hace notar con síntomas de gastroenteritis, como el vómito, diarrea y dolor abdominal, indica el Departamento de Salud de Florida en un folleto especializado.

El folleto aconseja que en este verano sofocante antes de nadar en el mar hay que verificar si no se tiene una herida abierta por muy pequeña que sea, especialmente en los menores, que por veces se hieren jugando y tienen la tendencia a bañarse en las aguas cálidas y quietas de piscinas de arena construidas por sus padres.