Imagen
© Desconocido
La red de transporte público de Bruselas, que abarca las líneas de metro, tranvías y autobuses, ha quedado hoy totalmente paralizada por una huelga espontánea de sus trabajadores convocada tras sufrir anoche dos empleados del suburbano una nueva agresión, la segunda en los últimos días.

Todos los metros dejaron ya de circular la pasada noche después de que un pasajero asestara varios puñetazos a un conductor y al agente de seguridad que intervino para intentar ayudarlo en la estación Rey Balduino, donde se encuentra el célebre Atomium, según informa la agencia Belga.

Los hechos se produjeron hacia las 19.00 hora local (17.00 horas GMT) y, a las 20.30, ya no circulaba ningún convoy en lo que la dirección de la empresa de transporte de la capital, STIB, calificó de una "huelga general espontánea".

Los paros, sin servicios mínimos, se han mantenido esta mañana, y se han extendido a los autobuses y los tranvías, cuya jornada prevé "incierta" la portavoz de la STIB, An Van Hamme.

No obstante, Van Hamme aseguró que la dirección general "entiende" el paro espontáneo de los servicios iniciado ayer. La compañía ya tuvo anoche un primer encuentro con los sindicatos para abordar sus reivindicaciones de seguridad y, según Belga, volverán a reunirse a lo largo del día.

Para el sindicato CSC de los servicios públicos, la agresión sufrida ayer por sus trabajadores es la "enésima", lo que a su juicio demuestra que existe un "problema general de seguridad en los autobuses, tranvías y metros". "A veces, la seguridad no puede ser garantizada. Ésa es nuestra frustración", declaró el portavoz de CSC, Luk Smekens.

El paro en los servicios públicos de transporte ha hecho la hora punta en la capital belga aún más difícil y ha provocado más atascos en las carreteras de acceso. Ante la escasez de taxis, muchos bruselenses han escogido ir en bicicleta o andando hasta sus puestos de trabajo.