Traducido por el equipo de SOTT.net en español.

Mientras la mayoría de nosotros nos centramos en el fútbol, muchos medios de comunicación occidentales utilizaron las últimas semanas para promover su agenda de "temas". En medio de una ostentación de virtuosismo, los lectores están siendo engañados acerca de la composición del Equipo de Rusia.

russia world cup
© Carl Recine / ReutersLa alegría rusa: kryptonita para los rusófobos.
Antes de que un balón fuera pateado, se podría haber llenado un libro con ideas desagradables, odiosas, mezquinas y repugnantes sobre la Copa Mundial de la FIFA de este año. Desde las predicciones de que Rusia utilizaría productos químicos para ralentizar a los jugadores ingleses (BBC) hasta la comparación del evento con los Juegos Olímpicos de "Hitler" de 1936 por parte del ministro británico de Asuntos Exteriores, Boris Johnson.

Mientras que aquí la gente se ríe de este tipo de tonterías absurdas, otras formas de engaño invocan sentimientos de ira. Y una que molesta bastante a los rusos es la falsa representación de la supuesta uniformidad étnica dentro de su bando.

Dos medios de comunicación estadounidenses han difundido notoriamente su desinformación sobre el tema durante el mes pasado, Mother Jones y RFE/RL. El primer periodicucho digno de vergüenza ajena nos dijo que "la selección nacional rusa es demasiado rusa, que es una de las razones por las que será eliminada del Mundial". Por su parte, la emisora estatal estadounidense nos comentó el pasado fin de semana que "la selección rusa de la Copa del Mundo se burla de la multietnicidad vista en la selección suiza y en otros equipos".


Comentario: La mitad del equipo suizo es de origen albanés, de Kosovo, de la antigua Serbia y de la antigua Yugoslavia. Los periodistas y los grupos de reflexión estadounidenses están convirtiendo en una virtud el hecho de saquear los recursos de un país.


Una completa tontería. Pero primero, déjeme explicar la tesis de Mother Jones. El escritor, un tal Clint Hendler, parece estar sentenciando a Rusia por no tener suficientes jugadores negros. Y, como consecuencia, creyó (muy vergonzosamente) que "el Sbornaya (término con el que se conoce a la selección nacional) será derrotado en la primera fase de grupos, lo que supone una vergonzosa reprimenda a la actitud de aislamiento por parte de la nación respecto a lo que durante mucho tiempo ha sido un deporte muy global".

Elecciones nacionales

El intento de RFE/RL de reforzar la falsa narrativa llegó quince días más tarde, después de que Rusia derrotara a Egipto y a Arabia Saudita, frustrando las esperanzas de Mother Jones. En esta ocasión leemos que el equipo está notablemente "desprovisto de jugadores no rusos". Y la figura central que citan es nuestro viejo amigo Slava Malamud, quien a principios de este año aseguró a sus seguidores que la SKA de San Petersburgo [También conocido como el Club Deportivo del Ejército - NdT] ganaría el campeonato de hockey de la KHL [Liga Continetal de Hockey - NdT] porque eran "el equipo de [Vladimir] Putin, [y] éste es el año de elecciones de Putin". Por supuesto, el CSKA de Moscú los eliminó poco después y ellos, por su parte, fueron derrotados por el AK Bars de Kazán en la final.

Malamud menciona cómo "Peter Odemwingie -hijo de inmigrantes nigerianos nacidos y criados en Rusia- se negó a jugar para Rusia hace varios años, optando en su lugar por jugar para Nigeria". Pero esto no es cierto. Odemwingie nació en Uzbekistán cuando aún era una república soviética, antes de mudarse a Nigeria a la edad de dos años. Asistió a la escuela secundaria en Rusia durante un tiempo, pero comenzó su carrera profesional de fútbol en Nigeria con la compañía de seguros Bendel Insurance. Fue seleccionado a la edad de 21 años, lo que sugiere que las Súper Águilas lo atraparon antes de que apareciera en el radar ruso.

Por cierto, Odemwingie, que jugó durante tres temporadas en el Lokomotiv de Moscú antes de los 30 años, declaró recientemente que "el racismo en Rusia ha sido exagerado". El jugador aseguró que los aficionados que viajaran aquí para el campeonato cambiarían su opinión sobre el país: "En general, no existe tal problema [como el racismo] en Rusia", dijo a la agencia de noticias RIA Novosti. "Mucha gente vendrá al Mundial de Rusia. Sus percepciones han de cambiar. Se comunicarán con la gente y verán las cosas como realmente son".

Pero no espere leer sus puntos de vista en un sitio de noticias estadounidenses en un futuro cercano.


Comment: Ni tampoco en los británicos, que en las últimas semanas han estado exponiendo implacablemente a sus asombrados lectores que los rusos sólo están "siendo temporalmente amables porque Putin ha obligado a todos que lo sean...''.


Diversos pueblos

De todos modos, volvamos al punto original acerca del equipo ruso de la Copa Mundial que supuestamente es monoétnico. Aunque el Equipo de Rusia no es tan multiétnico como el de Francia, Suiza o Inglaterra, en realidad es uno de los equipos más diversos de la competición, y difícilmente tan uniforme como los de Japón, Irán o Senegal, por nombrar algunos.

Por ejemplo, el lateral derecho Mario Fernandes nació en Brasil y, tras cinco años en el CSKA de Moscú, se clasificó de acuerdo con las normas de residencia. Por su parte, el arquero Vladimir Gabulov y el centrocampista estrella Alan Dzagoev son osetios. Resulta que el director del equipo, Stanislav Cherchesov, es su compatriota.

El veterano central Sergey Ignasevich tiene raíces bielorrusas y chuvasias, mientras que el héroe goleador Artem Dzyuba se jacta de tener orígenes ucranianos y chuvasios. Además, el lateral Alexander Samedov tiene un padre azerbaiyano. De hecho, rechazó las súplicas de Bakú antes de declararse a favor de Rusia.

Daler Kuzyayev es de ascendencia tártara. Y luego está Denis Cheryshev, un héroe emergente en las últimas semanas, que creció en España y ha admitido sentirse más español que ruso.

Incluso entre los jugadores rusos eslavos, hay un tremendo rango geográfico. Yury Gazinsky proviene del territorio del extremo oriental de Khabarovsk, mientras que los gemelos Miranchuk, Anton y Aleksey, nacieron y se criaron en Kuban; es decir, sus ciudades natales están separadas por 9.300 km de carretera, o un viaje en tren de nueve días.

En Rusia hay casi 200 nacionalidades y 147 millones de personas, pero en el equipo sólo pueden participar 23 futbolistas. Sin embargo, es justo decir que la selección rusa es ampliamente representativa y no se limita a los rusos étnicos. De hecho, el equipo que se enfrentará a Croacia el sábado por la noche será mucho más diverso que sus rivales.

En este caso, está bastante claro que los medios de EE.UU. están analizando a Rusia desde la perspectiva de la migración occidental. Pero hace siglos, cuando las potencias de Europa Occidental estaban violando y saqueando el sur global, el imperio ruso estaba conquistando partes de Asia y el Cáucaso. En consecuencia, no es de extrañar que estas diferencias históricas se reflejen en el campo de fútbol.