El 3 de febrero de 1689 nació en Pasai San Pedro Blas de Lezo y Olabarrieta, el tercer hijo de Pedro y Agustina, una acomodada familia de la localidad entre cuyos antepasados se encontraban ilustres marinos. Muy pocos pasaitarras pudieron imaginar que Blas se convertiría en uno de los mejores estrategas de la armada española y en el almirante que derrotó a la siempre temida marina inglesa en Cartagena de Indias en 1741.
Blas de Lezo: El almirante de Pasaia que humilló a la armada inglesa
Tras realizar sus estudios en el Colegio de Francia, Blas de Lezo se enroló en la armada y fue destinado como guardiamarina al servicio de Luis Alejandro de Borbón, a la sazón conde de Toulouse, ya que España era aliado de Francia por aquel entonces.

Durante la Guerra de Sucesión, Blas de Lezo sirvió en diferentes navíos, siendo rápidamente promocionado por el gran valor demostrado en combate, a pesar de las terribles heridas que sufrió en batalla y que le dejaron tuerto, manco y cojo. Tras la contienda, se le confió el mando del buque Peibo del Primer Lanfranco cuya misión era escoltar a los convoys que viajaban desde España a América y limpiar las aguas del Mar Caribe de navíos corsarios.

En 1731, el marino fue nombrado jefe de la escuadra naval española del Mediterráneo y, en reconocimiento a los servicios prestados, se le concedió además lucir como estandarte de su capitana la bandera morada con el escudo de armas de Felipe IV. Destinado a Italia, se le encomendó cobrar los dos millones de pesos que la ciudad de Génova debía a la Hacienda española. Blas de Lezo amenazó con bombardear la ciudad si no se pagaba la deuda y, tras conseguir el cobro, exigió a la ciudad que realizasen un homenaje a la bandera española.

Seis años después, Blas de Lezo fue designado como comandante general de Cartagena de Indias, una de las ciudades coloniales que constituían uno de los principales centros españoles en América. Debido a las tensiones entre España e Inglaterra, el comandante Vernon fue nombrado como el jefe de una enorme flota compuesta por ciento ochenta barcos, treinta mil combatientes y más de dos mil cañones con el objetivo de sitiar y tomar la ciudad. Al mando de Blas de Lezo, se encontraban apenas tres mil soldados y unas pocas piezas artilleras para defendar Cartagena de Indias.

La confianza de los ingleses en su victoria fue tal que el gobierno de Londres ordenó acuñar una moneda conmemorativa de la victoria. Sin embargo, Vernon fracasó en su cometido y tuvo que retirarse el 20 de abril de 1741 tras sufrir un número descomunal de bajas que suponen una de las mayores derrotas sufridas por Inglaterra en su historia.

El almirante pasaitarra falleció en Cartagena de Indias a causa de unas fiebres el 7 de septiembre de ese mismo año. Todavía hoy se desconoce dónde fue enterrado. Tras su muerte, el rey Carlos III recompensó a su familia nombrando a su hijo Marqués de Ovieco en 1760. En Cartagena de Indias, Blas de Lezo está considerado como uno de sus más grandes héroes y es recordado con avenidas, plazas y barrios con su nombre. También se erigió una estatua frente al castillo de la ciudad. Este reconocimiento también se extiende a la armada española cuyo uno de sus buques de guerra siempre lleva su nombre. En la actualidad, este honor corresponde a la fragata F-103 Blas de Lezo. El ilustre marino pasaitarra también ha recibido el homenaje de su Gipuzkoa natal y cuenta con su correspondiente busto en la fachada principal del edificio de la Diputación Foral en San Sebastián. Su nombre también aparece en el callejero de diferentes localidades gipuzkoanas y, recientemente, el instituto nautico-pesquero de Pasaia ha sido renombrado como Blas de Lezo.