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Los mundurucus viven en el norte de Brasil.
Pruebas realizadas en una tribu del Amazonas, los mundurucu, indican que nuestras intuiciones respecto a la geometría son innatas.

Los científicos examinaron cómo los mudurucu conciben las líneas, los puntos y los ángulos, comparando los resultados con pruebas equivalentes hechas a escolares franceses y estadounidenses.

Y los mundurucu, que viven en el norte de Brasil, demostraron tener un entendimiento similar y, a veces, incluso superaron a los estudiantes en tareas relativas a formas sobre superficies esféricas.



El estudio, realizado por un equipo a cargo del doctor Pierre Pica, del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia, fue publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, de Estados Unidos.

Rudimentos

Los principios básicos de la geometría que la mayor parte de la gente conoce fueron establecidos por primera vez por el matemático griego Euclides, hace unos 2.300 años.

Su "geometría euclidiana" incluye proposiciones familiares tales como el hecho de que una línea sirve para conectar dos puntos, que los ángulos de un triángulo siempre suman lo mismo, o que dos líneas paralelas jamás se tocan.

Estas ideas están profundamente enraizadas en la educación formal. Pero lo que constituye materia de debate es establecer si la capacidad, o intuición, para la geometría está presente en todos los pueblos del planeta, sin importar su lenguaje o nivel de educación.

Con ese fin, Pierre Pica y sus colegas estudiaron a la tribu amazónica mundurucu para conocer sus habilidades para la geometría.

El doctor Pica le dijo a la BBC que "el lenguaje mundurucu contiene sólo números aproximados. No contiene muchos términos geométricos como cuadrado, triángulo o algo por el estilo, y no hay forma de decir que dos líneas son paralelas... parece que el lenguaje no posee este concepto".

Trampas

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Los mundurucus no tienen palabras para los conceptos de la geometría.
Pica y sus colegas trabajaron con 22 adultos y 8 niños entre los mundurucu, utilizando una serie de diálogos y presentándoles situaciones que desembocaban en preguntas sobre la geometría.

En vez de puntos abstractos en un plano, por ejemplo, el equipo les proponía dos aldeas en un mapa.

En Francia y Estados Unidos se les plantearon preguntas similares a 30 adultos y niños, algunos de ellos de hasta cinco años.

Las respuestas de los mundurucu a las preguntas fueron casi tan exactas como aquellas de franceses y estadounidenses.

Los mundurucu parecen tener una intuición sobre líneas y formas geométricas sin contar con educación formal o el vocabulario correspondiente.

"El asunto es determinar hasta dónde el conocimiento -en este caso, el de la geometría- depende del lenguaje", dice el doctor Pica.

"No parece haber una relación causal: se tiene el conocimiento de la geometría y no es porque se pueda expresar en el lenguaje".

Para más sorpresa, los mundurucu superaron a sus homólogos occidentales cuando las pruebas se trasladaron desde una superficie plana a una esférica (para la demostración, a los mundurucu se les ofreció una calabaza).

Por ejemplo, en una esfera, las líneas aparentemente paralelas se pueden cruzar, una proposición que los mundurucu adivinaron de manera más sólida que los encuestados franceses y estadounidenses.

Este ejemplo "no euclidiano" (en el que las reglas formales de la geometría, tal como muchas personas las aprenden, no se aplican), parece sugerir que nuestra educación en geometría en realidad nos puede inducir a error, dijo Pica.

"La enseñanza de la geometría euclidiana es tan fuerte que damos por sentado que se va a aplicar en todas partes, incluidas las superficies esféricas. Nuestra educación nos hace trampa y nos lleva a creer cosas que no son correctas", explicó.