La guerra comercial entre China y EE.UU. entra en una nueva fase. Pekín pasa por alto la última amenaza arancelaria de Trump y aboga por continuar los diálogos.

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China no considera una solución las amenazas de EE.UU. de aumentar aranceles para su guerra comercial con el gigante asiático. Pasa por alto estas amenazas y apuesta por continuar las negociaciones comerciales.

Sin embargo, el presidente estadounidense, Donald Trump, insiste en sus crítica a China, al decir que su país pierde miles de millones de dólares con Pekín. Prometió proteger el comercio de su país.

El domingo, Trump dio vueltas a la expectativa de un acuerdo entre los dos países y en dos tuits amenazó con aumentar los aranceles del 10 a 25 por ciento a los productos chinos valorados en 200 000 millones de dólares a partir del próximo viernes. La medida provocó reacciones negativas a nivel mundial.

En medio de las preocupaciones por los efectos negativos de la guerra comercial entre China y EE.UU., los analistas advierten a Trump de que el poder del mercado bursátil es mucho más que su Gobierno y que la economía estadounidense no quedará excluida de las consecuencias de la disputa comercial.

La undécima ronda de negociaciones entre China y EE.UU. se llevará a cabo a partir del 8 de mayo en el país norteamericano. Se trata de una de las últimas oportunidades para llegar a un acuerdo y evitar una recaída en una guerra comercial abierta.