Un enjambre sísmico de 2 mil 80 movimientos telúricos de magnitudes de entre 2.9 y 4.1, se ha registrado del 5 de enero al 4 de febrero en los volcanes Paricutín y Tancítaro, al norte de Uruapan, Michoacán. Ante ello más de 50 investigadores de diversas instituciones del país realizan los estudios para determinar qué provoca ese fenómeno, y si puede dar origen a un volcán o descartar esa posibilidad, dijo Hugo Delgado, director del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Erupción del Paricutín. R. García. 1943.
Erupción del Paricutín. R. García. 1943.
"Los fenómenos naturales de este tipo son complejos, y precisamente por eso es tan importante reconocer a qué tipo de fenómeno esta asociado. Aún cuando se puede identificar como un fenómeno magmático no forzosamente tiene que terminar en la formación de un volcán", especificó el científico.
En entrevista con MILENIO, el investigador pidió a la población que habita en aquella región mantener la calma, y comprender qué es lo que está ocurriendo en esa zona sísmica y con vulcanismo activo.

Explicó que un enjambre sísmico es una secuencia o serie de sismos que ocurren en una región específica, durante un periodo determinado y con magnitudes similares, debido a una serie de rompimientos de roca dentro de la corteza terrestre, asociado con fallas y fracturas y que ocurre a diferentes profundidades.
"Lo que está ocurriendo en Michoacán puede tener dos orígenes. Uno es el tectónico, es decir, una serie de fallas que se están reacomodando y que todos estos pequeños sismos responden a ese reacomodamiento de las rocas de la corteza. La otra posibilidad es que esté asociado con un fenómeno magmático, o sea, el ascenso de magma desde zonas profundas en su camino tratando de abrirse camino hacia la superficie y en esa posibilidad existen dos posibilidades también: una que no pase nada y otra que salga como un volcán", expresó.
Delgado Granados señaló que el enjambre está ocurriendo en un radio 50 kilómetros de diámetros, al noroeste de Uruapan, justo al oriente del volcán Paricutín, una zona muy amplia, por lo que se están realizando una serie de estudios para identificar donde está centrada la mayor cantidad de eventos y con ello tratar de identificar su origen.

El especialista añadió que hay vulcanólogos en este momento en el campo para que haya todo tipo de perspectivas y formas de estudiar el fenómeno y se están tratando de colocar sistemas GPS, "un magnetómetro, una serie de instrumentos que nos permitan dar una idea de lo que está sucediendo; hay personal del Instituto de Geofísica midiendo las emanaciones de gases del suelo, hay una serie de esfuerzos para poder determinar el origen del enjambre".