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El gobierno de Estados Unidos está desarrollando un "modelo a escala" de internet para llevar a cabo juegos de guerra cibernética y reforzar así sus defensas contra los ataques generados por computadoras.

Varias organizaciones, incluyendo la compañía de defensa Lockheed Martin, están trabajando en prototipos de lo que será un campo de entrenamiento virtual.

El nuevo sistema permitirá a los investigadores simular ciberataques de potencias extranjeras y de piratas informáticos con base en EE.UU.

El llamado Nacional Cyber Range (Cibercampo Nacional) está siendo supervisado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA, por sus siglas en inglés), responsable del desarrollo del precursor de internet en la década de los '60.

Cuando esté listo, servirá como un campo de pruebas de tecnologías ofensivas y defensivas, tales como los sistemas de protección de redes.

Con este internet a escala los investigadores podrán llevar a cabo experimentos en rápida sucesión, "en días en lugar de semanas, que es lo que sucede ahora", según le dijo a la agencia de noticias Reuters Eric Mazzacone, portavoz de la DARPA.

Mazzacone explicó que, a diferencia del internet real, el modelo a escala podrá ser reiniciado y reconfigurado tras cada prueba.

El cibercampo de entrenamiento está siendo desarrollado por Lockheed Martin y el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins.

Uno de los prototipos en los que se está trabajando podría empezar a probarse a fines de este año.

Ciberguerra

En los últimos años el Departamento de Defensa de EE.UU. ha destinado más de US$500 millones para desarrollar cibertecnologías.

En 2008, el ejército estadounidense fue víctima de un serio ciberataque cuando parte de su red fue infectada por un virus conocido comoagent.btz.

En mayo de 2009, el presidente Barack Obama aseguró que los ataques cibernéticos son una de las amenazas más serias que enfrenta su país.

Desde entonces, la Casa Blanca ha dicho ser víctima de diversos intentos de ataque originados en el extranjero.

La propia compañía Lockheed Martin fue objetivo de un ciberataque el mes pasado.

Hace unos días, el Pentágono anunció que los ataques cibernéticos podrían ser considerados como "actos de guerra".

"La respuesta a un cibertaque a EE.UU. no necesariamente tiene que ser cibernética. Todas las opciones apropiadas estarán sobre la mesa", dijo a los periodistas el portavoz del Pentágono, coronel Dave Lapan.

Según el periodista de la BBC Adam Brookes, una de las mayores dificultades a las que se enfrentan los responsables de redactar la doctrina estadounidense sobre la ciberguerra es el llamado "problema de atribución": cómo diferenciar entre un ataque llevado a cabo por piratas informáticos y un acto de guerra perpetrado por una nación extranjera.