Imagen
© Desconocido
Los médicos capitalinos deciden hoy las condiciones para trasladar a ocho de los sobrevivientes de un accidente aéreo en la república de Karelia, con saldo de 44 muertos, al desplomarse un TU-134 de la compañía Rusair.

Para la posible evacuación de los heridos, entre ellos el único menor sobreviviente que fue operado y siete en estado muy grave, fue enviado a la referida república un avión especial IL-76 del ministerio de Situaciones de Emergencia (MCHS).

La nave esta dotada con tres módulos de salvamento con capacidad para trasladar a 12 pacientes, además de llevar a bordo a 15 médicos.

El viceministro de Transporte Valeri Okulov y el jefe de Rosaviatsia, Alexander Neradko, viajaron a Petrozavodsk, capital de Karelia, cerca de cuyo aeropuerto Besovets, se estrelló el TU-134.

La nave aérea despegó a las 22:30 (hora de Moscú) de este lunes desde el capitalino aeropuerto Domodedovo y 15 minutos antes de su hora prevista de aterrizaje se desplomó a poco más de un kilómetro de la pista del Besovets, sobre la carretera Petrozavodsk-Suoyarbi.

De acuerdo con fuentes del MCHS, el avión dejó un surco de 150 metros en un boque, se dividió en varias partes y se incendió a apenas unos 20 metros de un poblado de casas de campo de la zona.

Los técnicos del Domodedovo aseguran que el avión fue inspeccionado antes de volar y no tenía ningún desperfecto, en tanto fuentes de la dirección de vuelos emitieron una versión sin confirmación oficial sobre la falta de alumbrado de la pista al producirse el aterrizaje.

En la zona se registró una espesa neblina en el momento del accidente, mientras el Comité de Investigación (SKRF) abrió un proceso judicial.

A la zona de la tragedia voló un avión de la compañía Rusair con los familiares de las víctimas de la catástrofe del TU-134, uno de los 852 aparatos producidos en total por la Unión Soviética desde 1963.