Traducido por el equipo de SOTT.net en español

El asalto sin precedentes al Capitolio de los EE.UU. el miércoles después de la Marcha pro-Trump para Salvar a Estados Unidos es una táctica clásica de revolución de color, aunque una que ha dividido a los estadounidenses como nunca antes sobre si este impresionante acontecimiento es un intento de golpe anticonstitucional por parte de los partidarios de Trump para ayudarle a aferrarse al poder en lugar de abdicar en dos semanas, o un movimiento legítimo de "Seguridad Democrática" por parte de personas con inclinación patriótica que quieren desesperadamente detener el robo e impedir que un dirigente ilegítimo se haga con el poder.
DC riots
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Revolución de color en la capital estadounidense

El mundo entero se conmocionó por el asalto sin precedentes al Capitolio de los EE.UU. el miércoles. Más temprano ese día, Trump dio un discurso entusiasta por más de una hora argumentando poderosamente que las elecciones le fueron robadas, pero que los políticos corruptos y los miembros débiles de su propio partido están dejando que los culpables se salgan con la suya. Sus partidarios lideraron la Marcha para Salvar a América, después de la cual asaltaron el edificio al estilo clásico de las revoluciones de colores. Los estadounidenses están ahora divididos como nunca antes sobre si este impresionante acontecimiento es un intento de golpe anticonstitucional por parte de los partidarios del actual presidente para ayudarle a aferrarse al poder en lugar de abdicar dentro de dos semanas, o un movimiento legítimo de "Seguridad Democrática" por parte de personas con inclinación patriótica que quieren desesperadamente detener el robo e impedir que un dirigente ilegítimo se haga con el poder. A fin de comprender mejor lo que está sucediendo, es preciso revisar la terminología pertinente, tras lo cual se examinarán detenidamente estos nuevos conceptos con miras a ayudar a todos a llegar independientemente a sus propias conclusiones sobre esta situación incipiente.

¿Qué es una revolución de color?

Las revoluciones de colores en su forma teóricamente más pura se refieren a la militarización política de los movimientos de protesta impulsados por la gente, mediante las cuales frecuentemente se persigue el cambio de régimen, pero también tienen el propósito de ajustar el régimen (concesiones) y reiniciar el régimen (reforma constitucional de gran alcance), así como reforzar el régimen, como podría decirse que es el caso de los eventos del miércoles. En la práctica, sin embargo, este término suele referirse a la provocación externa, la gestión y la orientación de este proceso, cuya mecánica básica expliqué en detalle en un análisis para el Centro de Estudios Sincréticos en diciembre de 2014 que debería ser revisado por aquellos que quieren obtener una comprensión más profunda de este concepto. Lo que está sucediendo en los EE.UU. en este momento, tanto en el último semestre con Antifa y Black Lives Matter (BLM), como en este momento en Washington DC, no tiene ninguna mano externa detrás, aunque el mencionado análisis hipervinculado sigue siendo muy relevante para explicar el concepto básico de organización en cuestión.

¿Qué son las guerras híbridas?

La Guerra No Convencional, mientras tanto, se refiere a actos de insurgencia, rebelión, terrorismo y otras formas de violencia irregular, exactamente del tipo que ha plagado a América desde el verano pasado. Yo describo la transición de las Revoluciones de Color a la Guerra No Convencional como Guerra Híbrida, aunque este último término tiene muchas otras aplicaciones también. De hecho, en 2015 incluso escribí un libro sobre este proceso en relación con Siria y Ucrania titulado "Guerras híbridas: El enfoque adaptativo indirecto al cambio de régimen", cuya versión digital puede adquirirse en Amazon o puede leerse gratuitamente en Oriental Review para los que no pueden permitirse el lujo de patrocinar mi trabajo. Fue publicado por la Universidad de la Amistad del Pueblo de Rusia (RUDN) y revisado por la Academia Diplomática Rusa. Además, mi trabajo fue citado dos veces por el Instituto de Defensa de la OTAN en la página 2 de su documento de investigación de noviembre de 2015 sobre "El renovado pensamiento militar de Rusia: Guerra No Lineal y Control Reflectivo" y en la página 10 de su libro de diciembre de 2015 sobre "La Respuesta de la OTAN a las Amenazas Híbridas".

La guerra híbrida del terror contra Estados Unidos

En otras palabras, con humildad, soy un experto reconocido mundialmente en este campo, aunque estoy en contra de los llamados "argumentos de autoridad" en el sentido de presionar a la gente a estar de acuerdo conmigo sólo por mis credenciales profesionales. Sólo menciono esto para demostrar que soy una fuente autorizada en el tema y que mis análisis deberían ser tomados en serio por todos, incluso si algunas personas no están de acuerdo con ellos. El pasado mes de junio, publiqué un artículo sobre cómo "La guerra híbrida del terror en Estados Unidos lleva décadas gestándose", en el que se exploraba cómo Antifa y BLM estaban siendo instrumentalizados para este propósito en todo Estados Unidos. Desde entonces, todo el mundo vio cómo muchas autoridades locales, estatales y federales (ya sean políticas o de seguridad) no se tomaban esta amenaza en serio. Los principales medios de comunicación y el partido demócrata incluso legitimaron activamente esta ola de crímenes a nivel nacional, atacando agresivamente a aquellos que la condenaron públicamente. Pero vaya que eso fue en última instancia contraproducente para su causa después de lo que pasó el miércoles en Washington DC.

¿Qué es la "Seguridad Democrática"?

Antes de abordar eso, es importante introducir mi concepto de "Seguridad Democrática", que revelé por primera vez al analizar los eventos de la revolución de color en la República de Macedonia en 2015, pero que luego elaboré con más detalle un año después en un extenso análisis sobre cómo "La técnica de la revolución de color no es únicamente buena o mala". Observé que esta técnica ha proliferado tan ampliamente desde que el difunto Gene Sharp abrió por primera vez la Caja de Pandora hace varios decenios que es inapropiado considerarla únicamente como una amenaza, ya que también podría utilizarse como una oportunidad si se aprovechan creativamente algunas de sus tácticas populares de protesta con el fin de reforzar el régimen (lo contrario del cambio de régimen). Luego compartí lo esencial de mi investigación sobre "Seguridad Democrática" con el gobierno ruso mientras hablaba en una mesa redonda de la Duma en mayo de 2016. El texto de mi discurso se publicó más tarde con el título "Guerras híbridas y seguridad democrática". Todo esto es importante para que el lector lo tenga en cuenta ahora que pasaremos a discutir el asalto al Capitolio de los EE.UU.

¿Qué pasó realmente en Washington DC?

Los demócratas y sus aliados de los medios de comunicación están convencidos de que lo que ocurrió el miércoles es un intento de golpe anticonstitucional, aunque yo sostengo que en realidad fue un ejercicio de "Seguridad Democrática". Trump exaltó a sus partidarios poco antes de que esos fatídicos eventos se desarrollaran recordándoles cómo les robaron las elecciones. No está claro si pretendía "incitar" la tormenta posterior como especulan sus oponentes, y más tarde tuiteó que todo el mundo debía permanecer en paz, pero sin embargo, al menos contribuyó sin querer a lo que ocurrió. Sus partidarios emplearon claramente las tácticas de la revolución de color, como el asalto a edificios y el uso estratégico de la violencia, para generar una atención instantánea a sus objetivos, pero lo hicieron con fines de reforzar el régimen, no de cambiarlo. Por lo tanto, esto lo convierte en el ejemplo más prominente del mundo hasta ahora de "Seguridad Democrática" en la práctica, exactamente como predije que sucedería en mi apelación justo después de la votación sobre cómo "Es hora de emplear estrategias de 'Seguridad Democrática' para #DetenerElRobo".

El doble rasero de los demócratas

En última instancia, depende de cada persona decidir cómo se siente con cada ejemplo de las revoluciones de color, las guerras híbridas y los ejercicios de "Seguridad Democrática". Como se mencionó anteriormente, los demócratas y los medios de comunicación legitimaron el empleo de tácticas de revolución del color mucho más destructivas y de mayor escala durante el último medio año bajo la bandera de Antifa y BLM, sin embargo, ahora han dado un giro de 180 grados y quieren que los estadounidenses condenen la expresión comparativamente más pacífica de estas tácticas, tal como la encarnan los partidarios de Trump que están llevando a cabo sus acciones con el propósito de "Seguridad Democrática". Eso sin mencionar su apasionado respaldo a la guerra híbrida del terror contra Siria, de casi un decenio de duración, así como a la ola de terrorismo urbano liderado por los ultranacionalistas en Ucrania hace siete años, que hoy en día se describe popularmente como "Euromaidán" (también conocida como la llamada "Revolución de la Dignidad"). Estos dobles estándares hablan de la inherente politización de las técnicas de la revolución de color.

Todo el mundo está utilizando técnicas de las revoluciones de color hoy en día

El panorama general consiste en cómo estas mismas técnicas han regresado al corazón de los Estados Unidos después de haber sido desatadas y expandidas con éxito en el extranjero durante las últimas décadas. Ya no son los demócratas los que emplean estas tácticas, sino los conservadores, aunque estos últimos están utilizando la variante más vanguardista de la "Seguridad Democrática" para reforzar el régimen. Esta dinámica complica enormemente la situación y aumenta inmensamente el riesgo de que estallen disturbios civiles más profundos en los EE.UU. en las próximas semanas. La reacción de los servicios de seguridad será reveladora en este sentido, ya que su supresión del ejercicio de "Seguridad Democrática" de los partidarios de Trump en Washington DC durante menos de un día, en contraste con su pasiva asistencia al cambio de régimen de los demócratas y el empleo de estas tácticas similares en todo el país durante un período de medio año de duración, hablaría de su apoyo tácito a estos últimos, añadiendo así credibilidad a las afirmaciones de que los enemigos de Trump en el "Estado profundo" siempre han estado realmente en su contra.

Pensamientos finales

En resumen, cada uno tiene derecho a su propia opinión sobre el empleo de las tácticas de la revolución de color por parte de los partidarios de Antifa-BLM y Trump para diferentes fines, pero todos los observadores honestos deben reconocer, sin embargo, que ambos están utilizando estas técnicas. Ignorar este hecho indiscutible sólo por los presuntos juicios de valor asociados a ese término y otros relacionados como el de Guerra Híbrida y "Seguridad Democrática" es la definición de deshonestidad. Es hora de que los estadounidenses debatan abiertamente la proliferación de las técnicas de la revolución de color en su sociedad y su creciente ubicuidad en el último medio año. Una vez que el genio legendario sale de la botella, es sumamente difícil volver a meterlo en ella a menos que se tome la decisión de recurrir de manera controvertida al uso sin precedentes de la fuerza e imponer restricciones de gran alcance a la sociedad, lo que a menudo tiene como consecuencia el fracaso, aunque lleve algún tiempo (de ahí el interés de "combatir el fuego con fuego" mediante métodos de "seguridad democrática"). Independientemente de las tendencias partidistas de cada uno, todo el mundo debería estar de acuerdo en que Estados Unidos está en crisis.