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Las lluvias, las altas temperaturas, pero sobre todo la negligencia humana, han permitido el florecer del mosquito Aedes aegypti en la provincia de Guantánamo, que despidió junio con reinfección en siete de sus 10 municipios.

La situación es crítica en los municipios de Guantánamo y Caimanera, con índices de infestación (relación matemática entre viviendas visitadas y larvas encontradas) de 0,66 y 0,32, respectivamente, superior al 0,05 tenido como seguro frente a la posibilidad de transmisión de dengue.

Maritza Rodríguez, responsable provincial del Programa de Vigilancia y Control del Aedes aegypti, precisó a la AIN que julio transcurre con indicadores elevados del vector, presente en 271 viviendas al terminar junio, muestra de la indolencia poblacional y de la mala calidad del trabajo antivectorial.

Ejemplificó que la mayoría de los focos larvarios son en tanques bajos y el perímetro hogareño, lo cual señala a la familia como negligente y criticó a los operarios antivectoriales porque el 36 por ciento de los hallazgos los protagonizaron los grupos de auditoria a la calidad de su trabajo, calificada de deficiente.

El mosquito revive con determinada fuerza también en los municipios de Niceto Pérez y Maisí, y presenta "credenciales en El Salvador, Baracoa y Manuel Tames, lo cual llama a reactivar el combate desde la más elemental e importante de sus acciones: el autofocal familiar y laboral.

Junto a acciones como la conclusión del proceso de idoneidad y desempeño; recalificación de los operarios y vinculación de los trabajadores a áreas urbanas fijas, se potencian los tratamientos dentro de la vivienda y extradomiciliares para neutralizar la pujante presencia del vector.

En mayo de 2009, el mosquito parecía derrotado en la provincia de Guantánamo y un mes después comenzó a dar batalla, manteniendo en jaque desde entonces al territorio más oriental de Cuba que -tras una etapa de relativo descanso en 2011- vuelve a dar señales de complicación.