Imagen
© Desconocido
Como la idea de comer alimentos mínimamente procesados ​​es cada vez más aceptado como un estilo de alimentación saludable, un montón de planes de dieta de este estilo son cada vez más populares.

El plan de dieta Paleo, es una dieta basada en el concepto de que un estilo de alimentación similar a la dieta cavernícola puede promover la pérdida de peso y mejorar la salud.

El vínculo entre los alimentos procesados ​​y varias enfermedades es cada vez más estrecho, según muchos científicos de hoy en día.

A medida que más investigaciones revelan los altos beneficios de comer alimentos cada vez menos procesados, muchos son los que optan por esta forma nueva de alimentos.

Este plan de dieta se centra en la promoción de los beneficios de la dieta paleolítica, el estilo de comer de nuestros antepasados ​​de la época de cazadores-recolectores. Como resultado, la dieta recomienda comer frutas y verduras frescas en su mayoría, los frutos secos y carne orgánica, excluyendo las patatas, legumbres, lácteos, café, alcohol, aceites refinados, azúcar y sal.

Los autores de este plan de dieta parecen promover la idea de que el desarrollo de la agricultura y la industria ha provocado un gran número de enfermedades de hoy en día.

Este plan de alimentación se considera una variación de la dieta de la dieta Atkins, que es esencialmente también una dieta alta en proteínas. A diferencia, la dieta de Atkins, donde las frutas están restringidas, esta dieta promueve un consumo moderado.

Comer alimentos orgánicos producidos localmente es también muy recomendable. Esta dieta sin gluten puede ser una buena opción para aquellos que sufren de la enfermedad celíaca. La dieta de los defensores de conseguir alrededor de 56-65% calorías diarias de alimentos animales, y 36-45% de alimentos de origen vegetal.

Sin embargo, este plan no requiere contar las calorías. Y debido a la elevada ingesta de proteínas y bajos niveles de energía no suele ser un problema. Las carnes a las brasas, pescados y huevos son los s principales fuentes de proteínas, mientras que los tomates, manzanas, fresas y peras se encuentran entre las opciones más populares en términos de alimentos de origen vegetal.

Los frutos secos, también son muy recomendables en esta dieta ya que proporcionan una gran cantidad de ácidos grasos esenciales, que son necesarios para el funcionamiento adecuado del cuerpo.

Los defensores de esta dieta creen que puede ayudar a prevenir las enfermedades modernas como la obesidad, presión arterial alta, cáncer de colon, la diabetes tipo 2 y la depresión.

Por otro lado, también hay muchas voces que son escépticas acerca de los conceptos de esta dieta. Uno de los argumentos principales es que es imposible saber exactamente lo que nuestros antepasados ​​comieron, de modo que los principios son altamente especulativas. Además, ya que elimina muchas fuentes populares de carbohidratos tales como pasta, pan y postres, esta dieta puede llegar a ser muy restrictivo para ciertas personas. Asi que si tienes en mente llevarlo a cabo trata de consultar previamente con tu médico.