Traducido por el equipo de Sott.net

Desde el 29 de mayo de 2022, el mal tiempo, con fuertes vientos, rayos y lluvias torrenciales, ha afectado a algunas zonas de Sri Lanka. Hasta el 2 de junio, una persona había muerto, más de 600 fueron evacuadas y 20.000 resultaron afectadas.
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El Centro de Gestión de Catástrofes (DMC) de Sri Lanka informó de la muerte de una persona a causa del mal tiempo en el distrito de Rathnapura, donde hay un total de 3.426 personas afectadas, 57 desplazadas y 74 viviendas dañadas.

Otros distritos afectados fueron Kegalle, Kandy, Kalutara, Gampaha (11.425 personas afectadas), Colombo (7.023 personas afectadas y 633 desplazadas) y Matara. Un total de 22.338 personas resultaron afectadas, 690 desplazadas y 174 viviendas dañadas.

En respuesta a las inundaciones en los distritos de Ratnapura y Kalutara, la Marina de Sri Lanka desplegó 13 equipos de socorro en las zonas de riesgo de inundación a partir del 1 de junio de 2022, para socorrer a las víctimas de las inundaciones y ayudar a las evacuaciones. Más recientemente se han producido inundaciones en zonas del distrito de Galle, y los equipos de la Marina se han desplegado en Thawalama, Hiniduma, Nagoda y Mapalagama.


Según el Departamento de Meteorología de Sri Lanka, en un periodo de 24 horas entre el 30 y el 31 de mayo, Yakkalamulla, en Galle, registró 192 mm de lluvia;

Megahathenna en Kalutara 132 mm; y Kiridiwela en Gampaha 130,5 mm. En 24 horas hasta el 1 de junio, cayeron 130,4 mm de lluvia en Warakapola.

El país también sufrió un periodo de mal tiempo del 13 al 17 de Nay 2022, que afectó a algunas de las mismas zonas. Hasta el 16 de mayo, la DMC informaba de 7.337 personas afectadas y 203 viviendas dañadas. En la división de Rathnapura se crearon ocho centros de evacuación, que albergaban a 209 personas hasta el 16 de mayo. En Madampe se registraron 190 mm de lluvia en 24 horas hasta el 15 de mayo.

El mal tiempo llega en un momento de crisis económica y política en el país. La población se enfrenta a una grave escasez de productos de primera necesidad, como el combustible y las medicinas, tras la depreciación de la moneda de Sri Lanka y el aumento de la inflación. Algunas personas han salido a la calle para protestar. El 28 de mayo, la policía de Sri Lanka disparó proyectiles de gas lacrimógeno y cañones de agua para dispersar a miles de estudiantes que se manifestaban frente a la oficina del presidente en Colombo exigiendo la dimisión del presidente del país.