En el momento en que el último aliento de Kissinger abandonó su cadáver, los comentaristas de los medios de comunicación no perdieron tiempo en lanzarse, ya fuera cantando canciones de alabanza servil sobre el "gran estadista liberal" por un lado o componiendo críticas devastadoras sobre el reguero de lágrimas manchado de sangre que el legado de Kissinger dejó en el mundo.
Hablando sobre el futuro de Israel en 2012, Kissinger envió ondas expansivas de confusión a través del mundo cuando dijo: "en 10 años, no habrá más Israel."
¿Por qué Kissinger, un hombre que dedicó una parte tan importante de su vida a la causa del sionismo, creería con certeza que Israel ya no existiría en 10 años? ¿Qué se suponía que iba a ocurrir bajo un régimen de Hillary Clinton que habría dado lugar a que la predicción de Kissinger se cumpliera en 2022?
¿No quería Kissinger la estabilidad en Oriente Medio de la que tan a menudo hablaba?
Su aparente doble apoyo a la potenciación sionista, por un lado, y su creencia en la inminente destrucción de Israel, por otro, no es un fallo en la matriz ni una contradicción en el pensamiento de Sir Kissinger. Más bien, representa las dos caras de un mismo programa sangriento que, en última instancia, implica purgar Tierra Santa tanto de judíos como de árabes.
Dado que la opinión de Kissinger de 2012 proporcionó una grieta tan importante e irónica en la maquinaria de la oligarquía, me gustaría tomarme un momento para invitaros a uniros a mí mientras echamos un vistazo a través de esta grieta a una historia que puede llevarnos tan atrás como a Babilonia...
El "Gran Israel" como proyecto imperial británico
En 1914, el hombre que más tarde se convirtió en el primer presidente de Israel, Chaim Weizman, declaró:"Si Palestina cayera dentro de la esfera de influencia británica, y si Gran Bretaña fomentara un asentamiento judío allí, como una dependencia británica, podríamos tener en 20 o 30 años un millón de judíos allí, tal vez más... formarían una guardia muy eficaz para el Canal de Suez".
Estas palabras indicaban un valor profundamente infravalorado que los principales sionistas judíos tenían para los planes del imperio británico de control mundial hace más de un siglo; estos sionistas creían que el imperio podía impulsar sus propios planes de un Estado judío. El proyecto sionista de Lord Shaftesbury se lanzó en 1839, el Imperio Británico creó el Fondo para la Exploración de Palestina en 1865, y el fundador del sionismo moderno, Theodor Herzl, se unió a la causa de convencer a los judíos del mundo de que vivieran en el desierto, pero a menudo se ignora el papel de la mano oculta de la inteligencia británica en la configuración del Estado de Israel, así como del fascismo internacional en general[1].
No fue ignorado por Sir Winston Churchill, entonces Lord del Almirantazgo británico durante la Primera Guerra Mundial. Escribió enérgicamente sobre la conspiración judía internacional para apoderarse del mundo, por un lado, pero también habló con orgullo del sionismo, diciendo en 1917: "Si, como puede suceder, se creara en nuestra propia vida a orillas del Jordán un Estado judío bajo la protección de la corona británica... estaría especialmente en armonía con los verdaderos intereses del Imperio Británico".
Aunque no se puede decir que Churchill fuera partidario del nacionalsocialismo de Hitler, hasta 1935 proclamó en voz alta su admiración por él y también habló con cariño de los Camisas Negras de Mussolini. Churchill fue también un racista desenfrenado que presidió el exterminio masivo de las "razas inferiores", como se vio en la controlada hambruna de Bengala (que mató a tres millones de indios) en 1943. Como la mayoría de los otros líderes dominantes de la Mesa Redonda de Gran Bretaña en esta época, Churchill era un "socialista imperial", que siempre ha estado en el corazón del fascismo del siglo XX.
Sin la fuerza de numerosos fascistas antisemitas a lo largo de los dos últimos siglos, el sionismo nunca habría sido posible.
Tomemos como ejemplo el caso de Lord Arthur Balfour, uno de los principales estrategas del Grupo de la Mesa Redonda Rhodes-Milner. Balfour fue coautor de los Acuerdos de Balfour en 1917 junto con Leo Amery, Lord Milner y Walter Rothschild. No debería sorprender a nadie saber que, al igual que Churchill, Lord Balfour era también un devoto supremacista blanco, sionista y partidario del fascismo. El Primer Ministro Lloyd George, que supervisó el proyecto en esa época, era un ardiente socialimperialista (también conocido como fascista internacional) que elogiaba abiertamente el nazismo junto a otro miembro de la realeza pronazi llamado Rey Eduardo VIII.
© UnknownZe'ev (Zeev) Jabotinsky
Amery declaró sobre su peculiar religión: "El Imperio no es algo externo a la nación británica. Es algo así como el Reino de los Cielos dentro de nosotros mismos" (téngase en cuenta que el término "Reino de los Cielos" era el nombre del Reino Templario de Jerusalén, que desempeñará un papel más importante en esta historia).
Tras liderar la aprobación de leyes de inmigración antijudías en Inglaterra en 1905, que impedían a los judíos rusos perseguidos llegar al Reino Unido, Balfour escribió en 1919 que el sionismo "mitigaría las miserias de siglos creadas para la civilización occidental por la presencia en su seno de un Cuerpo al que durante mucho tiempo consideró ajeno e incluso hostil, pero al que fue igualmente incapaz de expulsar o absorber".
Balfour vio la creación de Israel como una piedra que podía matar dos pájaros al (1) proporcionar una excusa para purgar a los judíos de Europa y (2) crear un arma perfecta para la desestabilización en el eje geopolítico del corazón de Halford Mackinder y el cruce de todas las principales fuerzas civilizatorias de la tierra.
Las rutas comerciales de la Ruta de la Seda de la dinastía Han volvieron a resurgir bajo la dinastía Tang y han desempeñado históricamente un papel fundamental en el trastorno de los sistemas de imperio global al fomentar el comercio, la cooperación y el entendimiento en torno a diversas culturas (en oposición a la agenda de las Cruzadas que ha promovido ideologías de "choque de civilizaciones").
"Deberíamos formar allí una parte del muro de Europa contra Asia, un puesto de avanzada de la civilización frente a la barbarie. Como Estado neutral, deberíamos permanecer en contacto con toda Europa, que tendría que garantizar nuestra existencia".Herzl tenía claro que, al igual que sus patrocinadores británicos imperiales (y típicamente antisemitas profascistas), imaginaba que las fronteras de Israel se extenderían "desde el Arroyo de Egipto hasta el Éufrates".
La revisión gnóstica del cristianismo de los Hermanos de Plymouth
Los Hermanos de Plymouth eran una secta gnóstica de pseudocristianos fundada en 1829 por un agente de la Compañía Británica de las Indias Orientales llamado Anthony Norris Groves. Groves fue enviado al Imperio Otomano y luego a la India en 1830 como orientalista dedicado a reclutar a jóvenes elitistas para formarlos en universidades británicas mientras realizaba espionaje bajo la bandera de la labor misionera cristiana. A Groves pronto se le unió John Nelson Darby (ahijado del almirante Horatio Nelson y padre de la teología moderna del rapto).
Darby, que se consideraba a sí mismo un profeta, realizó seis giras por EEUU sembrando su doctrina en docenas de cultos gnósticos. Cada uno enseñaba a sus seguidores a interpretar la profecía bíblica de la misma manera. Obviamente, esto requería enviar a todos los judíos a Palestina, momento en el que se produciría un "rapto secreto" para los creyentes, seguido de un infierno de dolor para los paganos a los que se dejaría arder bajo el fuego de la guerra global y el anticristo.
Por supuesto, en 1856, los dones proféticos de Darby le enseñaron que Rusia — entonces la némesis dominante de Gran Bretaña después de EEUU — era el anticristo y que la Guerra Civil era una señal del Fin de los Tiempos. Darby llegó a animar a sus seguidores estadounidenses a no luchar para salvar la unión, ya que eso iría en contra de la voluntad de Dios (hacer estallar el universo). En su lugar, creía que debían esperar como buenas ovejas pasivas en lo alto de sus graneros a ser transportadas al cielo.
Entre los movimientos cristianos estadounidenses influidos (e incluso creados por Darby y la secta de los Hermanos de Plymouth), tenemos a Cyrus Scofield. Su biblia de referencia de 1909 se convirtió en la más popular de EEUU durante el siglo XX y se basó en gran medida en las obras de Darby.
La influencia de Darby también se aprecia en la obra de Charles Fox Parham (fundador del pentecostalismo), George Pember (creador de la interpretación de la demonología de los "Nefilim caídos" que ahora propone el movimiento de revelación de extraterrestres), Dwight Lyman Moody (fundador del Moody Bible College) y James Hall Brookes (padre fundador y presidente de la Conferencia Bíblica de Niágara, que ayudó a difundir el dispensacionalismo por América).
De hecho, todo el movimiento sionista cristiano de predicadores belicistas, sanadores de la fe y amantes del rapto, desde John Hagee hasta Benny Hinn y Pat Robertson, se asientan sobre cimientos creados por los Hermanos de Plymouth de Darby, no sobre la Biblia.
Las Conferencias sobre Profecía de Albury de 1826
Los Hermanos de Plymouth emergieron a la escena en tándem con una estrecha red de operativos de inteligencia anglicanos y jesuitas que operaban bajo el liderazgo de (1) Henry Drummond (financiero y cofundador de la Iglesia Nueva Apostólica fundada en 1834), (2) Lord Anthony Ashley Cooper, el 7º Conde de Shaftesbury, y (3) John Nelson Darby (fundador de los "Hermanos Exclusivistas" de los Hermanos de Plymouth y líder de la secta).
En estas conferencias, supervisadas por Drummond en una vasta finca que adquirió con 70 habitaciones en Surrey, Inglaterra, participaron figuras destacadas de la intelectualidad gnóstica londinense. Esto incluía a los ocultistas Robert Haldane y Sir Thomas Carlyle, los cuales se convirtieron en 12 "apóstoles-profetas" de la Iglesia Católica Nueva Apostólica creada por Drummond y George Irving en 1830.
Las Conferencias de Albury surgieron a raíz del redescubrimiento de los escritos del influyente jesuita Francisco Ribera (1537-1591) de Salamanca, que desempeñó un papel fundamental en el Concilio de Trento de 1545, que aseguró guerras interminables entre católicos y protestantes. A este concilio y a sus controladores jesuitas se les llama a veces "la contrarreforma".
Un juego de manos jesuita prepara el terreno para el sionismo
La principal tarea de Ribera era crear un argumento intelectual en oposición a la afirmación protestante de que el fin de los tiempos era ahora (es decir, 1545) y que la Ramera de Babilonia descrita en el Apocalipsis era la Iglesia católica. La solución de Ribera era sencilla: argumentar por qué los acontecimientos del Apocalipsis no se situaban ni en el presente ni en el pasado (la mayoría de los cristianos de la época creía que el tema de la "Ramera de Babilonia" era la Roma de Nerón). Más bien, argumentaba, que iban a tener lugar en algún momento distante en el futuro.
El gran estratega jesuita y verdadero padre del sionismo cristiano Francisco Ribera (1537-1591). Obsérvese la cruz templaria. Esto tendrá más sentido luego.
Además, en su tratado de 500 páginas In Sacrum Beati Ioannis Apostoli et Evangelistiae Apocalypsin Commentari (Comentario al Libro Sagrado del Beato Apóstol Juan y al Apocalipsis del Evangelio), Ribera explicó que las señales del fin de los tiempos sólo ocurrirían cuando se reconstruyera el templo de Salomón, destruido en el año 70 de la era cristiana durante la primera guerra judeo-romana (lo que implicaba además la restauración de los judíos a su patria). Los escritos de Ribera llegaron a ser conocidos como la Escuela Futurista del Dispensacionalismo Premilenial, de la cual surgieron tales perversiones modernas del Sionismo-Cristiano, la teología del Rapto y la diversa gama de Cultistas del Fin de los Tiempos de marcas cristianas y judías en nuestra era moderna.
A principios del siglo XVII, los escritos de Ribera habían caído en el olvido. Sólo fueron redescubiertos cuando S.R. Maitland (Guardián de Manuscritos del Arzobispo de Canterbury) se encontró trabajando en los archivos del Vaticano. Maitland creía que los conceptos jesuíticos eran revolucionarios, y le inspiraron para escribir libros sobre el anticristo y el fin de los tiempos en forma de Una investigación sobre los fundamentos del periodo profético en Daniel y San Juan (1826), Una segunda investigación (1829) y Un intento de dilucidar las profecías sobre el anticristo (1830).
Quizá lo más importante es que la escatología de Ribera se prestaba a los objetivos geopolíticos de un Imperio Británico que luchaba por (1) impedir la propagación de movimientos independentistas por todo el mundo que siguieran el ejemplo de Estados Unidos y (2) mantener un sistema de esclavitud global con India, Rusia, Egipto, China y el Imperio Otomano como objetivos principales.
El peligro obvio de la renovación de las rutas de cooperación de la Ruta de la Seda que conectan estos antiguos estados civilizatorios sería un desastre para las ambiciones del Imperio Británico de convertirse en un Nuevo Imperio Romano que retuviera el control a través de tácticas de dividir para conquistar.
El fraude cabalístico de las sectas apostólicas del fin de los tiempos
Haciéndose eco de una "doctrina secreta" gnóstica similar que era paralela a las tradiciones cabalísticas de la Torá "exotérica" (pública) y la Torá esotérica (oculta y oral), estos autoproclamados "apóstoles" afirmaban poseer dones proféticos y que podían interactuar con los ángeles y con Jesús a través de lo que llamaban "el espíritu santo" (una práctica que comúnmente implicaba entrar en trances autoinducidos y hablar en galimatías y lenguas incontroladas).
Docenas de cultos del Fin de los Tiempos se escindieron de esta fuente. Varios profetas como Edward Irving (fundador de los Irvingitas), John Dowie (fundador de Sion Illinois), John Darby (fundador de los Hermanos Exclusivistas), Charles Parham (fundador del Pentecostalismo), Joseph Smith de los Mormones, y Dwight L. Moody (fundador del Moody Bible College) crearon sociedades ocultistas disfrazadas de movimientos "cristianos".
El hilo que unía a estas nuevas sectas tendía a girar en torno a (1) las interpretaciones del rapto de la Biblia, (2) la restauración de los judíos en Tierra Santa y, en la mayoría de los casos, (3) la reconstrucción del Templo de Salomón.
Si estas acciones ocurrieran, según enseñaban aquellos con "conocimientos gnósticos especiales", se invocaría el apocalíptico Fin de los Tiempos. Los orígenes duales del sionismo cristiano y la teología del rapto del Fin de los Tiempos se encuentran aquí, no en la Biblia.
El fraude del israelismo británico
También es digno de mención que muchos de estos creadores de cultos "apostólicos" también eran devotos del "israelismo británico", que afirmaba que las 10 tribus perdidas de Israel en realidad se establecieron en Gran Bretaña, y que la familia real británica descendía directamente de la Casa de David: los "hijos secretos" de Jesús y María Magdalena. Películas como La última tentación de Cristo, de Martin Scorsese, y el popular libro Holy Blood Holy Grail (El Enigma sagrado) convirtieron estas creencias reales de la oligarquía en artículos de mitología popular en las mentes de los consumidores plebeyos.
La mayoría de la gente que vio al rey Carlos III rociado con agua del río Jordán durante su coronación no tenía ni idea del demencial simbolismo que se estaba produciendo. En la mente de Carlos y de la amplia oligarquía que representa, este ritual simboliza a Carlos como heredero de sangre al trono del propio Cristo. La elección de llevar un globo terráqueo metálico y una cruz que simbolizan su derecho divino a gobernar todo el mundo como prima inter pares (primero entre iguales) — un símbolo del Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico — tampoco debe pasarse por alto (véase la imagen de abajo).
© Ben Stansall/APLa coronación del rey Carlos, el 6 de mayo de 2023
La lógica del uso del sionismo por Inglaterra
En enero de 1839, Lord Anthony Ashley Cooper escribió un artículo en el London Quarterly Review comúnmente referido como el primer llamado público para la restauración de los judíos en Palestina:
"El suelo y el clima de Palestina se adaptan singularmente al crecimiento de la producción requerida por las exigencias de Gran Bretaña; el algodón más fino puede obtenerse en abundancia casi ilimitada; la seda y la rubia son el alimento básico del país, y el aceite de oliva es ahora, como siempre lo fue, la grasa misma de la tierra. Sólo se requiere capital y habilidad: la presencia de un oficial británico, y la mayor seguridad de la propiedad que su presencia conferirá, puede invitarlos desde estas islas al cultivo de Palestina; y los judíos, que se dedicarán a la agricultura en ninguna otra tierra, habiendo encontrado, en el cónsul inglés, un mediador entre su pueblo y el Pasha, probablemente regresarán en mayor número, y se convertirán una vez más en los agricultores de Judea y Galilea" (citado en Allies for Armageddon, Victoria Clark, pág. 67).En 1840, Lord Palmerston (primo de Lord Cooper y Ministro de Asuntos Exteriores británico) se hizo eco de esta perspectiva protosionista en una carta al embajador británico en Constantinopla:
"Existe en la actualidad entre los judíos dispersos por Europa una fuerte noción de que se aproxima el momento en que su nación regrese a Palestina... Sería de manifiesta importancia para el Sultán animar a los judíos a regresar y establecerse en Palestina... Tengo que instruir a Vuestra Excelencia para que recomiende que se aliente a los judíos de Europa a regresar a Palestina".En 1853, Shaftesbury escribió al entonces primer ministro Aberdeen describiendo Siria como "un país sin nación, que debería equipararse a una nación sin país... ¿Existe tal cosa? Por supuesto que sí. Los antiguos y legítimos señores del suelo, ¡los judíos!".
Shaftesbury reconoció la necesidad de cartografiar Palestina (lo que también implicaba encontrar la ubicación del Templo de Salomón) para preparar este vasto proyecto. Con este fin, trabajó en estrecha colaboración con su primo Lord Palmerston y el Príncipe de Gales (más tarde Rey Eduardo VII) para crear el Fondo para la Exploración de Palestina en 1865.
Templarios, Mitra y las raíces del Fondo para la Exploración de Palestina
Este proyecto se había puesto en marcha un poco antes, cuando en 1862, el hijo de la reina Victoria, el príncipe Eduardo Alberto, dirigió una expedición a Palestina. El primer secretario del Fondo para la Exploración de Palestina (PEF), Walter Besant, describió la importancia de la aventura del Rey a Tierra Santa en su obra Twenty-One Years Work in the Holy Land (Veintiún años de trabajo en Tierra Santa,1886):
"Hasta ahora había faltado la oportunidad para una investigación tan sistemática. Ahora parece haber llegado. La visita de S.A.R. el Príncipe de Gales a la mezquita de Hebrón ha derribado la barrera que durante siglos obstruyó la entrada de los cristianos al más venerable de los santuarios de Palestina, y puede decirse que ha abierto toda Siria a la investigación cristiana".El hecho de que Walter Besant, del Fondo para la Expedición Palestina, fuera cuñado de Annie Besant, líder del movimiento teosófico internacional, debería hacer saltar algunas alarmas, ya que se ha observado que John Nelson Darby infundió en sus traducciones de la Biblia lenguaje y términos que sólo utilizaban los teósofos.
Antes del viaje del Príncipe Eduardo Alberto, el último miembro de la realeza que pisó Jerusalén fue el Rey Ricardo Corazón de León en 1192 CE durante la 3ª Cruzada supervisada por los Templarios.
El príncipe Eduardo Alberto
De hecho, el Reino de Jerusalén, que reinó entre 1099 y 1291, fue gestionado con frecuencia por los templarios y se extendió ampliamente durante varias sangrientas Cruzadas contra los musulmanes. Aquí puede verse una animación del Reino:
La bandera del Reino puede verse aquí:
El Reino de Jerusalén, que reinó entre 1099 y 1291
Según el sitio web de la secta, la Caballería del Santo Sepulcro se dedica a la "fidelidad absoluta a los Papas" y busca "sostener y ayudar... a la Iglesia Católica en Tierra Santa". Al estilo francmasónico, la Orden se organiza en torno a un Gran Maestre y una cadena de mando de obediencia que desciende hasta los grados inferiores.
Abajo, se puede ver un ritual de Viernes Santo celebrado por un grupo de Caballeros del Sepulcro en Bolivia. Estoy seguro de que las similitudes con el KKK (que surgió de los Caballeros Masónicos del Círculo Dorado que casi se convirtieron en el centro ocultista de Norteamérica bajo el mando de Albert Pike en el siglo XIX) son una completa coincidencia.
Caballeros del Sepulcro, Bolivia
Esta orden pasó a denominarse Orden Franciscana Menor y eligió para sí un emblema muy peculiar.
Emblema de la Orden Franciscana Menor
© Google Maps
Otros objetivos de la logia y del Fondo para la Exploración Palestina eran localizar el Arca de la Alianza y el Santo Grial. Los beneficios geopolíticos de cartografiar Oriente Próximo para el Alto Mando británico (así como de trazar las relaciones tribales de los árabes que vivían allí bajo la manipulación de los orientalistas británicos) eran evidentes.
En 1886, Sir Charles Warren fue nombrado comisario jefe de la Policía Metropolitana, donde se le asignó la protección del Príncipe de Gales del asesinato ritual de prostitutas por todo Londres en un famoso caso sin resolver llamado "Jack el Destripador". Warren trabajó con el miembro de los Hermanos de Plymouth Sir Robert Anderson, jefe de Scotland Yard, para sabotear la investigación del asesinato ritual masónico de prostitutas por todo Londres. Lo más probable es que estos asesinatos se produjeran a manos del hijo mayor del príncipe Alberto Eduardo, el príncipe Alberto Víctor. La película de Hollywood de 2001 Desde el infierno, protagonizada por Johny Depp, no fue más que una de las muchas películas que banalizaron este grotesco capítulo de la historia en forma de entretenimiento popular.
Los Hermanos de Plymouth provocan incendios religiosos
Otro cultista de los Hermanos de Plymouth desempeñó un papel importante en la Palestina del Mandato Británico. El coronel Charles Wingate era una figura destacada de la secta de Darby y se aseguró de que su hijo, el coronel Orde Wingate, siguiera los pasos de su padre como imperialista desviado y sionista cristiano.
Orde Wingate colaboró estrechamente con Christopher Sykes (hijo de Mark Sykes, de Sykes-Picot) y fue enviado a la Palestina del Mandato Británico en 1935 para entrenar a grupos paramilitares sionistas. Creó una red de "Escuadrones Nocturnos" de élite que trabajaban en tándem con el grupo paramilitar Haganá de Jabotinsky.
Como demuestra el trabajo pionero de Steven P. Meyer, Vladimir Jabotinsky era un activo de la inteligencia británica procedente de Ucrania que fue preparado en la operación francmasónica de los Jóvenes Turcos puesta en marcha por Lord Palmerston y Giuseppe Mazzini en la década de 1840. Era un judío admirador del fascismo al que el primer primer ministro de Israel, David Ben-Gurion, llamaba "Vladimir Hitler" por su adopción de las prácticas nazis y su actitud etnonacionalista rabiosamente racista.
En una carta a su primo, Orde escribió:
"Los judíos son leales al Imperio... Palestina es esencial para nuestro Imperio (nuestro Imperio es esencial para Inglaterra), Inglaterra es esencial para la paz mundial. Tenemos la oportunidad de plantar aquí en Palestina y Transjordania una nación leal, rica e inteligente, con la que podemos tener para nosotros la llave de la dominación mundial sin gastos ni esfuerzos por nuestra parte".
El Gran Mulá Haj Amin de la Palestina del Mandato Británico colaboró frecuentemente con la inteligencia británica desde la oficina de Gran Bretaña en El Cairo, incluidos los Hermanos Musulmes, para (1) asesinar a árabes moderados que buscaban la cooperación económica con los judíos y (2) matar a judíos para avivar sentimientos de venganza similares al programa anterior de mantener encendidas las guerras entre protestantes y católicos en Europa.
La historia de Haj Amin como activo británico y provocador es contada en su totalidad por Cynthia Chung en su libro The Empire in Which the Black Sun Never Set (El Imperio en el que nunca se pone el sol)[4].
El apoyo de la inteligencia británica a los cultos islamistas en todo el mundo árabe, desde al-Afghani (fundador del salafismo) a los Hermanos Musulmanes, y su apoyo simultáneo a los ideólogos sionistas más fascistas y violentos no deben considerarse contradictorios en modo alguno. Más bien, este apoyo está unido por un firme principio: mantener el dominio mundial para la Iglesia del Imperio Británico.
Con un juego tan sucio, uno no debería sorprenderse al descubrir que el propio Aleister Crowley, compañero de Wingate en la inteligencia británica y satanista confeso, surgió de la secta de los Hermanos de Plymouth de Darby.
La Babilonia misteriosa desde una nueva lente
El gran estratega de los Hermanos de Plymouth George Hawkins Pember (1837-1910) es conocido como uno de los más influyentes de la secta de Darby. Sus obras sobre los antiguos cultos mistéricos, el sionismo, las profecías e incluso las interpretaciones alienígenas de las Escrituras han hecho un daño increíble en la configuración de la planificación estratégica imperial durante más de 150 años.
Pember siguió la línea Dispensacionalista Premilenial extrayendo los eventos cataclísmicos hacia el futuro. "Parecería que Babilonia debe ser reconstruida y convertirse de nuevo en el centro del mundo y la gloria de los reinos, como la tenemos representada en el capítulo dieciocho del apocalipsis", escribió.
Pero, ¿quién es esta Babilonia que debe subir al poder para marcar el comienzo del Fin de los Tiempos? ¿Es Rusia? ¿Es el papado? ¿Es el Imperio Británico? ¿O es otra cosa?
Según Pember, como devoto cristiano sionista del estilo de Palmerston, Churchill o Eichmann, la respuesta está clara. En su libro The Antichrist, Babylon, and the Coming of the Kingdom, escribió:
"Sin embargo, tan pronto como la Cristiandad se una en la forma de los Diez Reinos Confederados, todos los celos habrán terminado, y el gran premio podrá ser tomado para el bien común. Sin duda el comercio será el motivo más excitante: el mundo civilizado, quizás, se unirá para construir un gran emporio central, que por su fuerza conjunta superará pronto a todas las otras ciudades, y finalmente se convertirá en la capital del Anticristo."Teniendo en cuenta el papel de los Hermanos de Plymouth y de los agentes de inteligencia gnósticos del Fondo para la Expedición de Palestina en la creación del sionismo en primer lugar, repasemos una vez más la región proclamada por Herzl, Jabotinsky y otros grandes sionistas como la tierra divina ordenada por el pacto de Dios para el "pueblo elegido"...
El Imperio Neobabilónico, 586-539 a.C.
Pero, ¿tienen las voces de las personas que serán exterminadas tras una guerra nuclear global alguna influencia sobre las decisiones tomadas por los ideólogos imperiales que desfilan por Washington, Londres o Tel Aviv? Eso está por ver.
Yo también plantearía la pregunta: ¿es posible que las fuerzas que dieron origen al proyecto sionista vean en última instancia su creación como un peón desechable en el gran juego? ¿Es también posible que esas mismas fuerzas ni siquiera vean a EEUU como un elemento permanente del "fin de la historia" que algunos imperialistas desean ver surgir en escena? Estas son sólo algunas preguntas para reflexionar.
Con todo esto en mente, vale la pena revisar la profecía de 2012 de Henry Kissinger de que "en 10 años, no habrá más Israel".
¿La caída de Babilonia 2.0?
"La verdad sobre la Tierra se revela en la Cábala. El misticismo judío (Cábala) milita por la vida en la Tierra de Israel. Los enfoques racionalistas del judaísmo no conceden ningún valor especial a la Tierra de Israel. En las guerras cristalizan los caracteres nacionales. Israel, como reflejo universal de la humanidad, se beneficia de ello. Los talones del Mesías siguen a la Conflagración Mundial... A la hora de la caída de la civilización occidental, Israel está llamado a cumplir su misión divina proporcionando la base espiritual para un Nuevo Orden Mundial" [énfasis añadido].El genio del Gran Israelismo, promovido por gente como Theodor Herzl, el rabino A.I. Kook y el ejército de gnósticos sionistas cristianos herederos de John Nelson Darby, que suplican un primer ataque contra Irán, representa un nivel de zelotismo y fanatismo que puede significar el desastre para gran parte de la humanidad. A diferencia de la mayoría de los cultos del Fin de los Tiempos que han manchado este mundo, este resulta poseer un arsenal nuclear, y es apoyado por hordas delirantes de sionistas cristianos creyentes en el rapto en Estados Unidos hambrientos de Armagedón.
- Rabino Abraham Isaac Cohen Kook, defensor del Gran Israel, cultista del Fin de los Tiempos, Rabino Jefe Ashkenaz para la Palestina del Mandato Británico (1919-1935).
Una extraña colusión del papado dirigido por jesuitas del Papa Francisco y la Iglesia Anglicana del rey ecocruzado Carlos III se ha unido en múltiples frentes. Esto incluye el Consejo para el Capitalismo Inclusivo de Lynn Forester de Rothschild bajo la bandera del Foro Económico Mundial. Además, ¿por qué el Papa Francisco (que tomó el nombre de Francisco de Asís, vinculado a los Templarios) eligió dar fragmentos de la cruz en la que murió Jesús (así se afirma) como regalo de coronación a un hombre que es un israelita británico que probablemente se cree heredero de sangre del propio Jesús?
© Vatican MediaEncuentro del papa Francisco con el príncipe Carlos de Gales el 13 de octubre de 2019
El papel de Kissinger como partero de Satanás
Sir Henry Kissinger desempeñó un papel decisivo en la conversión de EEUU de una república que aspiraba a defender la libertad a una nación plenamente comprometida con el imperio bajo el control de un sacerdocio tecnofeudal.
Es importante tener en cuenta que a lo largo de su larga y destructiva vida, no se puede acusar realmente a Kissinger de ser la causa de nada. Más bien, siempre fue un instrumento esclavizado a una plan superior mucho más allá de él. Tal vez fuera un agente plenamente consciente, y, por tanto, tanto más censurable que los muchos auxiliares inferiores de la tecnocracia que ignoran el mal que representan... pero, no obstante, era un esclavo.
Como alumno aventajado del becario de Rhodes William Yandall Elliot (que sirvió de gurú a un nido de jóvenes sociópatas en Harvard), la devota misantropía de Kissinger, su idealización de la oligarquía y su devoción espiritual por los sistemas de inmovilismo fueron reconocidas por sus manipuladores. Pronto se encontró trabajando para el director de la Oficina de Estrategia Psicológica de la CIA en 1952, donde fue introducido en el santuario interior de las operaciones de inteligencia global.
El becario de Rhodes William Yandall Elliot rodeado de algunos de sus principales discípulos: Sir Henry Kissinger, Zbigniew Brzezinski, Samuel Huntington y Pierre Trudeau.
Al igual que su mentor becario de Rhodes, Kissinger encontró a su propio protegido en la forma de un joven sociópata llamado Klaus Schwab, a quien enseñó en un programa patrocinado por la CIA en Harvard. Kissinger no perdió tiempo en preparar el terreno para la era postindustrial de desregulación, despojo de naciones y guerra, al hacer realidad la nueva Comisión Trilateral junto a David Rockefeller y Zbigniew Brzezinski.
Durante su etapa como secretario de Estado y asesor de seguridad nacional, Kissinger trabajó estrechamente con George Schultz en la retirada del dólar estadounidense del sistema de reserva de oro de tipo de cambio fijo, asegurando que lo que una vez fue un sistema de capital industrial viable se convirtiera en un arma especulativa de destrucción masiva.
Una vez logrado esto, el trabajo de Kissinger en la orquestación de la Guerra del Yom Kippur de 1973 y las crisis del petróleo más amplias que dieron lugar a un dólar estadounidense vinculado al precio del petróleo de la OPEP fue pan comido[5]. El siguiente paso de Kissinger en la elaboración del programa NSSM-200, que transformó la política exterior estadounidense de una orientación favorable al crecimiento industrial hacia el "control de la población", fue otro paso hacia el infierno.
Pero, ¿estaba alguna de estas políticas diseñada para servir a los intereses de Estados Unidos o incluso de Israel o Arabia Saudí a largo plazo?
¿Alguna de estas políticas estaba diseñada para servir a alguna nación, o todas eran simplemente elementos diferentes de la misma pintura abstracta del caos a la que servía en nombre de una agencia superior?
¿Qué agencia podría ser si no la estadounidense, la israelí o la saudí?
La devoción de Kissinger por el Imperio Británico significa más de lo que creéis
El 10 de mayo de 1982, durante una conferencia de Chatham House (véase: Mesa Redonda) en Gran Bretaña, Sir Kissinger se destapó. Describió el cisma de principios entre las formas tradicionalmente imperialistas estadounidense y británica de ver el mundo y demostró su compromiso con el paradigma imperial británico:
"Muchos líderes estadounidenses condenaron a Churchill por estar innecesariamente obsesionado con la política del poder, por ser demasiado rígidamente antisoviético, demasiado colonialista en su actitud hacia lo que ahora se llama el Tercer Mundo, y demasiado poco interesado en construir el orden internacional fundamentalmente nuevo hacia el que siempre ha tendido el idealismo estadounidense. Sin duda, los británicos veían a los estadounidenses como ingenuos, moralistas y evasores de su responsabilidad de contribuir a asegurar el equilibrio mundial. La disputa se resolvió de acuerdo con las preferencias estadounidenses, en mi opinión, en detrimento de la seguridad de posguerra... Las disputas entre Gran Bretaña y Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y después no fueron, por supuesto, un accidente. La política británica se basó en dos siglos de experiencia con el equilibrio de poder europeo, y la estadounidense en dos siglos de rechazo del mismo.Quizá lo más revelador fue su descripción de su propio papel como Secretario de Estado cuando describió su relación con el Ministerio de Asuntos Exteriores británico:
Allí donde Estados Unidos siempre se había imaginado aislado de los asuntos mundiales, Gran Bretaña estuvo durante siglos muy alerta ante el peligro potencial que suponía para la supervivencia británica el dominio del continente europeo por parte de cualquier país, fuera cual fuera su estructura interna o su método de dominación... Gran Bretaña rara vez proclamó absolutos morales o descansó su fe en la eficacia última de la tecnología, a pesar de sus logros en este campo. Filosóficamente sigue siendo hobbesiana: espera lo peor y rara vez se decepciona. En cuestiones morales, Gran Bretaña tradicionalmente ha aplicado una forma conveniente de egoísmo ético, creyendo que lo que era bueno para Gran Bretaña era lo mejor para el resto... En el siglo XIX, la política británica fue quizá el principal factor del sistema europeo que mantuvo la paz durante 99 años sin una gran guerra...".
"Los británicos eran tan serviciales que se convirtieron en partícipes de las deliberaciones internas estadounidenses, en un grado probablemente nunca practicado entre naciones soberanas... En mi encarnación de la Casa Blanca, mantuve al Ministerio de Asuntos Exteriores británico mejor informado y más estrechamente comprometido que al Departamento de Estado estadounidense... Era sintomático".Para quienes no lo sepan, el reclutamiento de Kissinger para la operación de la Mesa Redonda de William Yandall Elliot en Harvard, su lealtad a la operación de Chatham House del movimiento de la Mesa Redonda en Londres y Nueva York (apodada "La nave nodriza" por Hillary Clinton), y sus palabras anteriores son nada menos que una admisión de lealtad a una nueva orden templaria.
La sociedad secreta que Cecil Rhodes estableció en su última voluntad y testamento como "una Iglesia del Imperio Británico", siguiendo el modelo de "La Constitución Jesuita", se basaba explícitamente en los Mitos del Grial de la Caballería de la Mesa Redonda. Estos fueron diseñados en el siglo XIII para promover las Cruzadas dirigidas por los Templarios y la reconstrucción del reino cruzado de Jerusalén[6].
Como incluso el Gran Maestre del Rito Escocés Albert Pike declaró en 1871, la Orden Jesuita era en sí misma una Orden Templaria reconstruida y más disciplinada. En su Moral y Dogma, escribió:
"Los Templarios eran jesuitas poco inteligentes y por lo tanto sin éxito. Su consigna era enriquecerse para comprar el mundo. Así lo hicieron, y en 1312 poseían sólo en Europa más de nueve mil señoríos. Las riquezas fueron el banco de arena en el que naufragaron. Se volvieron insolentes y mostraron imprudentemente su desprecio por las instituciones religiosas y sociales que pretendían derrocar. Su ambición les fue fatal".También se ha demostrado que la Orden de San Francisco de Asís era además una Orden Templaria (con los atributos adicionales de un culto Magna Materde Cibeles que dominaba Roma como secta de culto a la naturaleza). Esta orden también se fusionó con la posterior sociedad jesuita. Teniendo esto en cuenta, la unión de jesuitas y franciscanos en 2013 adquiere un nuevo significado y debería causar estupor.
Después de todo, fue la influencia de los jesuitas en el Concilio de Trento de 1545-1563 lo que avivó las llamas de las interminables guerras religiosas en toda Europa y sentó las bases del sionismo cristiano y de los cultos del Fin de los Tiempos de nuestros días.
Tanto si fue el Imperio Británico el que creó el sionismo político como parte del Gran Juego, como creían Winston Churchill, Lord Shaftesbury o Lord Balfour, como si fueron los banqueros cabalistas judíos los que intentaron crear una capital del Gran Israel para un Nuevo Orden Mundial, como probablemente creían Herzl, Vladimir Jabotinsky o el rabino Abraham Isaac Kook... puede que no importe qué monstruosidad imperial fuera: ambas pueden estar destinadas al mismo destino que corrió la primera Babilonia hace más de dos milenios.
Quizás Kissinger sabía lo que implicaría esta nueva era de Babilonia... pero está demasiado ocupado ocupándose de otros problemas en este momento.
Una cosa es cierta: la cosa que se llama a sí misma "el anticristo" ha estado muy enfadada con algo muy especial dentro del cristianismo, el judaísmo y el islam durante mucho tiempo. Es hora de redescubrir qué es eso antes de que el culto del Fin de los Tiempos al que Kissinger sirvió llegue a su acto final.
Notas a pie de página
Coronel Albert Edward Williamson Goldsmid
[2] En 1954, Egipto y el Reino Unido firmaron un acuerdo sobre el Canal de Suez y los derechos de las bases militares británicas. Duró poco. En 1956, Gran Bretaña, Francia e Israel urdieron un complot contra Egipto para derrocar a Nasser y hacerse con el control del Canal de Suez, una conspiración en la que participaron los Hermanos Musulmanes. Los británicos llegaron incluso a celebrar reuniones secretas con la Hermandad Musulmana en Ginebra. Según el autor Stephen Dorril, dos agentes de los servicios de inteligencia británicos, el coronel Neil McLean y Julian Amery (hijo de Leo Amery), ayudaron al MI6 a organizar una oposición clandestina contra Nasser. Julian Amery estaría directamente vinculado a las redes Gladio. En el libro de Stephen Dorril MI6: Cincuenta años de operaciones especiales escribe:
"Ellos [McLean y Amery] también llegaron a ponerse en contacto en Ginebra... con miembros de los Hermanos Musulmanes, informando únicamente al MI6 de esta gestión que mantuvieron en secreto para el resto del Grupo de Suez [que planeaba la operación militar a través de sus bases británicas junto al Canal de Suez]. Julian Amery transmitió varios nombres [al Ministro de Asuntos Exteriores británico]".La historia completa puede encontrarse en Dorril, Stephen (2000), MI6: Fifty Years of Special Operations. The Free Press, Nueva York, p. 356, 629 y Chung, Cynthia (2022), Empire on Which the Black Sun Never Set, Canadian Patriot Press, p. 286.
[3] La Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén (o Caballeros del Santo Sepulcro), es una orden católica de caballería (f.1099) bajo la protección de la Santa Sede. El Papa es el soberano de la Orden. La Orden crea tanto canónigos como caballeros con la misión principal de "apoyar la presencia cristiana en Tierra Santa". Es una Orden de caballería reconocida internacionalmente. Se calcula que la Orden cuenta hoy con unos 30.000 caballeros y damas en 60 tenencias repartidas por todo el mundo. El cardenal gran maestre es Fernando Filoni desde 2019, y el patriarca latino de Jerusalén es gran prior. Su sede se encuentra en el Palazzo Della Rovere y su iglesia oficial en Sant'Onofrio al Gianicolo, ambos en Roma, cerca de la Ciudad del Vaticano" [descripción de Wikipedia].
[4] Específicamente el capítulo 11: "Los nazis, los británicos y Oriente Medio".
[5] Bajo su atenta mirada, los precios del petróleo aumentaron un 400% durante la crisis de la OPEP de 1973. Se ha reconocido que esto desempeñó un papel importante en el impulso de la inflación de 1973-79. Pero como demostró el investigador William Engdahl en su obra de 1992 A Century of War (Un siglo de guerra), el entonces Secretario de Estado Henry Kissinger tuvo un papel más importante en la fabricación de esta crisis desde cero al impedir que cientos de camiones cisterna repletos de petróleo fueran descargados en EEUU y facilitar el aumento del 400% de los tipos de interés con la ayuda de varios ministros del petróleo de alto nivel de Oriente Próximo en deuda con Kissinger. En los últimos años, el ministro de la OPEP de Arabia Saudí en el momento de la crisis corroboró la investigación de Engdahl declarando: "Estoy cien por cien seguro de que los estadounidenses estaban detrás de la subida del precio del petróleo. Las compañías petroleras estaban en verdaderos problemas en ese momento, habían pedido mucho dinero prestado y necesitaban un precio alto del petróleo para salvarse".
[6] Véase From Ritual to Romance, de Jessie L. Weston, Cambridge University Press, 1920.
Matthew Ehret es redactor jefe de la revista Canadian Patriot Review, Alto Miembro de la Universidad Americana de Moscú y director de The Rising Tide Foundation. Es autor de tres volúmenes de la serie Untold History of Canada y cuatro volúmenes de Clash of the Two Americas. Presenta Connecting the Dots en TNT Radio, Breaking History en Badlands Media y The Great Game en Rogue News.
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