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Su presidente, Robert Zoellick, advirtió sobre un eventual rechazo de los griegos en contra del ajuste, tras el llamado a referendo por parte del Gobierno de Papandreu.

El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, aseguró que la convocatoria de Grecia a un referéndum sobre el nuevo plan de rescate al país se suma a la incertidumbre del mercado y que si fracasa "sería un caos".

En una rueda de prensa en la antesala de la cumbre del G-20 que se llevará a cabo en Cannes, Francia, enre el 3 y 4 de noviembre, Zoellick pidió a sus integrantes enviar una "poderosa señal" de que Europa seguirá adelante con sus planes para superar la crisis de deuda soberana que la aqueja.

La reacción de Alemania, que financia una gran parte de los rescates de la Unión Europea para Grecia que lucha con una enorme deuda, fue de una apenas disimulada furia.

Un líder de la coalición de centroderecha de la canciller alemana Angela Merkel dijo que estaba "irritado" por el anuncio de Papandreu y dijo que la zona euro tendrá que considerar cortar el flujo de dinero que ha mantenido a flote a Grecia en el último año.

"Esto me suena como alguien que trata de zafarse de lo que acordó (...) una acción extraña", dijo Rainer Bruederle, el líder parlamentario de los Demócratas Liberales.

"Uno sólo puede hacer una cosa: organizar los preparativos para la eventualidad de que se produzca una insolvencia estatal en Grecia y si no cumple los acuerdos, entonces habremos alcanzado el punto donde el dinero ya no será entregado", sostuvo Bruederle.

Los mercados financieros, que habían esbozado con ánimo el acuerdo de la zona euro sobre un nuevo paquete de rescate para Grecia, tomaron la decisión de Papandreu como una bomba. Los inversores corrieron hacia inversiones más seguras, golpeando los mercados de valores que caían hoy hasta 7% y castigando al euro.