Ola de frío paraliza China
© APDecenas de mujeres hacen cola en una estación de ferrocarril en la provincia de Hubei.
Las fuertes nevadas que sufre China, con más de 60 muertos, han obligado a cerrar centrales térmicas y han reducido a la mitad las reservas de carbón, la principal fuente de energía del país, lo que ha creado una grave crisis energética, revelaron las autoridades chinas.

Debido a la escasez de carbón en el centro y este de China, la zona más afectada por la ola de frío, un número no revelado de centrales, que representan un 7% de la energía total (40,99 millones de kilovatios), han detenido sus operaciones, destacó la Comisión Reguladora de Electricidad.

Además, 90 centrales, que producen un 10% adicional de la electricidad de origen térmico, podrían cerrar en los próximos días si no mejora la situación, ya que disponen de reservas de carbón para menos de tres días.

Las reservas nacionales de carbón han quedado reducidas a 21 millones de toneladas, menos de la mitad, alertaron las autoridades. La falta de carbón para alimentar las centrales se debe a varios factores, principalmente al colapso que el sistema de ferrocarriles que lo transporta sufre estos días, debido a las nevadas.

En provincias muy afectadas por la nieve, como la central de Hunan, se han suspendido más de 130 ferrocarriles, mientras que grandes ciudades del país, como Cantón o Shanghai, han dejado de vender billetes a los pasajeros, impidiendo a más de medio millón de personas viajar a sus casas durante el Año Nuevo Chino.

Operarios retiran la nieve
© APVarios operarios retiran la nieve en una calle de Shanghai.
"El principal problema es el transporte. Más de la mitad de los trenes chinos se dedican a transportar carbón, por lo que la parálisis de la red ha causado muchos problemas", destacó Wang Zhenming, experto de la Compañía Estatal de Electricidad.

Wang recordó que el transporte de carbón se enfrenta estos días a la "competencia" de los pasajeros, pues debido a las fiestas hay un éxodo ferroviario de casi 180 millones de personas en apenas un mes.

Sin embargo, la crisis energética que vive el país no sólo se debe a las nevadas: también debe tenerse en cuenta que en los últimos meses, tras graves accidentes, hubo provincias productoras que detuvieron durante varios días la producción minera.

El problema más profundo es la excesiva dependencia de China en el carbón, que mueve un 70% de su economía, así como la deficiente estructura del sector. Desde hace un tiempo, las compañías eléctricas tienen prohibido subir precios, por lo que, a medida que suben los del carbón, se convierten en deficitarias y no tienen capacidad para comprar reservas (así, en estos días de nevada, se quedan sin carbón).

"Es difícil para China usar otro tipo de fuente de energía. Lo ideal sería el gas natural, pero los depósitos no son todavía suficientes", comentó Wang al respecto. También debe tenerse en cuenta que la cuenca del Yangtsé y otras zonas del centro y sur del país sufrieron en los últimos meses la peor sequía en medio siglo, lo que afectó a la producción hidroeléctrica.

Las fuertes nevadas en el país también han afectado a las telecomunicaciones: según China Mobile, el mayor operador de telefonía móvil del país, 33 millones de usuarios de celular se han visto afectados y las pérdidas ascendieron a 11 millones de dólares.

La nieve seguirá cayendo con fuerza durante los próximos tres días, según la Asociación China de Meteorología, que anoche decretó la alerta naranja por el mal tiempo (tras dos días consecutivos de alerta roja, la máxima) en el centro y sur. Paradójicamente, zonas del norte de China como Pekín, más habituadas al frío invernal, no han sufrido apenas los embates de la nieve en las últimas semanas.

Las nieves afectaron a más de 33 millones de personas, destruyeron 4,2 millones de hectáreas y causaron el desplome de 107.000 viviendas, generando 22.000 millones de yuanes (3.050 millones de dólares) en pérdidas. La nieve cerró durante varias horas 10 aeropuertos del país, entre ellos los de capitales provinciales como Wuhan, Nankín o Guiyang, mientras que el de Changsha, capital de Hunan, lleva cerrado cuatro días.

Todo el país se ha movilizado para resolver la crisis: en la ciudad de Nankín, por ejemplo, 250.000 personas fueron destinadas a la limpieza de nieve de las calles.