Funcionarios del Gobierno israelí pretenden compartir la supervisión de la Franja de Gaza tras la guerra con Estados Unidos y varios países árabes, entre ellos Egipto, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), escribe el periódico 'The New York Times'.
Rafah Gaza
© AP Photo / Mohammed Dahman
De acuerdo con el plan, la coalición de naciones gobernaría Gaza durante unos 7-10 años y luego permitiría a los palestinos residentes de la región votar si se subordinan a una Administración palestina unida, comunica The New York Times. El Ejército israelí mantendría su presencia en la zona mientras tanto. Israel aceptaría el escenario a cambio de la normalización de las relaciones con Arabia Saudita, subraya el medio.

Los funcionarios y analistas árabes denunciaron el plan porque no contiene disposiciones que abran la puerta a la legalización del Estado palestino, reza la publicación.

"No veo la posibilidad de que este plan se convierta en realidad, tampoco veo ninguna solución concreta para el problema, porque dicho problema radica en EEUU e Israel", indicó a Sputnik el profesor adjunto de la Universidad Mardin Artuklu e investigador del instituto dedicado al análisis de asuntos geopolíticos Dimensions for Strategic Studies, Mehmet Rakipoglu.

Rakipoglu argumentó que la propuesta contradice directamente la solución de dos Estados, adoptada por la ONU en 1947. La solución de paz formulada por el rey Abdullah en 2002 y respaldada por la Liga Árabe en 2002, 2007 y 2017 parece inaceptable para Tel Aviv, señaló el experto.

En la Cumbre Árabe de 2002 en Beirut, el entonces Príncipe Abdullah, Heredero de la Corona de Arabia Saudita, planteó cinco puntos para "poner fin" al conflicto árabe-israelí. La resolución exhortaba a Israel a retirarse del territorio a las líneas previas a 1967 y el establecimiento de un Estado palestino que incluyera todo el territorio de la Ribera Occidental y Gaza, con Jerusalén Oriental como la capital.
"Netanyahu no solo no tiene intención de poner fin a la guerra[en Gaza], sino tampoco de retirar sus tropas", comentó Rakipoglu.
Washington, por su parte, pretende encontrar rápidamente una solución antes de las elecciones presidenciales estadounidenses, opinó el experto militar israelí Eyal Pinko. De acuerdo con él, el problema radica en la imposibilidad de llegar a una resolución pronta debido a los intereses contrapuestos de diversos actores estatales y no estatales en relación con el futuro de la Franja de Gaza.

Asimismo, es poco probable que los palestinos residentes en Gaza acepten el plan: casi el 85% de la población de esta zona apoya a Hamás y no quiere que la Autoridad Palestina gobierne la región, precisó el experto militar. Además, la mayoría de los políticos israelíes preferirían mantenerse fuera de Gaza y no resolver este peliagudo dilema: solo un pequeño grupo de conservadores de línea dura en el Gobierno quiere mantener el control total de la franja en un intento de superarla y erradicar a Hamás, puntualizó Pinko.
"La mayor parte del pueblo israelí quiere permanecer fuera de Gaza como en los últimos 17 años. No volver allí. No poner ningún tipo de autoridad civil allí", enfatizó el experto.
A pesar de que los Estados árabes quieren normalizar sus relaciones con Israel para garantizar la estabilidad regional, no pueden hacerlo sin resolver previamente el dilema palestino, subrayó Rakipoglu. Según el analista, la única manera es sentar en la mesa de negociaciones a Irán, Rusia, Turquía y Catar, junto con Egipto, Arabia Saudita y los EAU, para elaborar una solución equilibrada.
"Hamás anunció que cuatro países deben estar en la mesa de negociaciones: uno de ellos es Turquía, el segundo es Rusia, así como Catar y Egipto. Sin la presencia de estos países, Hamás y otros movimientos de resistencia no aceptarán ningún plan", concluyó Rakipoglu.
Previamente, la cadena estadounidense CBS News reportó que la primera ronda de las negociaciones entre el Gobierno de Israel y el movimiento palestino Hamás en Egipto finalizó sin resultados.