A la mayoría de la gente le cuesta creer que el gluten es una proteína muy difícil de digerir y que su procesamiento bioquímico e inmunológico en nuestro organismo conlleva a problemas importantes.


Explica la Dra. Gabriela Segura:
El gluten es una mezcla de varias proteínas que se encuentran en el endosperma de todos los granos o cereales. Es responsable de la elasticidad de las pastas, por lo que se lo puede considerar como "la goma" de los cereales. De hecho, la goma es fabricada a base de gluten. Esto les puede ilustrar lo difícil que es digerir el gluten.

El gluten se divide en dos grupos: las prolaminas y las gluteinas. Las proteínas de la familia de las prolaminas se hallan a la raíz de la enfermedad celíaca.

El trigo, el centeno y la cebada son los cereales más tóxicos, seguidos del maíz. Durante millones de años, los hombres mantuvieron una alimentación natural, análoga a la alimentación de los animales salvajes. Las enzimas y las mucinas digestivas estaban adaptadas a las diversas sustancias ingeridas. Por el contrario, la alimentación moderna es rica en macromoléculas nuevas, a las cuales las enzimas y las mucinas no se han adaptado.

Aun en cantidades pequeñas o excepcionales, un alimento que contiene gluten provoca lesiones en el intestino. Actualmente las industrias agroalimentarias modifican excesivamente los cereales, que se han convertido en sustancias poco asimilables y, por consiguiente, son más tóxicos que aquellos que solían consumirse en el pasado.
Más adelante aclara en el mismo artículo:
La sensibilidad al gluten comprende una reacción retardada que concierne a los anticuerpos IgG. Aliviar los efectos del gluten en la salud puede tomar semanas o meses después de haber eliminado el consumo de estos alimentos.

Cuando estas proteínas o péptidos en los cereales no se degradan completamente - no se digieren - , pueden traspasar la pared intestinal, abrirse paso al torrente sanguíneo y provocar reacciones inflamatorias. Por ejemplo, la zonulina es una proteína que producimos como respuesta a la ingesta de gluten y que provoca permeabilidad intestinal. Ciertos investigadores han relacionado a esta proteína con la permeabilidad de la barrera hematoencefálica que protege nuestro cerebro, y es por esto que puede afectarnos a nivel neurológico. Los virus de las vacunas pueden circular en la sangre y abrirse paso al cerebro, lo que facilita el desarrollo de problemas mentales, entre otros. Además, la zonulina también ha sido relacionada con la permeabilidad de la piel y es una de las causas de problemas cutáneos como el eczema o la psoriasis.

Los péptidos o proteínas no degradables del gluten se asemejan a los péptidos opioides y se comportan como los derivados de la morfina. Aquellos que acostumbran auto-medicarse con el gluten (por ejemplo, comiendo para sentirse mejor anímicamente) pueden tener síndrome de abstinencia al quitarlo de la dieta.

Los péptidos provenientes del gluten provocan cambios en el comportamiento y favorecen el desarrollo de enfermedades degenerativas y del sistema nervioso central.

Algunos síntomas y signos de la intolerancia al gluten son: Las anemias, los efectos negativos sobre la memoria y el aprendizaje, los problemas escolares, la dislexia, la falta de autoestima, la disminución de la sociabilidad, la depresión, los problemas de insomnio, las modificaciones en la libido, el estreñimiento, la diarrea, el gas intestinal, la enfermedad de Crohn, etc.
Los invitamos a leer el artículo completo: Alimentación moderna vs. alimentación sana, fuentes de toxicidad, el rol de las reacciones inflamatorias y las sensibilidades alimentarias en las enfermedades crónicas, modernas o idiopáticas.