Acusan al cardenal Domenico Calcagno de proteger a un cura que violó a decenas de niños durante 30 años. El escándalo implica al Papa emérito Benedicto XVI, quien sabía de al menos uno de los casos.
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Francesco Zanardi, quien supuestamente sufrió de abusos sexuales a manos de un sacerdote a la edad de 10 años, ha pedido que el cardenal Domenico Calcagno sea expulsado del cónclave que elegirá al próximo Papa por encubrir al sacerdote Nello Giraudo, el párroco acusado de los abusos.

En una rueda de prensa, Zanardi mostró una carta con fecha del 2003, escrita por el entonces obispo de Savona, Domenico Calcagno, quien ahora es uno de los 115 cardenales electores, en la que consultaba al, a la sazón, cardenal Joseph Ratzinger, qué hacer con el padre Giraudo, denunciado repetidas veces por abusos sexuales.

En la misiva, Calcagno proponía que Giraudo, mientras tanto, continuara con sus "deberes pastorales".

Según Zanardi, no hubo respuesta por parte de Ratzinger y Giraudo continuó sirviendo como sacerdote, hasta el año pasado, cuando fue condenado a un año de suspensión por abusar de un menor.

"El Vaticano y el Colegio de Cardenales deben asumir la responsabilidad por las acciones de su sacerdote pedófilo", dijo Zanardi. "El cardenal Calcagno no debe participar en la elección de un nuevo Papa", añadió.

Zanardi también describió cómo fue detenido durante dos horas por la gendarmería vaticana al intentar presentar una petición con más de 12.500 firmas para exigir que el cardenal Calcagno fuera expulsado del cónclave.

Por su parte el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, al ser abordado por los periodistas sobre este asunto, señaló que "las acusaciones contra Calcagno no tienen fundamento".