El gigante transgénico Monsanto ha ganado otra batalla, luego que las autoridades estadounidenses hayan suavizado los estándares para las huellas del herbicida glifosato en algunos cultivos.
Imagen
© Corbis RT
Pese a una serie de estudios que vinculan el herbicida con varias enfermedades, incluidos ciertos tipos de cáncer, la Agencia Federal de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés) ha permitido incrementar los niveles de glifosato en cultivos oleaginosos y plantas alimenticias.

Según los nuevos estándares de la EPA, los niveles permisibles de las trazas de glifosato en cultivos como lino y soja o el aceite de colza se elevarán desde 20 a 40 partes por millón.

Para los cultivos alimenticios, los cambios serán aún más drásticos: de 200 a 6.000 partes por millón.

El glifosato es el ingrediente clave del herbicida Roundup, ampliamente utilizado por la multinacional Monsanto.

Según algunos grupos científicos, el glifosato puede alterar el sistema hormonal humano y provocar daños en el ADN, aumentar el riesgo de cáncer, neurotoxicidad y defectos congénitos en los bebés, algo que otra vez pone de manifiesto el riesgo que pueden conllevar las biotecnologías.