Dos sismos de magnitudes 5,5 y 5,3 en la escala abierta de Richter sacudieron hoy la costa nicaragüense del Pacífico, sin causar víctimas ni daños materiales, aunque sí alarma entre la población, informaron fuentes oficiales.

El temblor de magnitud 5,5 se registró a las 17.16 hora local (23.16 GMT), a 15 kilómetros de profundidad, con epicentro en alta mar frente al volcán Cosigüina, en el mismo lugar que ocurrió un sismo de magnitud 6,4 el pasado 2 de marzo, detalló el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) en un comunicado.

En Cosigüina se han registrado dos seguidillas de temblores desde que el 3 de marzo pasado se detectaron 18 réplicas tras un sismo de magnitud 6,4.

Desde esa fecha, está activa una alerta de vigilancia y posible evacuación de las familias que habitan cerca de esa zona.

El otro sismo, de magnitud 5,3, ocurrió a las 08.36 hora local (14.36 GMT de este viernes) y su epicentro se localizó en alta mar, 21 kilómetros al suroeste del balneario Pochomil, en el departamento de Managua, con una profundidad de 20,1 kilómetros, de acuerdo con la información oficial.

El Ineter explicó que ambos sismos fueron causados por el choque entre las placas Cocos y Caribe.

Los temblores fueron reportados como "fuertes" por habitantes del litoral Pacífico nicaragüense que llamaron a las emisoras locales o bien lo publicaron en las redes sociales.

Las autoridades nicaragüenses no han reportado víctimas ni daños materiales como consecuencia de los temblores.

El único daño que causaron los sismos fue reportado en un muro de una escuela de primaria en Managua, que sufrió grietas, pero no se desplomó.

Los trabajadores salieron de sus edificios, los vecinos de sus casas, y en cuestión de minutos autoridades del Estado se reunieron para tomar decisiones en el Centro de Operaciones de Desastres (Code), ubicado cerca del antiguo centro de Managua, tal como ocurre en los entrenamientos constantes que realiza la Defensa Civil.

El Gobierno de Nicaragua aseguró este viernes que está "preparado" para enfrentar una situación de desastre.