El pasado 12 de noviembre, varias personas de los alrededores de la ciudad de Asunción, en el departamento Central de Paraguay, han sido testigos de dos bolas de fuego surcando el cielo.

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© Fernando Romero, ABC ColorLa imagen fue captada desde el estadio del Sportivo Luqueño el miércoles 12 de noviembre alrededor de las 18:30.
Un fotógrafo del periódico local, ABC Color, tuvo la suerte de estar cubriendo un partido de fútbol en la ciudad de Luque, justo cuando las bolas de fuego pasaban, y logró captar imágenes nítidas de las mismas.

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© Fernando Romero, ABC Color

El profesor Blas Servín, experto local en Astronomía, del Centro Astronómico Bicentenario, explicó que el fenómeno fue visto desde varias ciudades.
"Lo que vimos fue un meteoro bastante grande del tamaño de un puño aproximadamente. Es visible dependiendo del tamaño y lo que se observa es que ese objeto sufre un calentamiento al rozar con la atmósfera, causando una explosión", explicó el experto.
Agregó que se desconoce si el objeto luminoso haya tocado la tierra, aunque esto queda prácticamente descartado, considerando que cuando son visibles, generalmente se esfuman.

Servín, también mencionó el caso de un meteorito que impactó en la ciudad de Villarrica en el año 1925. Según contó en aquella ocasión:
"En junio de 1925 un meteorito llegó hasta la superficie terrestre en Villarrica, donde los dueños de casa pudieron recoger el material y es el único que figura en los registros internacionales"
Sin embargo, tan solo el año pasado, el geólogo Jaime Báez y su equipo de trabajo, encontraron varios fragmentos de un meteorito entre la zona de San Bernardino y Altos. Según su investigación, estos serían los restos de un meteorito de alrededor de 50 metros de diámetro que habría impactado en la zona en 1877 dejando un cráter de 1.200 metros, con un área de influencia de alrededor de 2.500 metros. Báez explicó:
Paraguay está en "una franja de ruta de caída de meteoritos". "Probablemente cayeron grandes meteoritos, tenemos sospechas de estructuras de impacto de meteoritos, de cráter de más de 20 kilómetros en la Región Oriental y casi 25 kilómetros en la Región Occidental"
Algo que merece ser mencionado son los comentarios de algunas personas a las fotos publicadas por ABC Color. Podemos ver, por ejemplo que un testigo dijo: "Yo vi! Pensé que era un dron pero después se desvaneció.." Y es que siempre tenemos a la tecnología militar como una forma efectiva de ocultar o negar la realidad de estos eventos. El astrónomo británico, Víctor Clube, escribió en un informe encargado por la Fuerza Aérea de Estados Unidos en el que afirmaba:
"No necesitamos la amenaza celestial para disfrazar las intenciones de la guerra fría, ¡sino que necesitamos a la guerra fría para disfrazar las intenciones celestiales!"
Otro comentarista dijo que se trató de un "Bombardeo fallido del ébola", lo que resulta interesante, ya que, de hecho, existen estudios que relacionan a los virus con los asteroides, por ejemplo:
De acuerdo con el fallecido Sir Fred Hoyle y Chandra Wickramasinghe, de la Universidad de Gales en Cardiff,los virus pueden ser distribuidos a través del espacio por el polvo en la corriente de los restos de cometas. Luego, cuando la Tierra pasa a través de la corriente, el polvo y los virus se diseminan en nuestra atmósfera, donde pueden permanecer en suspensión durante años hasta que la gravedad los atraiga hacia el suelo. Ellos comparan numerosas plagas en toda nuestra historia que coinciden con cuerpos cometarios en nuestros cielos. Estos investigadores están seguros de que los gérmenes causantes de plagas y epidemias vienen del espacio.

El doctor Rhawn Joseph y Wickramasinghe, autores el libro: Cosmología biológica, astro-biología y el origen y la evolución de la vida [3], nos dicen:
Los antiguos astrónomos chinos relataron numerosos episodios en los que cometas precedieron a la peste y al desastre. Se recabaron meticulosas observaciones del año 300 a.C. en un libro de texto conocido como "Mawangdui Silk". En él se detallan 29 formas diferentes de cometas y los diversos desastres asociados con ellos, con datos que se remontan incluso hasta el 1500 a.C.
Joseph argumenta que los escombros cometarios, las partículas más pequeñas y algunos microbios y partículas virales unidos a los escombros cometarios, impactaron en la Tierra, cayendo sobre la atmósfera superior y luego flotaron lentamente sobre las corrientes de aire, permaneciendo en el aire incluso durante años, cruzando el planeta y cayendo suavemente hacia abajo, hasta que finalmente aterrizaron suavemente en lo que sea que haya estado por debajo de ellos, ya sea mar, río, animal, vegetal o mujer y hombre. De hecho, se sabe que existen concentraciones significativas de microorganismos en la atmósfera de la Tierra, y los mismos han sido encontrados en muestras de aire recogidas en alturas que van de 41 Km. a 77 Km. Los mecanismos naturales que transportan a los microorganismos en la atmósfera son las tormentas, los volcanes, monzones y eventos de impactos cometarios.

Cosmos, virus y el regreso de la Peste Negra
- Doctora Gabriela Segura
¿Será alguna reminiscencia de una memoria colectiva que guardamos todos respecto a eventos de un pasado no tan lejano?

El hecho es que, gracias a la investigación exhaustiva de la historia y varios métodos de registros como los núcleos de hielo y los anillos de los troncos de los árboles, tenemos evidencia de que fuimos bombardeados por meteoritos muchas más veces de lo que la ciencia convencional nos hace creer; así como de la relación entre éstos fenómenos y tiempos de pestes, tensiones sociales, caídas de imperios, cambio climático y toda una serie de circunstancias que rodearon a la aparición de estos visitantes intergalácticos.
"Los cometas son viles estrellas. Cada vez que aparecen en el Sur, extinguen lo viejo y establecen lo nuevo. Los peces crecen enfermos, las cosechas son malas, los emperadores y la gente común mueren, y los hombres van a la guerra. Las personas odian la vida y ni siquiera quieren hablar de ello."

Li Ch'un Feng, Director, Oficina Astronómica Imperial China, 648, d.C.
También es importante notar que en los últimos años hemos visto un aumento significativo de avistamientos de bolas de fuego e incluso impactos, por lo que nos queda preguntarnos si no estamos viendo los augurios de una nueva visita espacial. Ciertamente, los fenómenos sociales y climáticos que suelen acompañar tales ocasiones, son cosas que vemos día a día hoy en las noticias, lo que aumenta aún más la probabilidad de que este sea el caso.

Es por eso que, para informarse y poder estar atentos a las señales de los tiempos, en SOTT recomendamos el segundo tomo de La historia secreta del mundo: Cometas y los cuernos de Moisés, en el cual Laura Knight-Jadczyk hace un trabajo de reconstrucción de la historia humana atando cabos entre los avistamientos de cometas, posibles impactos de meteoritos y eventos históricos importantes. Así como el tercer tomo, de Pierre Lescaudron, Cambios planetarios y la conexión humano-cósmica, en el que explica por qué puede ser que, en épocas pasadas, la gente comprendiera que la mente humana y las experiencias humanas colectivas ejercían una influencia en los fenómenos cósmicos y terrestres y el hecho de que varios registros históricos revelan una fuerte correlación entre los períodos de autoritarismo opresivo, las catástrofes y los desastres naturales provocados por eventos cósmicos.

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