El Gobierno de Ankara solicitó formalmente a Washington que detenga y extradite al opositor Fethullah Gülen

El Gobierno turco del presidente Recep Tayyip Erdogan no cesa sus operaciones dedicadas a acabar con la presunta influencia del predicador islamista Fhetullah Gülen en la intentona golpista del pasado viernes. El vínculo de exiliado se extendió a nuevos sectores, en particular a la educación.
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© Archivo Correo del Orinoco

La supuesta alianza por parte del sector educativo con el supuesto cabecilla del intento del golpe de Estado ha generado medidas por parte del Consejo de enseñanza superior (YÖK), que demandó la renuncia de más de mil 500 decanos de universidades públicas y de las que están vinculadas a fundaciones privadas.

La "caza" de gülenistas, realizada mayormente en los sectores de seguridad y educación, ha dejado al menos 25 mil funcionarios suspendidos o destituidos de sus funciones en todos el país.

A los que se les suman los 9 mil 322 militares, magistrados y policías que son objeto de un procedimiento judicial, declaró el viceprimer ministro Numan Kurtulmus, sin dar más precisiones.

El primer ministro Binali Yildirim, en referencia a los partidarios del predicador Fethullah Gülen, acusado de estar detrás del golpe, señaló que "vamos a desterrarlos de manera tal que (...) ningún otro traidor, ninguna organización terrorista clandestina, o grupo terrorista separatista tendrá la audacia de traicionar a Turquía".

Más temprano, Yildirim había matizado y buscado visiblemente tranquilizar a la comunidad internacional, al negar que haya un "espíritu de venganza" contra los golpistas puesto que "una cosa así es absolutamente inaceptable en el Estado de derecho. Esta nación saca su fuerza del pueblo, no de los tanques".

Este martes el Alto Consejo de Radio y Televisión turco (RTÜK) anunció que había retirado las licencias a las cadenas de televisión y radio cercanas a Gülen, es decir, los medios vinculados a FETÖ/PDY, acrónimos del movimiento de Gülen.