John W. Hinckley, Jr., quien intentó acabar con la vida del presidente Ronald Reagan, será liberado del hospital siquiátrico donde ha permanecido por más de 30 años tras la decisión de un juez federal este miércoles. Hinckley, que ahora tiene 61 años, saldrá del hospital St. Elizabeth´s de Washignton, DCel próximo 5 de agosto por no suponer ya un peligro ni para él mismo u otras personas, según determinó el juez Paul L Friedman. Sin embargo, deberá continuar monitoreado, seguir bajo tratamiento y deberá vivir todo el tiempo con su madre en Williamsburg (Virginia), según los documentos judiciales a los que accedió Univision Noticias.

Reagan
© GoogleJohn W. Hinckley

"Desde 1983, cuando trató de suicidarse por última vez, no ha mostrado síntomas de enfermedades mentales activas, manifestado un comportamiento violento o interés por las armas, y ha demostrado no tener interés en suicidarse", reza el documento judicial.

El juez, sin embargo, dictaminó que si Hinckley viola los términos de su liberación deberá ser ingresado nuevamente en el hospital Elizabeth donde está siendo tratado.


Entre las condiciones impuestas para su liberación, Hinckley deberá limitar sus movimientos a un radio de 50 millas alrededor de Williamsburg, deberá proporcionar información sobre su teléfono así como de los vehículos que maneja. Igualmente, no podrá utilizar redes sociales, descargar contenido en su computadora o borrar el historial de páginas visitadas.

Estas condiciones podrán ser modificadas si muestra buen comportamiento entre los 12 y 18 meses posteriores a su salida del hospital.

La decisión del juez llega 35 años después de que Hinckley intentara asesinar al expresidente Ronald Reagan cuando salía del hotel Washington Hilton. Reagan, que acaba de dar un discurso, recibió una bala que le perforó el pulmón. Junto al expresidente, también resultaron heridos el portavoz de la Casa Blanca James Brady y el agente del servicio secreto Tim McCarthy.

Hinckley confesó que buscaba impresionar a la actriz de Hollywood Jodie Foster. "En 1981, John W. Hinckley, Jr. era un joven de 25 años con problemas y que padecía una activa y profunda sicosis y una gran depresión", explica el documento judicial. "Su condición mental había empeorado en los últimos años (...) transformándose en una profunda obsesión con la actriz Jodie Foster y la película Taxi Driver. El señor Hinckley comenzó a identificarse con el protagonista de la película, Travis Bickle, quien trata de asesinar al presidente sin conseguirlo para ganarse el cariño de una joven mujer".

Después de un juicio que duró ocho semanas, un jurado determinó que Hinckley era inocente debido a ser un enfermo mental y lo liberó de los 13 cargos de los que se le acusaba. Sin embargo, estuvo recluido en el hospital del que, de manera gradual, se le permitieron salidas.