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© Faro de VigoIsaías Muñiz observa desde su potente telescopio durante las jornadas de astronomía de A Lanzada (O Grove).
Decenas de personas y astrólogos dicen haber observado objetos extraños en el cielo de la comarca

El astrónomo grovense Isaías Muñiz, las decenas de personas que lo acompañaban durante una jornada de observación de las perseidas en el istmo de A Lanzada y vecinos que se encontraban en Sanxenxo o circulaban por la autovía de O Salnés, dicen haber observado extraños objetos en el cielo que los dejaron desconcertados y que definen como una especie de nube alargada de color verde y rojo en cuyo interior habría objetos igual de extraños.

Sucedió a eso de las dos de madrugada del sábado, durante las jornadas de observación astronómica llevadas a cabo en A Lanzada (O Grove).

Esta actividad tuvo que suspenderse en la noche del sábado a causa de la niebla, pero en la cita del viernes, desplegada hasta bien entrada la madrugada del propio sábado, tanto el organizador del evento como quienes lo acompañaban se quedaron "pasmados" con el objeto volador no identificado que habían descubierto.

Lo que sucedió fue que cuando los participantes en la jornada observaban la luna Isaías Muñiz recibió la llamada telefónica de un amigo taxista. Muy excitado le preguntó si veía "una especie de nube de luz verde de una forma alargada situada sobre la zona de A Revolta, en Noalla (Sanxenxo), dentro de la cual había discos de luces de colores verdes y rojos".

El taxista incluso le aseguró que los coches se estaban parando en la autovía, asombrados por tal acontecimiento. Nadie, ni tampoco las dos jóvenes ocupantes del taxi, daban crédito a lo que estaban presenciando.

En ese instante Isaías Muñiz, que estaba "alucinando con el relato de mi amigo taxista", decidió girarse para observar la zona con sus propios ojos "y vi que exactamente había una línea de luz verdosa en el cielo".

Esto hizo que dirigiera hacia allí su potente telescopio, "gritando a mi hermano para que mirase con los prismáticos y pidiendo a las demás personas que estaban con nosotros que dirigiesen su mirada hacia la zona".

Con el telescopio enfocando aquella luz verde "me quedé de piedra, a pesar de que desde que soy aficionado a la astronomía ya me encontré con objetos no identificados en un par de ocasiones anteriores", confiesa Isaías Muñiz.

"Los ojos se me abrieron como nunca al ver todas aquellas luces parpadeando, moviéndose entre si y cambiando de color -añade-; eran alrededor de un centenar de discos ".

Asegura que "eran verdes y en cuestión de dos segundos se tornaban rojas", a lo que añade que se trataba de "un grupo de luces no demasiado grandes, me atrevería a decir que de unos 40 o 50 centímetros; o al menos esa fue mi impresión, aunque con todas las reservas, dada la distancia y altura de las mismas".

Lo que hizo Muñiz fue permitir que los asistentes a la jornada de observación astronómica miraran también por el telescopio, "pues estaban impacientes esperando a que yo terminara".

Pues bien, "aquellas personas alucinaron como yo, preguntándome qué podía ser aquello, y la verdad es que yo me sentía impotente porque no podía dar una respuesta a tal misterio".

Al parecer la extraña nube "se desplazaba lentamente, un poco hacia la ensenada de A Lanzada y otro poco hacia donde la vimos por primera vez".

Relata Isaías Muñiz que "incluso tomaba formas diferentes, como si de una bandada de pájaros se tratara cuando vuelan juntos, aunque lo hacían muy lentamente".

Y a modo de sentencia o conclusión el astrónomo grovense manifiesta: "No sé qué decir ni cómo explicar aquello; lo único que tengo claro es que estaba allí, casi sobre nosotros, y nos quedamos todos absolutamente perplejos al verlo".