Por primera vez en el curso de su investigación formal, la Corte estudiará las acciones de Estados Unidos en Afganistán, lo que podría conducir a "una posible colisión con Washington".

La Corte Penal Internacional (CPI) está preparada para abrir una investigación sobre posibles crímenes de guerra cometidos por Estados Unidos en Afganistán, informa la revista 'Foreign Policy' citando sus fuentes.
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© Baz Ratner / ReutersSoldados estadounidenses lanzan un ataque de obús contra una base en el distrito de Panjwai, en la provincia de Kandahar, al sur de Afganistán, el 12 de junio de 2011.

"La oficina del fiscal de la CPI está lista para abrir una investigación completa sobre posibles crímenes de guerra y contra la humanidad en Afganistán, incluidos los cometidos por fuerzas estadounidenses", escribe la revista. La decisión de la Corte significa que, por primera vez en el curso de su investigación formal, estudiará cuidadosamente las acciones de Estados Unidos, lo que podría conducir a "una posible colisión con Washington".


Comentario: ¿Será esto cierto? La verdad es que nos parece algo casi imposible de llevar a cabo. Los crímenes de guerra de EEUU son bastante conocidos, pero siempre son ignorados por las instituciones internacionales. Tal vez somos sólo nosotros, pero este anuncio parece más tener una agenda persuasiva que una intención real de investigación.



Según la revista, la fiscal jefa de la CPI, Fatou Bensouda, "tratará de poner en marcha una investigación en las próximas semanas, más probablemente después de las elecciones presidenciales de EE.UU., aunque antes de fin de año". Asimismo, el medio indica que "funcionarios estadounidenses visitaron recientemente La Haya [donde se encuentra la sede de la CPI] para discutir una posible investigación y expresaron su preocupación sobre este problema".

En un informe del año pasado la oficina del fiscal de la CPI señaló que "los crímenes fueron presuntamente cometidos con particular crueldad y de una forma que degradó la dignidad humana básica de las víctimas". Asimismo, Bensouda podría investigar el ataque de las fuerzas estadounidenses contra una instalación de Médicos Sin Fronteras en la ciudad afgana de Kunduz que costó la vida de decenas de personas.


Comentario: De nuevo, nos disculparán nuestro escepticismo, pero conociendo como se conducen este tipo de investigaciones, incluso de llevarse a cabo una investigación, no dudamos que se usaría a soldados de EEUU como chivos expiatorios. Es decir, una condena no recaería sobre el Ejército norteamericano sino sobre elementos dentro de su estructura. Estos elementos recibirían todo el peso de la ley, mientras EEUU seguiría actuando de manera impune.


Dificultades para la CPI en la investigación

Incluso si arranca la investigación, no está claro que la fiscal pueda presentar cargos contra EE .UU., ya que su oficina requeriría "significativamente" más evidencias de las que posee ahora. Además, la CPI no suele entrevistar a testigos, ni recoger pruebas forenses durante sus exámenes preliminares, lo que significa que ese trabajo sería sólo el comienzo de la investigación de crímenes de guerra de EE.UU. en Afganistán.

Para acusar a los estadounidenses de crímenes de guerra, Bensouda también tendría que demostrar la existencia de un vínculo entre el conflicto en Afganistán y las políticas de detención de EE.UU., lo que puede resultar difícil, según la publicación. A ello se une el hecho "más controvertido", como lo define la revista, ya que la Fiscalía tendría que determinar que Estados Unidos falló a la hora de presentar denuncias de tortura a través de sus propios juicios, investigaciones y revisiones internas.
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© Lucas Jackson/ReutersUn soldado estadounidense durante una misión cerca de Jalalabad, Afganistán, el 20 de diciembre de 2014.
Sin embargo, la misma disposición de la fiscalía de abrir una investigación representa un duro revés para el Gobierno del presidente Barack Obama, que ha intentado en varias ocasiones desalentar la puesta en marcha de una investigación en Afganistán e incluso evitar que la CPI mencione los posibles crímenes del país norteamericano.

El comienzo de la guerra de Afganistán se remonta al 7 de octubre de 2001, cuando se puso en marcha la operación Libertad Duradera del Ejército estadounidense y la operación Herrick de las tropas británicas, lanzadas para invadir y ocupar el país asiático. La invasión fue una respuesta a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EE.UU. El objetivo declarado de la invasión era encontrar a Osama bin Laden y otros dirigentes del grupo terrorista de Al Qaeda para llevarlos a juicio, así como derrocar el régimen encabezado por el emir mulá Omar en Afganistán, que, según las potencias occidentales, apoyaba y daba refugio y cobertura a los miembros de Al Qaeda.