Imagen
© DesconocidoDick Cheney.
El ex vicepresidente Dick Cheney dijo el domingo que el presidente Barack Obama debería colocar sobre la mesa el ahogamiento simulado (waterboarding).

La inteligencia derivada del programa de interrogatorio mejorado de la era Bush "probablemente" contribuyó a la muerte de Osama Bin Laden, expresó Cheney a Chris Wallace en Fox News.

"Lo que origina la pregunta, si ahora tuviésemos que capturar a otro nuevo objetivo de alto valor, que es ciertamente lo más probable dado este aparente tesoro de información que ellos recuperaron en el recinto de Bin Laden, ¿debería el presidente restablecer el interrogatorio mejorado incluyendo el ahogamiento simulado?", preguntó Wallace.

"Bueno, ciertamente lo defendería", dijo Cheney. "Sería un gran defensor de ello". "Atravesamos por un montón de problemas para averiguar lo que podíamos hacer, cuán lejos podíamos ir, lo que era legal, y así sucesivamente. De eso surgió lo que llamamos interrogatorio mejorado. Funcionó. Suministró algunas piezas vitales de inteligencia".

"Fue un buen programa", afirmó Cheney. "Fue un programa legal. No era tortura. Fuertemente recomendaría que lo continuáramos".

El director de la CIA León Panetta ha dicho que waterboarding es tortura pero el ex vicepresidente no está de acuerdo.

"El ahogamiento simulado y todas las otras técnicas que fueron utilizadas son técnicas que usamos para entrenar a nuestra propia gente. Esto es algo que hemos hecho durante años con el propio personal militar. Sugerir que es tortura, solo pienso que es errado". El ex vicepresidente tildó de escandalosa la investigación de los interrogadores de la administración Obama que pudieron haber abusado de detenidos.

"Estos hombres, todos devotos, oficiales capaces que no deberían mirar sobre sus hombros y preocuparse si ellos siguen las órdenes de este presidente para llevar a cabo este programa de interrogación en el futuro cuando hay un cambio en la política, pueden esperar ser procesados", dijo.

El "waterboarding" o "ahogamiento simulado" consiste en vaciar agua directo al estómago de una persona que se encuentra recostada, provocándole una sensación "virtual" de asfixia pero no produce la muerte ni daños físicos. Una variación similar es la arrojar agua a un sujeto amarrado, que tiene la cara cubierta con un trapo o tela. A medida que la tela se va humedeciéndose, se ajusta a la cara del sometido, y pronto comienza a generarle una angustiante sensación de asfixia.