Traducido por el equipo de SOTT.net en español
covid stay home
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John P. A. Ioannidis, profesor de medicina y epidemiología, el profesor Jay Bhattacharya, uno de los signatarios fundadores de la Gran Declaración de Barrington, y otros colegas de la Universidad de Stanford, han publicado un nuevo estudio completamente revisado por pares. Su objetivo era evaluar el impacto de las intervenciones no farmacéuticas adoptadas por muchos países en respuesta al brote de COVID-19.
La propagación de COVID-19 ha dado lugar a múltiples políticas de respuesta que tienen por objeto reducir la transmisión del SARS-CoV-2. El objetivo principal de estas denominadas intervenciones no farmacéuticas (INF) es reducir la transmisión en ausencia de opciones farmacéuticas a fin de reducir el número de muertes, enfermos y la sobrecarga del sistema de salud resultantes. Algunas de las políticas más restrictivas de las INF incluyen órdenes obligatorias de permanencia en el hogar y de cierre de empresas ("confinamientos"). La adopción temprana de estas intervenciones no farmacéuticas (más restrictivas INFMR) a principios de 2020 se justificaba por la rápida propagación de la enfermedad, los sistemas de salud desbordados en algunos lugares muy afectados y la gran incertidumbre sobre la morbilidad y mortalidad del virus.

Debido a los posibles efectos perjudiciales para la salud de las INFMR, entre ellos el hambre, las sobredosis relacionadas con opiáceos, la falta de vacunación, el aumento de las enfermedades no relacionadas con el virus COVID-19 debido a la falta de servicios de salud, los malos tratos en el hogar, la salud mental y el suicidio, así como una serie de consecuencias económicas con repercusiones para la salud, se reconoce cada vez más que sus beneficios postulados merecen un estudio cuidadoso [...] Proponemos un enfoque que equilibre las ventajas de los análisis empíricos y que al mismo tiempo tenga en cuenta la dinámica epidémica subyacente. Comparamos la propagación de la epidemia en los lugares que implementaron INFMR con los contraejemplos que implementaron sólo INF menos restrictivas (INFmr). De esta manera, puede ser posible aislar el papel de las INFMR, la red de INFmr y la dinámica de la epidemia. Aquí, utilizamos Suecia y Corea del Sur como contraejemplos para aislar los efectos de las INFMR en los países que implementaron tanto INFMR como INFmr. A diferencia de la mayoría de sus vecinos que implementaron cierres obligatorios de viviendas y negocios, el enfoque de Suecia en las primeras etapas de la pandemia se basó completamente en las INFmr, incluyendo pautas de distanciamiento social, desalentando los viajes internacionales y nacionales, y una prohibición de las grandes reuniones. Corea del Sur tampoco aplicó las INFMR. Su estrategia se basó en inversiones intensivas en tests, rastreo de contactos y aislamiento de los casos infectados y de los contactos cercanos.
Describen su metodología de la siguiente manera:
Estimamos los efectos únicos de las INFMR en la tasa de crecimiento de los casos durante la primavera del hemisferio norte de 2020 en Inglaterra, Francia, Alemania, Irán, Italia, Países Bajos, España y EEUU, comparando el efecto de los INF en estos países con los de Suecia y Corea del Sur (por separado). Los datos que utilizamos se basan en un análisis de los efectos de las INF y consisten en números de casos diarios en las regiones administrativas subnacionales de cada país (por ejemplo, regiones de Francia, provincias de Irán, estados de los EEUU y condados de Suecia), fusionados con el tipo y el calendario de las políticas de cada región administrativa...

Es importante señalar que, como el verdadero número de infecciones no es visible en ningún país, es imposible evaluar el impacto de las políticas nacionales en la transmisión de nuevas infecciones. En cambio, seguimos otros estudios que evalúan los efectos de las INF que utilizan números de casos, suponiendo implícitamente que su dinámica observada puede representar una sombra consistente de la dinámica de la infección subyacente.
Habiendo establecido su método dicen:
En el marco de este análisis, no hay pruebas de que las intervenciones no farmacéuticas más restrictivas ("confinamientos") hayan contribuido sustancialmente a rebajar la curva de los nuevos casos en Inglaterra, Francia, Alemania, Irán, Italia, Países Bajos, España o EEUU a principios de 2020. Al comparar la eficacia de las INF en las tasas de crecimiento de casos en los países que aplicaron medidas más restrictivas con los que aplicaron medidas menos restrictivas, la evidencia apunta a que no indican que las INFMR hayan proporcionado un beneficio significativo adicional por encima de las INFmr. Si bien no se pueden excluir modestas disminuciones del crecimiento diario (por debajo del 30%) en unos pocos países, la posibilidad de grandes disminuciones del crecimiento diario debido a las INFMR es incompatible con los datos acumulados...
Luego analizan el aumento invernal del número de casos.
Durante el otoño e invierno de 2020 en el hemisferio norte, muchos países, especialmente en Europa y EEUU, experimentaron una gran ola de morbilidad y mortalidad por COVID-19. Esas olas se encontraron con nuevas (o renovadas) INF, incluyendo INFMR en algunos países (por ejemplo, Inglaterra) e INFmr en otros (por ejemplo, Portugal) que habían usado INFMR en la primera ola. La propagación de las infecciones en los países que se salvaron en gran medida en la primavera (por ejemplo, Austria y Grecia) pone aún más de relieve los problemas y la limitada capacidad de las INF para controlar la propagación de este virus respiratorio altamente transmisible. Los datos empíricos sobre las características de las muertes en la última oleada antes de que se adoptaran las INFMR, en comparación con la primera oleada (cuando se habían utilizado INFMR), muestran que la proporción de muertes por COVID-19 que se produjeron en los asilos de ancianos fue a menudo mayor con las INFMR que con las medidas menos restrictivas. Esto sugiere además que las medidas restrictivas no logran claramente la protección de las poblaciones vulnerables. Algunas pruebas también sugieren que, a veces, con medidas más restrictivas, las infecciones pueden ser más frecuentes en los entornos en que residen las poblaciones vulnerables en relación con la población general.
Por último, concluyen:
En resumen, no encontramos pruebas sólidas que apoyen el papel de las INF más restrictivas en el control del COVID-19 a principios de 2020. No cuestionamos el papel de todas las intervenciones de salud pública, o de las comunicaciones coordinadas sobre la epidemia, pero no encontramos un beneficio adicional de las órdenes de permanencia en el hogar y los cierres de negocios. Los datos no pueden excluir totalmente la posibilidad de algunos beneficios. Sin embargo, incluso si existen, esos beneficios pueden no corresponder a los numerosos perjuicios de esas medidas agresivas. Las intervenciones de salud pública más selectivas que reducen más eficazmente las transmisiones pueden ser importantes para la futura lucha contra las epidemias sin los perjuicios de las medidas altamente restrictivas.
Es bastante técnico, pero vale la pena tomarse el tiempo para leerlo íntegramente.

Paren las rotativas: Un nuevo estudio en Suecia ha descubierto que los maestros de escuela no tenían más probabilidades de contagiarse de COVID-19 que el resto de la población cuando Suecia permaneció abierta durante el primer confinamiento.