Traducido por el equipo de SOTT.net

Los investigadores han vinculado los viajes de un mamut lanudo de 14.000 años de antigüedad con los asentamientos humanos más antiguos conocidos en Alaska, proporcionando pistas sobre la relación entre la icónica especie y algunas de las primeras comunidades que cruzaron el puente terrestre de Bering.
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© Julius CsostonyiUna representación artística muestra a tres mamuts siendo observados por una familia de antiguos habitantes de Alaska desde las dunas cercanas al yacimiento arqueológico de Swan Point, un campamento de caza estacional ocupado hace 14.000 años.
Los científicos establecieron esas conexiones utilizando análisis isotópicos para estudiar la vida de una hembra de mamut, llamada Élmayųujey'eh, por el Consejo del Pueblo del Lago Healy. Un colmillo de Elma fue descubierto en el yacimiento arqueológico de Swan Point, en el interior de Alaska. Las muestras del colmillo revelaron detalles sobre Elma y el viaje de unos 1.000 kilómetros que realizó en vida a través de Alaska y el noroeste de Canadá.

Los datos isotópicos, junto con el ADN de otros mamuts del yacimiento y las pruebas arqueológicas, indican que los primeros habitantes de Alaska probablemente estructuraron sus asentamientos de forma que coincidieran con las zonas donde se congregaban los mamuts. Estos hallazgos, publicados en la revista Science Advances, demuestran que los mamuts y los primeros cazadores-recolectores compartieron hábitat en la región. La presencia previsible a largo plazo de mamuts lanudos habría atraído a los humanos a la zona.

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© Matthew WoollerMatthew Wooller, profesor de la Facultad de Pesca y Ciencias Oceánicas de la UAF, sentado entre colmillos de mamut de la colección del Museo del Norte de la Universidad de Alaska.
"Se desplazó por la región más densa de yacimientos arqueológicos de Alaska", explica Audrey Rowe, estudiante de doctorado de la Universidad de Alaska Fairbanks y autora principal del trabajo. "Parece que estas primeras gentes establecían campamentos de caza en zonas frecuentadas por mamuts".

El colmillo de mamut fue excavado e identificado en 2009 por Charles Holmes, profesor investigador afiliado de antropología de la UAF, y François Lanoë, investigador asociado de arqueología del Museo del Norte de la Universidad de Alaska.

Encontraron el colmillo de Elma y los restos de dos mamuts juveniles emparentados, junto con pruebas de hogueras, del uso de herramientas de piedra y de restos descuartizados de otros animales de caza. Todo ello "indica un patrón consistente con la caza humana de mamuts", dijo Ben Potter, arqueólogo y profesor de antropología de la UAF.

Los investigadores de la Alaska Stable Isotope Facility de la UAF analizaron miles de muestras del colmillo de Elma para recrear su vida y sus viajes. Los isótopos proporcionan marcadores químicos de la dieta y la ubicación de un animal. Estos marcadores quedan registrados en los huesos y tejidos de los animales y permanecen incluso después de su muerte.

Los colmillos de mamut se prestan bien al estudio isotópico porque crecieron a lo largo de la vida de los antiguos animales, con capas claramente visibles que aparecen cuando se parten longitudinalmente. Estas bandas de crecimiento permiten a los investigadores obtener un registro cronológico de la vida de un mamut mediante el estudio de los isótopos en muestras tomadas a lo largo del colmillo.

Gran parte del viaje de Elma coincidió con el de un mamut macho estudiado anteriormente que vivió 3.000 años antes, lo que demuestra patrones de movimiento a largo plazo de los mamuts durante varios milenios. En el caso de Elma, también indicaban que era una hembra sana de 20 años.

"Era una joven adulta en la flor de la vida. Sus isótopos demuestran que no estaba desnutrida y que murió en la misma estación que el campamento de caza estacional de Swan Point donde se encontró su colmillo", explica el autor principal, Matthew Wooller, director de la Instalación de Isótopos Estables de Alaska y profesor de la Facultad de Pesca y Ciencias Oceánicas de la UAF.

La época en que vivió Elma puede haber agravado los problemas planteados por la aparición relativamente reciente de los humanos. El paisaje estepario dominado por pastos y arbustos que había sido habitual en el interior de Alaska empezaba a desplazarse hacia terrenos más boscosos.


Comentario: Para sustentar a los mamuts, es probable que el terreno ya fuera relativamente frondoso: De Mamuts congelados y catástrofes cósmicas


"El cambio climático al final de la era glacial fragmentó el hábitat abierto preferido de los mamuts, lo que redujo potencialmente sus movimientos y los hizo más vulnerables a la depredación humana", afirma Potter.

También han contribuido al estudio la Universidad de Alaska Anchorage, la Universidad de Ottawa, la Universidad McMaster, el Museo del Norte de la Universidad de Alaska, el Museo de Paleontología de la Universidad de Michigan, la Universidad Adelphi, la Universidad de Arizona, el Instituto Hakai y el Consejo del Pueblo del Lago Healy.
Más información: Audrey Rowe et al, A female woolly mammoth's lifetime movements end in an ancient Alaskan hunter-gatherer camp (Los movimientos de la vida de una hembra de mamut lanudo terminan en un antiguo campamento de cazadores-recolectores de Alaska), Science Advances (2024). DOI: 10.1126/sciadv.adk0818. www.science.org/doi/10.1126/sciadv.adk0818

Información de la revista: Science Advances