volcán Copahue
© Antonio Huglich/AFP/Getty ImagesErupción del volcán Copahue en Neuquén.
Argentina. Un nuevo enjambre en relación al volcán Copahue hizo que los geólogos del Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN) y Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (OVDAS) alzaran de alerta amarilla a la alerta naranja.

El enjambre de sismos se inició el 22 de enero a las 14:20 hora local y persistía hasta el último informe de SERNAGEOMIN.

Hay que resaltar que el inicio del enjambre estuvo caracterizado por eventos de carácter relativamente profundo, habiendo evolucionado a sismos más superficiales y adicionalmente con mayor ocurrencia de eventos tipo VT (asociados con ruptura de roca) que en las horas de la tarde.

"Las observaciones de las imágenes obtenidas con la cámara IP instalada alrededor del volcán, no muestran actividad de columna eruptiva ni incandescencia hasta ahora", agrega el informe.

En solo 4 horas de la tarde del martes se registraron alrededor de 500 eventos sísmicos. Los geólogos anticipan que a causa del aparente estado de conducto abierto que presenta el volcán desde el mes pasado, aumentan la posibilidad de ocurrencia de eventos eruptivos en un futuro relativamente cercano.

Por los antecedentes éstas serían erupciones menores, con características similares a las ocurridas en los últimos meses y/o las observadas en erupciones anteriores,

"Se recomienda especial atención en un radio de 5 kilómetros alrededor del cráter activo y en las riberas de los cauces de los ríos que nacen en el volcán por la posibilidad de ocurrencia de lahares".

El volcán Copahue está localizado en la frontera con Argentina, en la región de Biobío de Chile, a 110 kilómetros al sureste de Los Ángeles. Su vecino más cercano es el volcán Callaqui, situado 25 kilómetros al oeste.

Su cono se alza a 2965 metros sobre el nivel del mar y su base es de siete kilómetros.

Es un estratovolcán con una decena de cráteres. La parte activa se concentra en el cráter llamado El Agrio, que presenta fumarolas permanentemente junto a un lago ácido en su interior. Hay evidencias geológicas de "actividad fisural, y domos de lava riolítica", señala SERNAGEOMIN.

Lo cubre un glaciar permanente y "debido a esto, es un potencial generador de lahares que pueden alcanzar extensas distancias por los valles tanto chilenos como argentinos", describen geólogos. Entre los posibles afectados en Chile son la localidad de Ralco y los poblados de los ríos Queuco y Lomín.

"No se tiene registro histórico de erupciones con emisión de lava, aunque en el último siglo ha presentado varias reactivaciones explosivas con emisión de cenizas, destacándose la de agosto de 1992", agrega el informe.