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Las redes sociales, hasta el gorro del mal tiempo.
Habrá que esperar al "50" para desabrigarse, si pasan las tormentas, frío y granizo que se pronostican para la próxima semana.

Con temperaturas mínimas de un dígito y máximas que suben tímidas a los 20 grados, hoy, no se recomienda.

Una primavera especialmente inestable prolonga la sensación de que el invierno no termina de irse y de que el verano no llega, con pronóstico catastrofista de por medio que con acento galo apuntaba a su desaparición total del calendario europeo.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) asegura que el verano se manifestará a su tiempo sin anomalías significativas y que las masas frías procedentes del Atlántico que actualmente se suceden, remitirán.

Primaveras lluviosas, como la que se registra este año, generan inicios de verano más atemperados, ha explicado a EFEverde el meteorólogo Ángel Rivera, porque gran parte de la energía solar se utilizará en evaporar la humedad acumulada en suelos y vegetación.

Con una temperatura media de 14,6 grados C, más de un grado por debajo de la norma, mayo ha sido un mes "relativamente frío" y el "más frío en conjunto" desde 1985, dice la Aemet.

La Agencia destaca que son habituales las oscilaciones acusadas de temperaturas a lo largo de los meses de primavera. En mayo de 2013 la temperatura máxima más alta se registró el día 7 en Valencia-aeropuerto, 35, grados, y la mínima más baja el 18 del mes, en el puerto madrileño de Navacerrada, casi tres grados bajo cero. Una variación de 38 grados en menos de diez días.

Esa dinámica, se mantiene y para las próxima semana se adelantan descensos en las temperaturas tanto mínimas como máximas, que empiezan a subir "de forma moderada" a partir del lunes.

La semana empieza nubosa y con probabilidad de chubascos en zonas del noroeste peninsular, tal vez de intensidad moderada en el oeste de Galicia.

Sigue cubierto el martes con cielo entre nuboso o muy nuboso en el extremo noroeste de la península, con probables precipitaciones débiles, localmente moderadas en el oeste de Galicia, y las temperaturas suben de forma ligera.

El miércoles se repite pronóstico y el jueves y viernes se espera otra vez que vuelvan a bajar las temperaturas, aunque en el margen establecido con el cambio de mes, máximas en torno a los 20 grados y mínimas por debajo de diez.

Las masas de aire frío atlántico que entran por el noroeste peninsular y se originan por el movimiento de aire polar hacia latitudes más bajas o por aire marítimo que se desplaza sobre la tierra más caliente o aire continental moviéndose sobre un mar más cálido, son el origen de esta inestabilidad.

La mejor explicación la ha dado en una reciente publicación el profesor de Análisis del Sistema Tierra del Instituto de Investigación del Impacto Climático de Postdam (Alemania), Vladimir Petoukhov, que relaciona la pérdida de hielo del pasado verano y el cambio de dirección de la "corriente del chorro", un flujo de vientos muy fuertes a gran altura que gobierna los sistemas de tormentas en el hemisferio Norte.

La causa científica es que un aumento de calor en el océano y la atmósfera debilita esa corriente y modifica su dirección dominante, que es de Oeste a Este, dando lugar a un mayor flujo de vientos en dirección Norte-Sur, generalmente fríos.

El catedrático de Física de la Atmósfera de la Universidad Complutense de Madrid, Ricardo García Herrera, coincide con esa teoría y apunta, además, que la llamada "Oscilación del Atlántico Norte" (NAO) haya estado en fase negativa, lo que supone un debilitamiento del anticiclón de las Azores que permite el paso de borrascas sobre el territorio español, muy avanzada la primavera.

España ha pasado del año más seco en medio siglo a uno de los más húmedos con el mes de marzo de mayor pluviometría desde que en 1947 comenzaron los registros de precipitaciones.

Ya no basta con mirar al cielo en busca de respuestas climatológicas, hay que saber de física y llevar a mano tanto el paraguas como el abanico.