Una investigación aporta nuevos indicios de que los orígenes de la momificación comenzaron en el Antiguo Egipto unos 1.500 años antes de lo que se pensaba previamente.

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© Leeds Museums and Galleries, Leeds City MuseumMomia de Nesyamun, fallecido alrededor del año 1100 antes de Cristo.
Las teorías tradicionales sobre la momificación en el Antiguo Egipto sugieren que en la prehistoria (el Neolítico Tardío y los períodos Predinásticos entre los años 4500 y 3100 antes de Cristo), los cuerpos eran desecados de forma natural a través de la acción de la arena caliente y seca del desierto.

Las pruebas científicas demostrando el uso temprano de resinas en la momificación artificial habían estado, hasta ahora, limitadas a casos aislados durante el Imperio Antiguo tardío (hacia el 2200 antes de Cristo). Su uso se hizo más habitual durante el Imperio Medio (hacia los años 2000 a 1600 antes de Cristo).

Los hallazgos científicos de un estudio de 11 años realizado por expertos de las universidades de York y Oxford en el Reino Unido, y Macquarie en Australia, han permitido identificar la presencia de agentes químicos de embalsamamiento complejos en vendas de lino tomadas de momias provenientes de tumbas de uno de los cementerios egipcios más antiguos registrados, en Mostagedda, en la región del Alto Egipto.

Antecediendo a la prueba científica más antigua en más de un milenio, estos agentes de embalsamamiento detectados por el equipo de la egiptóloga Jana Jones constituyen una versión pionera, seguramente consecuencia directa de los experimentos definitivos sobre momificación, de las complejas fórmulas hechas a base de los mismos productos naturales, y en proporciones similares, que aquellos empleados en el apogeo de la práctica de la momificación faraónica unos 3.000 años más tarde.