El presidente del tribunal supremo israelí, Asher Grunis, ordenó el jueves el desmantelamiento del asentamiento ilegal de Amona, ubicado en el centro de Cisjordania.
Imagen
"Debido a que las estructuras fueron construidas en tierras privadas, no hay manera de legalizarlas, incluso con carácter retroactivo (...) Israel debe aplicar la orden del derribo de todas las estructuras, tal y como se comprometió a hacerlo", declaró Grunis en su fallo.

El veredicto se produjo en respuesta a una apelación presentada por los palestinos que son dueños de las tierras usurpadas por los colonos en las que fue construido el asentamiento de Amona hace 17 años.

Unas 50 familias, con unos 300 miembros, deben abandonar, en un plazo de dos años, esta colonia, que de acuerdo con el diario hebreo Haaretz es el mayor asentamiento ilegal en Cisjordania.

Una corte israelí ordenó el pasado junio indemnizar a seis palestinos cuyas tierras habían sido despojadas para construir Amona.

En 2004, el régimen israelí ordenó la demolición de nueve casas que se habían construido en el sitio, y en 2006, el ejército de este régimen comenzó a evacuar a sus residentes que se resistían a acatar la medida.

Más de 300 personas, entre ellas tres parlamentarios israelíes, resultaron heridas en los enfrentamientos entre ambas partes.

Aunque el régimen israelí ve ilegales solo las viviendas construidas sin su luz verde, la comunidad internacional considera ilegales todos los asentamientos erigidos en el territorio ocupado de Cisjordania y Al-Quds (Jerusalén), donde viven más de medio millón de israelíes en unas 120 colonias.