Dos niños perdieron la vida, una mujer embarazada y otro niño se encuentran desaparecidos y unas 12.000 personas fueron evacuadas por inundaciones en el norte de Argentina, informaron el lunes la policía y gobiernos provinciales.
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En la provincia de Salta, fronteriza con Bolivia, el drama se desató cuando una camioneta con nueve personas a bordo intentó cruzar un río que había aumentado su caudal en los últimos días por fuertes precipitaciones.
"El vehículo fue arrastrado por la correntada y dos niños se ahogaron, mientras una mujer embarazada y otro niño se encuentran desaparecidos", dijo a la AFP una portavoz de la oficina de prensa de la Policía de Salta.
Los cuerpos de los dos niños fallecidos -menores de cinco años- fueron encontrados mientras el resto de los pasajeros fue trasladado a un hospital y se encuentran en observación por traumatismos, agregó la misma fuente.

En tanto, en la provincia vecina de Tucumán, las autoridades ordenaron este lunes la evacuación total de dos poblaciones que involucran unas 12.000 personas, como consecuencia de graves inundaciones.
"Esperamos graves problemas en Lamadrid y en Graneros. Vamos a tratar de evacuar a todos", sostuvo en rueda de prensa el gobernador provincial José Alperovich.
Lamadrid y Graneros se encuentran a unos 120 km de la capital provincial (1.312 km al norte de Buenos Aires).

Las torrenciales lluvias caídas en los últimos días obligaron a la apertura de todas las compuertas del dique Escaba, sobre el río Marapa, y esa masa de agua es la que se desplaza hacia las poblaciones evacuadas.

Las autoridades ordenaron la apertura de las compuertas porque corría peligro la seguridad de la represa, dijo Fernando Torres, titular de Defensa Civil provincial al canal de noticias TN.

En 1992 y en 2000, Lamadrid ya había quedado bajo el agua por la crecida del rio Medinas y hubo miles de evacuados que debieron abandonar sus casas de forma intempestiva.

En el sur tucumano, donde arrecian las inundaciones, fueron suspendidas las clases.

La semana pasada unas 6.000 personas tuvieron que abandonar temporalmente sus hogares en las provincias centrales de Córdoba, Santa Fe, San Luis y Santiago del Estero.

Organizaciones ambientalistas, como Greenpeace, atribuyeron las inundaciones a la pérdida "de gran parte de bosques nativos por el avance descontrolado de la frontera agropecuaria, lo que hizo a la zona mucho más vulnerable a las intensas precipitaciones".(I)