El 14 de septiembre, Ahmed Mohamed, un niño de 14 años fue arrestado en su escuela en el estado de Texas en Estados Unidos, ¿su crimen? ser muy inteligente y encontrar divertido inventar cosas. Esta vez creó un reloj que quería enseñar a su profesor de ingeniería.

El reloj se parecía a una bomba, según su profesora de ingles, quien se lo quitó y se lo entregó al director, consecuentemente, Ahmed fue esposado y llevado a una prisión para jóvenes.
Ahmed Mohamed
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La rabia e indignación llenó las redes sociales, en Twitter y Facebook se habló de racismo y de perfiles raciales y demás, hasta que la clase política decidió explotar la situación para ganar puntos frente al público.

Obama lo invitó a la Casa Blanca, Hillary Clinton lo felicitó por su creatividad y capacidad inventiva, y todos tuvieron un día espléndido con la historia de Ahmed.

Ahora Ahmed es más que nada una herramienta para el establecimiento político, ¿hubiese sido diferente si no estuviéramos en tiempos de elecciones presidenciales? tal vez, aunque la bestia política no duerme nunca.
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© LIveLeak
El 17 de septiembre publicamos un artículo acerca de otro chico, que fue arrestado por 9 oficiales, ¿su crimen? caminar y cruzar la calle de manera "poco segura", ¿lo invitaron a la Casa Blanca? no que yo sepa.

El problema con Estados Unidos ya ni siquiera es racial, como hemos descrito antes, el abuso policial no es exclusivo a los ciudadanos negros o trigueños, ocurre en todo el país y le pasa a todos sin discriminación, aunque claro está que cuanto más alto te encuentres en la pirámide social del país, menos posibilidades de encontrarte en una situación peligrosa con las fuerzas de la ley, así hayas cometido un crimen o no.

El problema de Estados Unidos es que se ha convertido en una sociedad histérica, en la que una profesora, quien presuntamente sabe poco o nada acerca de bombas, puede hacer un juicio acerca de algo que parece una bomba y hacer que un menor de edad sea arrestado en frente de sus compañeros. La propaganda ha funcionado tan bien que un adulto, cuyo trabajo es guiar y educar a los estudiantes, pierde toda capacidad de pensamiento lógico y moral. Como diría Lobaczewski:
"Cuando unas pocas generaciones que gozan de la despreocupación característica de los "buenos tiempos" culminan con un déficit social tanto en lo que concierne a la habilidad psicológica como a la crítica moral, se abre el camino para que conspiradores patológicos, encantadores de serpientes e incluso impostores más primitivos comiencen a actuar y a fundirse con los procesos de origen del mal "
Desde el 11-S hemos sido condicionados de manera efectiva para hacer de una amenaza fantasma una realidad sólida, la falsa amenaza del terrorismo está en todas partes, al aceptar esto estamos por definición perdiendo nuestra conexión con la realidad, es decir, estamos viviendo dentro de una mentira, en la que participamos de manera activa, como lo hizo esta profesora.

Esto le permite a un grupo pequeño de psicópatas ambiciosos de poder insinuarse hacia posiciones de autoridad y explotar el miedo de esta realidad creada por ellos mismos para sus propios intereses perversos, Esto ocurre de manera gradual hasta que, como dijo Lobaczewski, todos los aspectos de una estructura social son dirigidos por psicópatas:
"En una patocracia, todos los puestos de liderazgo (desde los más elevados hasta el del intendente de un pueblo y los gerentes de cooperativas comunitarias, por no mencionar a los jefes de las centrales de policía, personal policial de brigadas especiales y activistas en el partido patocrático) deben ser ocupados por individuos con trastornos psicológicos que, por lo general, son hereditarios.

No obstante, estas personas constituyen un porcentaje muy pequeño de la población, lo que las hace aún más valiosas para los patócratas. Su nivel intelectual o sus aptitudes profesionales no conforman un criterio de selección útil, ya que resulta todavía más difícil encontrar personas con habilidades superiores dentro de esa minoría. Para cuando este sistema lleva ya varios años gobernando, el 100% de los individuos que presentan una psicopatía esencial están involucrados en la actividad patocrática; se les considera los más leales, aun si algunos de ellos formaron parte del partido opuesto en el pasado."
Este es el problema con EEUU hoy, no es racismo, aunque se explota el que existe, no son las clases sociales, aunque se usan, no es la ignorancia de la comunidad, es el asentamiento de un proceso llamado ponerización, un proceso en el que la sociedad se convierte en su peor enemigo, ya que empieza a ayudar a su propio depredador, los psicópatas, quienes van a explotar cada pequeño ámbito divisivo presente en una sociedad de la manera más destructiva posible, de esta manera nunca nos vamos a mirar los unos a los otros y darnos cuenta que la fuente real de la mayoría de la miseria en la que vivimos es responsabilidad de aquellos que se sitúan en una pirámide social de la que el resto de nosotros nunca elegimos ser parte.

La capacidad de pensar y razonar, de sentir empatía por los demás, de vivir una situación de manera compasiva y humana está tan perdida que permitimos que un menor de 14 años sea arrestado en la escuela por ser listo, y un muchacho sin nombre sea atacado y secuestrado arrestado en la calle por caminar de manera libre. Las señales del deterioro de la sociedad norteamericana son muy claras como para ignorarlas, y la prognosis por sus síntomas no es nada alentadora.
"Cuando gobiernan tres "egos" - egoísmo, egotismo, y egocentrismo - la sensación de lazos sociales y responsabilidad hacia otros desaparece, y la sociedad en cuestión se divide en grupos cada vez más hostiles unos con otros. Cuando un ambiente histérico deja de diferenciar las opiniones de personas limitadas, no del todo normales, de aquellas de personas normales, razonables, esto abre la puerta para que entre la activación de factores patológicos de diversas naturalezas.