El ex funcionario tenía un fusil en su poder. Lo detectó un vecino de la zona mientras se disponía a cavar un pozo.
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"Es casi de película. Hay que esperar las explicaciones (de López) sobre qué hacía en ese lugar, de qué era la plata que tenía y el arma de guerra". Ni la Casa Rosada encontraba hoy el calificativo adecuado para narrar los hechos. Es que José López, el ex secretario de Obras Públicas de la Nación, mano derecha de Julio De Vido, fue detenido intentando ocultar todo un tesoro en un monasterio.
Fue en General Rodríguez, en el conurbano bonaerense, en horas de la madrugada. Un vecino llamó al 911 para denunciar que un hombre había estacionado un auto Chevrolet Meriva y arrojaba bolsas desde la calle al interior del monasterio de las monjas orantes y penitentes Nuestra Señora del Fátima.
El móvil del comando patrulla General Rodríguez se constituyó en el lugar y detuvo al sospechoso: José López, de 55 años, con domicilio en Tigre, hombre de confianza de Néstor y Cristina.
Las versiones hablan de hasta 8 millones de dólares, de fajos de billetes en euros, de relojes. No sólo eso; las fotos develan que el ex funcionario tenía en su poder un arma poderosa: una carabina suiza semiautomática marca Sig Saguier calibre .22 y cargador con 25 balas.
La monja encargada de la iglesia donde sucedió el hecho declaró ante la prensa porteña que conocía a López y que visitaba el lugar al menos una vez al año. "Es un hombre muy bueno, pero estaba medio loco", comentó la monja a Radio
La Red. "Me van a llevar preso; robé dinero para ayudar acá'", le habría dicho según relató la religiosa.
El actual intendente de General Rodríguez desmintió las versiones según la cual López intentaba "enterrar" todo. "No lo estaba enterrando, lo que entendemos es que lo estaba guardando en alguna dependencia del lugar. No se vio que lo estuviera enterrando", sostuvo Miguel Kubar, quien contó que quedó "muy sorprendido" por la "montaña de plata", porque "cuando uno habla de la ruta del dinero, cree que está lejos".
AsombroEl jefe de Gabinete dijo esta mañana que el gobierno nacional tomó con "asombro" la noticia del ex funcionario kirchnerista, detenido cuando estaba enterrando bolsas con dólares y otros valores. Marcos Peña contó que fue la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, quien, luego de recibir el informe de la Policía provincial, le avisó al presidente Mauricio Macri sobre la detención.
El funcionario recordó que el detenido no era un actor menor en el andamiaje "K".
"Manejaba todo lo que fue la obra pública, un área donde había problemas de transparencia y corrupción", dijo Peña.
Conocían el monasterioJosé López -al igual que Julio De Vido- conocían bien el lugar donde el ex secretario de Obras Públicas de la Nación fue detenido, intentando enterrar su "tesoro". El monasterio de Nuestra Señora de Fátima era el lugar de residencia de monseñor Rubén Di Monte, arzobispo emérito de Mercedes-Luján, fallecido el pasado 18 de abril.
En 2011 el prelado fue acompañado por el intendente municipal, Juan Pablo Anghileri; el ministro de Desarrollo Social de la provincia, Baldomero Álvarez de Olivera; el propio José López en la presentación del "Fatimóvil".
En 2014 tanto el ministro como su secretario participaron de la misa en conmemoración del 60º aniversario de la ordenación como sacerdote de Di Monte. Fue en la misma capilla del monasterio donde quedó detenido el ex funcionario kirchnerista.
El intendente de General Rodríguez, Miguel Darío Kubar (Cambiemos), aseguró hoy que tanto el ex ministro de Planificación como el ex gobernador bonaerense Daniel Scioli, visitaban el monasterio
EnriquecidoJosé López fue electo diputado al Parlasur por el Frente para la Victoria. Junto al ex ministro de Planificación llegó al poder de la mano de Néstor.
El ex secretario kirchnerista de Obras Públicas y actual diputado del Parlasur José Francisco López, detenido cuando intentaba enterrar bolsos con millones de dólares en un convento abandonado, lleva ocho años denunciado en la Justicia Federal por supuesto enriquecimiento ilícito.
El abogado porteño Ricardo Monner Sans, titular de la Asociación Civil Anticorrupción, recordó hoy que ya en 2008 denunció a López, junto al entonces ministro de Planificación Federal Julio De Vido, y la causa recayó por sorteo en el juzgado federal número tres de Daniel Rafecas con el número 12.441/2008.
Comentario: Finalmente cae un exfuncionario del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner con una cantidad de dinero en monedas extranjera descomunal intentando ocultarla. Un corrupto entre lo que seguramente deben ser varios. Ahora el festival mediático esta de parabienes poniendo el foco en el caso en particular y sus implicancias para el exgobierno kirchnerista sin pensar en todos los costados de este evento digno de una película.
El corrupto señor López (lo que podría ser sin duda un buen nombre si llevan esta historia al cine) fue funcionario responsable de la concesión de obra pública durante más de una década. El hecho de circular con esta escandalosa cantidad de dinero hace pensar que muy posiblemente el mismo proceda de "dádivas" (para ser claros, sobornos) provenientes de las principales empresas que licitatarias de obra pública entre las cuales se encuentra IECSA, propiedad del primo hermano de Mauricio Macri (sabido por todos que es su testaferro), y tercera en el podio detrás de Techint y Electroingeniería.
Si de verdad se quiere acabar con la corrupción en Argentina esta investigación debería hacer caer tanto a los demás funcionarios involucrados como a todos los empresarios y empresas que han robado millones aprovechando la deshonestidad de éstos.
También es justo decir que los políticos corruptos no son representantes ni de los ideales ni del modelo que sostiene el gobierno que los aloja. Claro que los opositores al kirchnerismo aprovecharán este desagradable y repudiable evento para golpear lo que alguna vez fue un buen intento (lamentablemente fallido) de mejorar el bienestar del pueblo argentino y distribuir un poco mejor las riquezas de ese pueblo. En nuestro interior tendremos que hacer un esfuerzo sin igual por separar la paja del trigo y evitar arrojar al bebe junto con el agua de la bañera.