Los protectores de animales parecen contar con nuevos aliados en su batalla por salvar las especies y favorecer el medio ambiente, y no son ni ciudadanos conscientes ni líderes políticos, sino seres de las profundidades marinas como la ballena jorobada.
ballena jorobada
© Alberto Loyo
Las sorprendentes revelaciones sobre el comportamiento de las ballenas jorobadas para rescatar animales en peligro de ser devorados por depredadores marinos aparecen documentadas en un reciente artículo de la revista Marine Mammal Science.


El patrón de conducta de la ballena jorobada alrededor del mundo está ahora en el foco de atención de la comunidad científica ante lo que parece ser un esfuerzo intencional del animal para auxiliar a especies desprotegidas ante la acción depredadora de sus primas biológicas, las orcas o ballenas asesinas.

Las conclusiones preliminares sobre este impactante fenómeno fueron formuladas por el ecologista marino Robert Pitman, investigador del Southwest Fisheries Science Center de California, a partir de una observación particularmente dramática en el comportamiento de las ballenas jorobadas, ocurrida en la Antártida en 2009.

El incidente observado hace siete años fue el momento en que un grupo de orcas se disponía a cazar una foca de Weddell atrapada en un témpano de hielo de la Antártida. Las orcas comenzaron a golpear el hielo y lograron sacar a la foca del témpano, dejando el escenario listo para terminar con la presa acosada, cuando repentinamente una ballena jorobada emergió a la superficie para salvar a la foca.

El "salvamento" no resultó un hecho accidental. Tras salir a la superficie, la ballena jorobada colocó a la foca sobre su vientre para mantenerla fuera del agua. Luego empleó sus aletas para cuidadosamente permitirle a la foca subirse de nuevo al témpano hasta que finalmente pudiera nadar con total seguridad, hasta otra plataforma helada más segura.

Después de ser testigo de esa escena durante una expedición a la Antártida, Pitman decidió investigar más a fondo el fenómeno y comenzó a contabilizar datos sobre las ballenas jorobadas que interactúan con las orcas.

El resultado estadístico fue sorprendente.

Halló 115 interacciones documentadas, reportadas por 54 observadores diferentes entre 1951 y 2012. De ellos, en el 89 por ciento de los casos registrados, las ballenas jorobadas parecían intervenir solamente cuando las orcas comenzaron su cacería de otros animales, o cuando ya estaban involucradas en el acecho.

Las evidencias registradas parecían apuntar a que las ballenas jorobadas elegían interactuar con las orcas con el propósito específico de abortar sus cacerías.

Entre los animales que han sido rescatados por las ballenas jorobadas se encuentran leones marinos de California, peces luna, focas y ballenas grises.

Los científicos autores del artículo sugieren investigar si este "esfuerzo altruista" es una característica inherente del comportamiento de la ballena jorobada.

Por el momento existen algunas hipótesis para pensar que el comportamiento de las jorobadas no es totalmente desinteresado. Las ballenas jorobadas adultas son suficientemente grandes y poderosas como para ser presas de las orcas, pero sus crías sí resultan vulnerables y no pocas veces son víctimas de sus primas asesinas, como lo son los ballenatos grises.

De modo que frustrarles la caza a las orcas puede resultar una "advertencia" de que no se lancen contra sus crías.

¿Venganza, prevención o altruismo? Son comportamientos atribuidos a los seres humanos que el futuro podría comenzar a considerarlos como parte de las reacciones animales, en evidencia de una compleja "vida emocional" de las jorobadas, algo que no tendría precedentes conocidos entre los mamíferos marinos.