"Si bien esta operación militar/paramilitar sigue adelante, tenemos que utilizar nuestros recursos diplomáticos de inteligencia y más tradicionales para presionar a los Gobiernos de Catar y Arabia Saudita, que están proporcionando apoyo financiero y logístico clandestino al Estado Islámico y otros grupos radicales sunitas de la región", escribió la candidata demócrata a Podesta.
"Este esfuerzo se verá reforzado por el aumento de compromiso del GRK [Gobierno regional kurdo]. Los cataríes y los saudíes se encontrarán en una posición de equilibrio entre su actual política de competición para dominar el mundo sunita y las consecuencias de una fuerte presión de EE.UU.", añadió.Mientras tanto, a principios de este año Catar y EE.UU. parecían mantener al menos una relación de trabajo en los esfuerzos por combatir al Estado Islámico. En junio, bombarderos estadounidenses B-52 volaron a la base aérea catarí de Al Udeid, donde iban a ser desplegados para el combate contra los terroristas. Arabia Saudita también ha afirmado estar del lado de Washington en la lucha contra los yihadistas.
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