Después de las elecciones estadounidenses, el próximo referéndum de Italia parece destinado a convertirse en la próxima conflagración contra el statu quo político. Un "no" podría tumbar al primer ministro Matteo Renzi, impulsar el apoyo al antisistema Movimiento 5 Estrellas y dejar a Italia y Europa más débiles.
Matteo Renzi, primer ministro de Italia
© ReutersMatteo Renzi, primer ministro de Italia.
La temporada de incendios contra el poder establecido aún no ha terminado. Tras la victoria de Donald Trump en los comicios presidenciales de Estados Unidos y la decisión de los votantes de Reino Unido para abandonar la Unión Europea, llega el referéndum italiano sobre la reforma del Senado el próximo 4 de diciembre. Once encuestas recogidas por Reuters durante el mes de noviembre sugirieron que lo más probable es que el voto sea "no".

La situación de Italia parece menos seria. Después de todo, cambios arcanos en la constitución de un país no deberían desatar una crisis ni un cambio de gobierno. Aun así, el primer ministro Renzi está combatiendo contra fuerzas parecidas: insatisfacción popular combinada con un pobre crécimiento y el auge de los partidos antisistema. Voten lo que voten los italianos, Europa sentirá los efectos.

¿Qué van a votar los italianos?

El referéndum de Renzi propone un conjunto de reformas destinadas a mejorar la gobernanza en Italia. Los cambios reducirán el tamaño y el poder del Senado, que actualmente tiene el mismo poder que la cámara baja y puede derribar gobiernos y volver a redactar las leyes. También hará que las regiones recuperen autoridad.

Lo que ocurre es que no todo el mundo piensa que es un gran plan. Renzi tiene enemigos dentro de su propio Partido Democrático de centro-izquierda que se oponen a sus puntos de vista centristas y quieren deshacerse de él. Algunos críticos argumentan que las reformas están mal redactadas, o que no son democráticas.

Pero el problema es que el referéndum se ha convertido en un voto de protesta contra el liderazgo de Renzi y el denominado establishment. Muchos italianos están cansados de un crecimiento desalentador y de un desempleo juvenil de casi 40 por ciento.

El Movimiento 5 Estrellas, que quiere un referéndum sobre el euro, sigue ganando apoyos. Fundado por el cómico Beppe Grillo, se ha convertido en el segundo partido más grande de Italia según las últimas encuestas, a pesar de que su historial organizativo es irregular. Un reciente escándalo y acusaciones de incompetencia en Roma, donde es alcaldesa la miembro de 5 estrellas Virginia Raggi, han dañado relativamente poco su popularidad.

¿Y qué pasa si pierde Renzi?

El joven político de Florencia probablemente dimitiría como primer ministro, pero no tendría por qué ser su fin. Si consigue, digamos, más del 40 por ciento del voto y la participación es alta, podría argumentar que el nivel de aprobación con el que cuenta es todavía bueno e intentaría formar un nuevo gobierno. Pero también hay posibilidades de que partidos de izquierda y derecha formasen un gobierno sin él.

Cualquier gobierno débil querría entonces impulsar otra serie de reformas: un cambio en la ley electoral antes de las elecciones de 2018.

Actualmente, las dos cámaras parlamentarias italianas tienen sistemas electorales diferentes, lo que presenta un riesgo de bloqueo. Cambiar esto haría más fácil que una coalición gobernase. Para los partidos del "establishment" esto tiene la ventaja añadida de que el Partido 5 estrellas tenga más complicado hacerse con el poder.