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Cada día se suma más evidencia científica sobre los beneficios que tiene la lactancia en la salud y desarrollo intelectual de los bebés. Un nuevo trabajo determinó que el crecimiento del cerebro en los bebés está relacionado con la dedicación que invierten las madres en ellos, incluido el tiempo de embarazo y de amamantamiento.

El trabajo, publicado hoy en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) , estudió 128 especies de mamíferos, incluidos los seres humanos.

Muestra que el crecimiento del cerebro en los bebés está determinado por la duración del embarazo y el tiempo de lactancia. La investigación, realizada por antropólogos de la Universidad de Durham, llega a la conclusión de que cuanto mayor sea el período de embarazo y la lactancia en los mamíferos, más grande crecerá el cerebro del bebé.

Los investigadores dicen que los resultados refuerzan la sugerencia de que la lactancia es lo mejor para el desarrollo del cerebro y añade más evidencia a la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que la lactancia exclusiva debe durar 6 meses y seguir el amamantamiento hasta los 2 años, combinado con alimentos sólidos.

El estudio ayuda a explicar por qué los seres humanos que amamantan a sus bebés de hasta 3 años, además de su embarazo de nueve meses, tienen un período tan largo de dependencia, necesario para apoyar el crecimiento de nuestro enorme cerebro de 1.300 centímetros cúbicos.

En comparación, el gamo, una especie de ciervo que tiene el mismo peso que un humano, tiene un tiempo de embarazo de siete meses y un período de amamantamiento de hasta seis meses. El resultado es un cerebro de sólo 220 centímetros cúbicos, seis veces más pequeño que el humano.

Los investigadores analizaron datos estadísticos sobre el tamaño del cerebro y el cuerpo, la inversión en maternidad y otras variables en mamíferos como gorilas, elefantes y ballenas. Encontraron que el tamaño del cerebro en relación con el tamaño corporal está estrechamente vinculado a la inversión materna, esto es, la cantidad de tiempo que la madre está embarazada y el tiempo que amamanta a su cría.

El estudio muestra que la duración del embarazo determina el tamaño del cerebro en el nacimiento. El período de lactancia decide el crecimiento del cerebro después del nacimiento del bebé. También muestra que las madres con una alta tasa metabólica pueden darse el lujo de estimular más rápido el crecimiento del cerebro en el feto.

Antes y después del estudio. Robert Barton, autor principal del trabajo e investigador de la Universidad de Durham, explicó: "Ya sabíamos que las especies con cerebros grandes se desarrollan más lento, maduran tarde y tienen vidas más largas, pero lo que no siempre estuvo claro es cómo están relacionados el cerebro y su historia de vida".

El investigador agregó que estos resultados ayudan a entender cuáles son las implicaciones de los cambios evolutivos en las diferentes etapas, antes y después del nacimiento. Y concluyó: "Sin embargo, ahora tenemos que hacer más investigaciones para determinar exactamente cómo los cambios en las fases de crecimiento pre y posnatal afectan a la estructura del cerebro".

10 pasos para una lactancia materna exitosa

Salva vida. Según la OMS, cada año se salvarían 1,3 millón de niños menores de 12 meses si se alimentasen exclusivamente de leche materna. La Declaración de Innocenti (Italia, 1990) fija 10 pasos para una lactancia exitosa:

Conocer los beneficios que ofrece la lactancia materna y la forma de ponerla en práctica.

Dar el pecho durante la hora siguiente al alumbramiento.

No dar a los recién nacidos más que la leche materna, sin ningún otro alimento o bebida, a no ser que estén médicamente indicados.

Fomentar la lactancia materna durante las 24 horas del día.

No dar a los niños alimentados al pecho tetinas ni chupetes artificiales.

Las mamás se deben lavar sólo con agua, sin jabón. Debe evitarse el uso de cremas y lociones.

Colocar en forma correcta al bebé en el pecho, con el pezón y aréola dentro de su boca para evitar el dolor y las grietas.

Consultar al médico periódicamente a fin de una revisación para descartar patologías y agregar una ecografía mamaria.

El tiempo y la frecuencia del amamantamiento dependen de cada bebé y se recomienda la libre demanda.

Fomentar la creación de grupos de apoyo a la lactancia materna y procurar que las madres se pongan en contacto con ellos.