"Egipto está interesado en mantener la estabilidad y la seguridad del Líbano y lo apoya en la superación de las dificultades actuales", dijo el líder egipcio, citado por el servicio de prensa de la administración presidencial, en las negociaciones por el portavoz del Parlamento libanés, Nabih Berri.
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Al Sisi destacó la necesidad de evitar la escalada de la tensión religiosa y confesional y rechazó "cualquier intento de intervención en los asuntos internos del Líbano".
El 4 de noviembre Saad Hariri presentó su dimisión, atribuyendo su renuncia en particular al temor por su vida.
El político denunció que el clima en el Líbano se asemeja al que reinaba en 2005, cuando tuvo lugar el asesinato de su padre, Rafiq Hariri, y responsabilizó a Irán y al movimiento libanés Hizbulá de esa situación.
El político reiteró su rechazo al uso de armas por Hizbulá contra los pueblos libanés y sirio.
Hariri llevaba en el cargo del primer ministro desde diciembre de 2016.
Por su parte, el Mando del Ejército del Líbano afirmó que no se logró encontrar datos que confirmen la preparación de algún asesinato político en el país.
"El Mando del Ejército indica que, tras los resultados de las detenciones y investigaciones que realiza constantemente, así como basándose en los datos de que dispone, no fue revelado ningún plan que tuviera como objetivo de un intento de asesinato en el país", dice el comunicado del Mando, sin mencionar, sin embargo, a Hariri.
Comentario: Es interesante debido a lo súbito de la decisión. En declaraciones recogidas por la agencia AMN News, el ministro de exteriores iraní declaró que esta renuncia está diseñada para generar caos en la región, agregando que esto sólo le puede servir a Israel.
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