Traducido por el equipo de SOTT.net en español.

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No hay nada "excepcionalmente" malo sobre Donald Trump. Más bien, lo que él representa para el imperio es que las cosas sigan como siempre.

El fin de semana pasado, fui orador invitado, como de costumbre, en el festival How the Light Gets In, que normalmente se celebra en el pueblo de Hay-on-Wye, en la frontera entre Inglaterra y Gales, pero esta vez se celebró en las tierras liberales del norte de Londres. Yo represento al "noble salvaje" en este evento, el luchador de espada corta en medio de los mejores o más costosamente educados conocedores, casi exclusivamente casados con la ortodoxia neoliberal. Suelo ser más noble que un salvaje a pesar de ellos (más que nada, ¿dónde más comería un schnitzel vegano para el almuerzo?), pero en esta ocasión, la bestia salvaje se liberó.

La moción fue que la presidencia de Trump representa una "aberración", una interrupción del orden mundial "basado en reglas". A favor estaba la presidenta, Mary Ann Sieghart, una feminista dolorosamente liberal, una intelectual de primer orden, excelente escritora y pensadora, que ha sido miembro de la Junta de Contenidos de Radiodifusión de Ofcom. Por lo tanto, actualmente está contemplando la posibilidad de retirarme de la televisión y la radio.

Mary Ann Sieghart: Acabo de presidir un panel en el #HTLGIFestival en el que @georgegalloway elogió la política de Donald Trump sobre Corea del Norte. Interesante, ¿eh? #HTLGIFestival
También estaba a favor de la moción otro liberal de dolor de cabeza, mi compañero de debate, Mark Leonard, aunque no estaba a la altura de los estándares de la presidenta (siempre son dos contra uno cuando estoy involucrado, excepto durante algunos años en los que son tres contra uno).

En un momento dado (mientras me decía que hablara más bajo cuando hablaba de guerras que han matado, mutilado y destruido la vida de decenas de millones de personas - bueno, estábamos en Hampstead después de todo, y no es bueno asustar a los caballos), la presidenta me acusó de estar "apasionadamente en contra de un orden basado en las reglas". A decir verdad, yo estaba apasionadamente en contra de la ausencia de un orden basado en reglas y, lo que es peor, de la hipócrita pretensión de que existe, o que había existido hasta que apareció el vulgar Trump.

De hecho, no hay nada excepcional acerca de Donald Trump excepto quizás que, hasta ahora, ha matado a muchas menos personas que sus predecesores y mucho menos de lo que su rival Hillary Clinton lo habría hecho. Sin duda, las clases de Hampstead habrían servido el schnitzel vegano de todos modos.

Cuando se les desafía a "mostrarnos la carne" de este orden liberal, sus protagonistas no tienen otra opción que admitir que ha habido "infracciones" o, peor aún, "errores" cometidos por la ortodoxia dominante. Pero, ¿cuántos incumplimientos o errores se necesitan para invalidar la existencia de un supuesto "orden basado en reglas"? ¿Cuántos antes de que quede claro que es una cruel quimera?

Empecemos con lo que me hizo levantar la voz: Irak. ¿Qué reglas se siguieron en la invasión y ocupación de Irak? El Consejo de Seguridad de la ONU se negó a aceptar la invasión, así que George W. Bush y Tony Blair la hicieron de todos modos. Y mire las consecuencias, que no hace falta explicar aquí o en Hampstead. No sólo no se siguieron las reglas, sino que también se rompieron todas las reglas del código nacional.

La inteligencia fue tergiversada hasta el punto de hacerla irreconocible, las advertencias de los servicios de seguridad fueron ignoradas, se mintió al Parlamento y a la gente, se plantaron micrófonos en las Naciones Unidas, se usaron armas prohibidas, las potencias beligerantes trataron a los aliados no beligerantes como Francia con la misma grosería que la que vemos en cualquier tuit de Trump.

Sin embargo, aunque probablemente le darían la espalda a Bush (pero denles tiempo), Tony Blair encajaría cómodamente en el festival de ideas del fin de semana pasado si pudieran llegarle al precio.

¿Qué reglas se siguieron en la desventura de Obama en Libia, que ha convertido un estado disfuncional en un no-estado con mercados de esclavos negros y múltiples "gobiernos" que luchan sin cesar por el poder (y el dinero)?

Qué reglas se están siguiendo (mucho antes de Trump) en el Calvario de Siria, la crucifixión de toda una nación mediante la intervención ilegal a gran escala por parte de los bandidos europeos y norteamericanos más hábiles, que hablan en voz alta de un "orden basado en las reglas" al tiempo que introducen dinero, armas y campañas propagandísticas en la mochila de los asesinos masivos degolladores del EI [Estado Islámico], Al Qaeda y otros asesinos asociados... todo esto sin una pizca de aprobación legal.

¿Bajo qué reglas los mismos salvajes (que no tienen nada de noble, pues estamos hablando de Bill Clinton, aunque él sería un gran éxito en el festival) destruyeron Yugoslavia?

Éstas no fueron "aberraciones", sino que han sido la continuación del poder imperial basado en que "el poder lo hace correcto" ["might is right", en inglés -NdT]. Desde Vietnam hasta Camboya y Laos, Indonesia, Chile, Centroamérica, Irán y Suez en la década de 1950. Desde Patrice Lumumba, pasando por Salvador Allende, hasta los niños flagelados de hoy, Gran Bretaña y Estados Unidos han sido estados delincuentes, criminales internacionales para quienes las reglas son para las aves.

Es una realidad horrenda, que no se hace más bella al aplicar el lápiz labial liberal y permitir que la industria de los think-tanks se paseen por el escenario durante la temporada de festivales. Y lo seguiré diciendo, a veces en voz alta, ya sea en la televisión, en la radio, en festivales o no. Mientras Dios me dé aliento.
Sobre el autor

George Galloway fue miembro del Parlamento Británico durante casi 30 años. Presenta programas de radio y televisión (incluyendo RT). Es cineasta, escritor y orador de renombre. Siga a George Galloway en Patreon.com