A las 23:16 (hora local) del 30 de mayo, los detectores del proyecto SMART detectaron una bola de fuego que cruzó los cielos del noreste de España. Sobrevoló las provincias de Teruel y Zaragoza, aunque su gran luminosidad hizo que pudiese verse desde más de 400 kilómetros de distancia.
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El evento ha sido analizado por el investigador responsable del Proyecto SMART, el astrofísico José María Madiedo del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC). Este análisis ha permitido determinar que la roca que originó este fenómeno entró en la atmósfera a unos 79 mil km/h. La roca procedía de un asteroide.


El choque con la atmósfera a esta enorme velocidad hizo que esa roca se volviese incandescente, generándose así una bola de fuego que se inició a una altitud de unos 92 km sobre la zona centro de la provincia de Teruel. Desde allí avanzó en dirección noroeste, extinguiéndose a unos 45 km de altitud sobre el suroeste de la provincia de Zaragoza. La longitud total recorrida en la atmósfera por esta roca antes de desintegrarse por completo fue de unos 79 km.

Esta bola de fuego ha sido registrada por los detectores del proyecto SMART desde los observatorios astronómicos de Calar Alto (Almería), La Hita (Toledo) y La Sagra (Granada). Estos detectores operan en el marco de la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (SWEMN), que tiene como objetivo monitorizar continuamente el cielo con el fin de registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.