La revista científica internacional The Lancet publicó los resultados de las dos primeras etapas de los ensayos clínicos de la vacuna rusa Sputnik V contra el COVID-19. Los expertos extranjeros estudiaron los datos y evaluaron los resultados desde el punto de vista de la eficacia y la seguridad del fármaco.

Russian vaccine
© MINISTRY OF HEALTH OF THE RUSSIAN FEDERATION
Una de las revistas más influyentes del mundo The Lancet publicó los resultados de las dos primeras fases de los ensayos clínicos tan esperados por los representantes de la comunidad científica rusa e internacional el pasado 4 de septiembre.

"Los ensayos clínicos de la vacuna rusa Sputnik V mostraron resultados impresionantes reconocidos por la comunidad médica internacional. Se demostró que la vacuna es segura y eficaz sin efectos secundarios graves", comentó Nadey Hakim, vicepresidente de la Cruz Roja Británica y profesor de la Escuela Imperial de Londres.

El especialista británico observó que la vacuna rusa "utiliza una plataforma probada basada en los vectores adenovirales humanos, que es actualmente el mecanismo más seguro para introducir el código genético de la espiga viral en el cuerpo humano".

"Este enfoque ha sido cuidadosamente estudiado no solo en Rusia, sino también en el extranjero. Rusia tiene una larga y exitosa experiencia en el desarrollo de vacunas y sigue siendo un líder mundial en este campo. Esperamos que la vacuna esté pronto disponible en todo el mundo para ayudar a detener una devastadora pandemia y permitir que las personas vuelvan a la vida normal", subrayó Nadey Hakim.

El profesor Muhamad Munir, virólogo molecular de la Universidad de Lancaster, señaló, a su vez, que los datos publicados en The Lancet muestran "una seguridad aceptable" y "una alta inmunogenicidad" de la Sputnik V.

Al mismo tiempo, el experto indicó que la vacuna "posee características que hacen que sea prometedora", en particular, la idea de utilizar dos adenovirus diferentes como vector, según Munir, "supera a muchas vacunas avanzadas".

"Por regla general, el sistema inmunológico percibe las proteínas vectorales como un antígeno similar a la proteína S del SARS-CoV-2, por lo que también surge una respuesta inmunológica contra estas proteínas. Si las personas son reinmunizadas (en forma de una segunda dosis o de una vacuna repetida), la inmunidad preexistente puede afectar la eficacia de la segunda dosis de la vacuna. Usando un vector de otro tipo, como en la Sputnik V, se evita este problema. Por lo tanto, el comienzo es muy positivo", comentó Muhamad Munir.

Por su parte, Ian Jones, profesor de virología en la Universidad de Reading, observó que la investigación, publicada en The Lancet, confirma lo que se había reconocido antes: los vectores adenovirales son generalmente seguros y provocan una respuesta inmunológica a la proteína Sars-CoV-2.

"Aunque su número es relativamente pequeño, el uso de vectores de dos serotipos diferentes parece garantizar buenos niveles de anticuerpos neutralizantes y de actividad de las células T", dijo el profesor.

El pasado 11 de agosto Rusia registró oficialmente su primera vacuna contra el COVID-19 Sputnik V, desarrollada por el Centro de Epidemiología y Microbiología Gamaleya.

Se trata de una autorización especial: la vacuna se puede administrar solo a las personas de los grupos de riesgo y bajo un control estricto.