Traducido por el equipo de Sott.net en español

En febrero, el gurú del Covid de Estados Unidos, Anthony Fauci, predijo que el virus sería "similar a una gripe grave" y que por lo tanto mataría a alrededor del 0,1 por ciento de las personas. Entonces las predicciones de la tasa de mortalidad se mezclaron de alguna manera para hacer que pareciera diez veces peor.

Cuando se quita todo lo demás, la razón del confinamiento viene de una sola cifra: el uno por ciento. Esta fue la predicción de que el Covid, si se dejaba sin control, mataría a alrededor del uno por ciento de todos nosotros.
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© Getty Images / Octavio Jones
Probablemente usted piense que ese porcentaje no es enorme, pero el uno por ciento de la población del mundo es de 70 millones de personas; y eso es mucho. Significaría 3,2 millones de estadounidenses muertos y 670.000 británicos.

¿Pero de dónde viene esta cifra del uno por ciento? Puede ser difícil de creer, pero esta cifra surgió por error. Es algo muy importante como para cometer un error, pero eso es lo que pasó.

Esas cosas ocurren. El 23 de septiembre de 1998, la NASA perdió permanentemente el contacto con el Orbitador Climático de Marte. Se suponía que iba a dar vueltas y vueltas por el planeta mirando el clima, pero en vez de eso se estrelló contra Marte a 5.000 millas por hora aproximadamente, explotando en pequeños fragmentos. No midió el clima; se convirtió en el clima... por unos pocos segundos.

Más tarde, una investigación encontró que el desastre ocurrió porque los ingenieros habían usado las unidades equivocadas. No convirtieron los segundos de libra en segundos de Newton al hacer sus cálculos. Sistema imperial, no métrico. Esto, recuerde, fue cosa de la NASA. Una organización que no está completamente llena de idiotas.

Ahora, usted y yo probablemente no tengamos ni idea de la diferencia entre una segundo de libra y un segundo de Newton (es 0.67; lo busqué). Pero uno esperaría que la NASA lo supiera. De hecho, estoy seguro de que lo saben, pero no se dieron cuenta, así que las cifras salieron mal. El error inicial se cometió, y fue añadido a las cifras.

¡Pum!

Con el Covid, ocurrió un error similar. Un tipo de tasa de mortalidad fue sustituido por otro. La tasa errónea se usó para predecir la tasa de mortalidad probable... y, como en la NASA, nadie se dio cuenta del error.

Para entender lo que pasó, hay que entender la diferencia entre dos términos médicos que suenan igual, pero que son completamente diferentes. Algo así como el caso de un segundo de libra o un segundo de Newton.

¿Qué tasa de mortalidad, dijo usted?

Primero tenemos la tasa de letalidad por caso infectado (IFR, por sus siglas en inglés). Es el número total de personas que se infectan por una enfermedad y el número de ellos que mueren. Esta cifra incluye a los que no tienen ningún síntoma, o sólo síntomas muy leves; los que se quedaron en casa, tosieron un poco y vieron "Outbreak" en la televisión.

En segundo lugar está la tasa de letalidad por caso confirmado (CFR, por sus siglas en inglés). Este es el número de personas que sufren síntomas graves, que probablemente están lo suficientemente enfermas como para estar en el hospital. Claramente, las personas que están seriamente enfermas (los "casos confirmados") van a tener una tasa de mortalidad más alta que los infectados, muchos de los cuales no tienen síntomas. En pocas palabras: todos los casos confirmados son infecciones, pero no todas las infecciones son casos confirmados.

Lo que significa que la CFR siempre será mucho más alta que la IFR. En el caso de la gripe, la CFR es unas diez veces más alta que la IFR. El Covid parece tener una proporción similar.

Ahora, claramente, nadie querría confundir estas cifras. Al hacerlo, o bien sobreestimaría o subestimaría el impacto del Covid. Pero mezclar esas cifras fue lo que hicieron.

El error comenzó en Estados Unidos, pero no terminó allí. En el ámbito de la salud, EE.UU. es el perro que mueve la cola. Las cifras que se determinan se utilizan a nivel mundial.

El 28 de febrero de 2020, el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) escribieron un editorial. Publicado en el New England Journal of Medicine, el editorial decía: "... las consecuencias clínicas generales por el Covid-19 pueden en última instancia ser más parecidas a las de una gripe estacional grave".

Añadieron que la gripe tiene una tasa de letalidad por caso confirmado (CFR) de aproximadamente el 0,1 por ciento. Una persona de cada mil que se enferma gravemente, muere.

Pero esa tasa de CFR por gripe era diez veces más baja; en realidad quisieron decir que la tasa de letalidad por caso infectado (IFR) de la gripe era del 0,1 por ciento. Este fue su error fatal, literalmente.


Comentario: Una mente más escéptica podría pensar que esto no fue un mero error, sino un acto deliberado.


El error fue agravado. El 11 de marzo, los mismos expertos testificaron ante el Congreso y declararon que la tasa de mortalidad por caso de Covid era probablemente de alrededor del uno por ciento, por lo que una persona moriría por cien que se enfermaran gravemente. Lo cual, con el paso del tiempo, ha demostrado ser bastante exacto.

En esta reunión, compararon el probable impacto del Covid con la gripe. Pero usaron la CFR equivocada para la gripe, la que se declaró en el editorial anterior del NEJM. 0,1 por ciento, o uno entre mil. Porcentaje que era diez veces más bajo.

Gripe 1.000 - Covid 10.000

Por lo tanto, emparejaron el uno por ciento del CFR del Covid con el 0,1 por ciento incorrecto del CFR de la gripe. De repente, el Covid iba a ser diez veces más mortal.

Si la gripe mataba a 50, el Covid iba a matar a 500. Si la gripe mataba a un millón, el Covid iba a alcanzar los 10 millones. No es de extrañar que el Congreso, y luego el mundo, entraran en pánico. Porque se les dijo que el Covid iba a ser diez veces peor que la gripe. Podrían ver tres millones de muertes sólo en EE.UU., y 70 millones en todo el mundo.

No espero que ni usted ni yo hagamos bien este tipo de cosas. Pero esperaría que los expertos sí. No fue así. Confundieron su IFR y CFR y multiplicaron el probable impacto del Covid por un factor de diez.

Esto es lo que dice el documento "Lecciones de salud pública aprendidas de los sesgos en la sobreestimación de la mortalidad por coronavirus": "El 11 de marzo de 2020, [...] con base a los datos disponibles en ese momento, el Congreso fue informado de que la tasa de mortalidad estimada por coronavirus era diez veces mayor que la de la gripe estacional, lo que ayudó a lanzar una campaña de distanciamiento social, de cierre de organizaciones y empresas y de órdenes de cuarentena en el lugar".

El 28 de febrero se estimó que el Covid iba a tener más o menos el mismo impacto que una mala temporada de gripe, lo que es casi seguro correcto. Once días después, el mismo grupo de expertos predijo que la tasa de mortalidad iba a ser diez veces más alta. Esto fue horriblemente catastrófico, tan malo como estrellarse contra Marte a 5.000 millas por hora.

Entran a escena los Modelistas Locos del confinamiento

En el Reino Unido, el grupo al que llamo los Modelistas Locos del confinamiento, los expertos del Colegio Imperial, crearon el mismo pánico. El 16 de marzo, usaron una IFR estimada de 0.9 por ciento para predecir que, sin el cierre, el Covid mataría a alrededor de 500.000 en el Reino Unido.

¿Es esta predicción más o menos acertada?

Hasta ahora, el Reino Unido ha tenido alrededor de 40.000 muertes de Covid. Significativamente menos del 0,1 por ciento, pero no tan lejos. Por supuesto, la gente dirá... "Tuvimos un bloqueo... sin él muchos más habrían muerto. La mayoría de la gente no se ha infectado..." etc.

Para responder a esto, necesitamos saber la verdadera IFR. ¿Es un 0,1 por ciento, o un uno por ciento? Si es un uno por ciento, nos quedan por ver más de 400.000 muertes. Si es del 0,1 por ciento, esta epidemia ha llegado a su fin. Al menos para este año.

Con la gripe porcina, recuerden que la IFR comenzó en alrededor del dos por ciento. Al final, fue de 0,02 por ciento, lo que fue cinco veces más baja que la estimación más baja durante el brote. Cuantas más pruebas se hagan, más baja será la IFR.

Entonces, ¿dónde podemos buscar para obtener las cifras actuales de la IFR? El mejor lugar para buscar es en el país que ha hecho más pruebas a más personas que en cualquier otro lugar proporcionalmente a su población: Islandia.

Hasta la semana pasada, la IFR de Islandia se situaba en el 0,16%. No puede subir desde allí. Sólo puede bajar. La gente no puede empezar a morir de una enfermedad que no tiene.

Esto significa que probablemente terminaremos con una IFR de alrededor del 0,1 por ciento, tal vez menos. No el 0,02 por ciento de la gripe porcina; en algún lugar entre los dos, tal vez. En resumen, la profecía del 0,1 por ciento ha demostrado ser muy acertada.

Lo que significa que ya hemos visto todas las muertes que íbamos a ver. Y lo que también significa que el confinamiento no logró casi nada con respecto al Covid. No se evitó ninguna muerte.

Mutilado más allá de lo reconocible

Sí, estamos probando y probando, y encontrando más de los supuestos casos. Como usted quiera. Pero los hospitales y las Unidades de Cuidado Intensivo están virtualmente vacíos. Ya casi nadie muere de Covid, y la mayoría de los que mueren estaban muy enfermos.

En lugar de celebrar eso, hemos creado artificialmente algo nuevo con lo que asustarnos. Ahora llamamos a una prueba positiva un "caso" de Covid. Esto no es medicina. Un "caso" es alguien que tiene síntomas. Un caso no es alguien que lleva pequeñas cantidades de virus en su nariz.

Ahora, sin embargo, das positivo, y eres un "caso". Nunca en la historia la terminología médica ha sido tan maltratada. Nunca han sido las estadísticas tan maltratadas.

Cuando los investigadores miren atrás a esta pandemia, no tendrán ni idea de quién murió a causa del Covid, o quién murió, coincidentemente, con él. Todo ha sido mezclado en un esfuerzo decidido por hacer que el virus parezca tan mortal como sea posible.

El bloqueo ocurrió porque nos dijeron que el Covid podía matar al uno por ciento. Pero el Covid nunca iba a matar a más del 0,1 por ciento, como máximo.

Esa es la cifra estimada en febrero, por los principales actores de la epidemiología viral. Una cifra que ha resultado ser notablemente precisa. Unos chicos brillantes... un error muy grave.

Hemos matado a decenas de miles por nada


Pero como nos entró el pánico, hemos aumentado enormemente el número de víctimas. El exceso de mortalidad entre marzo y mayo fue de alrededor de 70.000, no los 40.000 que murieron de/con Covid. Lo que significa que 30.000 pueden haber muerto directamente como resultado de las acciones que tomamos.

Protegimos a los jóvenes, a los niños, que tiene un riesgo nulo del Covid. Pero traicionamos a nuestros ancianos y a las personas vulnerables. El mismo grupo que debería haber sido protegido. En cambio, causamos 20.000 muertes en exceso en los asilos.

Era la política del gobierno limpiar los hospitales y llenar los asilos con pacientes que tenían Covid, o darles de alta en sus propias casas, para infectar a sus más cercanos y queridos. O a cualquier personal de cuidado de la comunidad que los visitara.

Lanzamos, para usar la ridícula frase del Secretario de Salud Matt Hancock, un anillo de acero alrededor de los asilos. Resultó que no era para protegerlos, sino para atrapar a los residentes, ya que convertimos sus edificios en incubadoras del Covid. Cualquiera que trabaje en asilos, como yo, sabe por qué tenemos 20.000 muertes en exceso. La política del gobierno hizo esto.

Eso está lejos de ser todo el daño. Además de las casas de cuidado, la ONS estima que 16.000 muertes en exceso fueron causadas por el bloqueo. Los ataques cardíacos y las apoplejías que no fueron tratados. En las unidades de emergencias y los hospitales vacíos se podía escuchar el eco. Los tratamientos contra el cáncer se detuvieron por completo.

Lo que significa que al menos tantas personas han muerto como resultado de las acciones draconianas tomadas para combatir al Covid, como las que han muerto por el propio virus. Esta ha sido una estampida a cámara lenta, donde los ancianos, en particular, fueron pisoteados hasta la muerte.

Nos encerramos en el miedo. Matamos a decenas de miles de personas innecesariamente, por miedo. Paralizamos la economía, y dejamos a millones de personas con miedo por sus trabajos. Hemos dejado atrapados a mujeres y niños maltratados en casa con sus agresores. Hemos eliminado decenas de empresas y aplastado industrias enteras.

Hemos eliminado el Servicio Nacional de Salud y dejado a millones de personas, con dolor y sufrimiento prolongados, en listas de espera cada vez más largas, que se han duplicado. También se han retrasado decenas de miles de diagnósticos de cáncer, cuyos efectos aún no se han visto, pero The Lancet ha estimado que se perderán al menos sesenta mil años de vida.

El encierro puede ser visto como un completo y total desastre. Y todo se basó en una tontería, la afirmación de que el Covid iba a matar al uno por ciento. Una afirmación que ahora puede ser vista como total y completamente equivocada. Suecia, que no se cerró, ha tenido una tasa de mortalidad del 0,0058 por ciento.

Se necesita una gran persona para admitir que ha cometido un horrible y terrible error. Pero se ha cometido un horrible y terrible error. Terminemos con esta ridícula tontería ahora. Y prometamos no dejar que tal estupidez monumental ocurra nunca más.
Por Malcolm Kendrick, doctor y autor que trabaja como médico generalista en el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra. Su blog puede leerse aquí y su libro, 'Doctoring Data - How to Sort Out Medical Advice from Medical Nonsense,' está disponible aquí.