Traducido por el equipo de SOTT.net en español

La Llanura de las Tinajas es un paisaje arqueológico megalítico atribuido a la última Edad de Hierro del Sudeste Asiático, entre el 500 a.C. y el 500 d.C., que consiste en miles de grandes tinajas de piedra colocadas en colinas dentro de la llanura central de la meseta de Xiangkhoang, en Laos.
Plain Jars Laos
© Jakub Hałun – CC BY-SA 4.0
Según la leyenda local laosiana, las tinajas fueron creadas por una raza de gigantes tras obtener una gran victoria en la batalla. Los gigantes utilizaron las tinajas para elaborar y almacenar lau hai, que se traduce vagamente como "vino de arroz" o "cerveza de arroz".

Se han identificado hasta 120 yacimientos de tinajas, cada uno de los cuales contiene tinajas de piedra talladas en piedra arenisca, granito, conglomerado, piedra caliza o brecha en canteras cercanas o en cantos rodados extraídos de los lechos de los ríos.

Las tinajas, de forma cilíndrica, tienen un borde que sirve de soporte a la tapa, y su altura oscila entre uno y más de tres metros, con un peso de hasta 14 toneladas. Se han registrado muy pocos ejemplos de tapas de piedra, lo que sugiere que lo más probable es que las jarras estuvieran tapadas con material perecedero.

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© Jakub Hałun – CC BY-SA 4.0
La función de las tinajas sigue siendo objeto de debate, ya que algunos arqueólogos sugieren que se trataba de recipientes mortuorios prehistóricos, lo que resulta evidente por el hallazgo de restos humanos, ajuares funerarios y cerámica alrededor de las tinajas.

Otra teoría propone que las tinajas se utilizaban como recipientes de destilación, en cuyo interior se colocaba un cuerpo y se dejaba que se descompusiera, que luego se retiraba para permitir la cremación o el nuevo entierro de los restos óseos.
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© Jakub Hałun – CC BY-SA 4.0
En las prácticas funerarias contemporáneas seguidas por la realeza tailandesa, camboyana y laosiana, el cadáver del difunto se introduce en una urna durante las primeras fases de los ritos funerarios, momento en el que se cree que el alma del difunto está sufriendo una transformación gradual del mundo terrenal al espiritual. La descomposición ritual es seguida posteriormente por la cremación y un segundo entierro.

El 6 de julio de 2019, la Llanura de las Tinajas fue inscrita como sitio Patrimonio Mundial de la UNESCO.