Traducido por el equipo de SOTT.net en español

Son los tiranos que impulsan la evolución del cosmos. Agujeros negros tan grandes, tan poderosos, que la energía derramada por sus capas arremolinadas puede definir el paisaje de guarderías y cementerios de estrellas en la galaxia que los rodea.
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© Gabriel Pérez Díaz, SMM/IAC and Dylan Nelson/Illustris-TNGGalaxias satélites alrededor de una galaxia central.
Incluso con masas equivalentes a las de miles de millones de soles, estos objetos gigantescos siguen siendo meros puntitos en el vasto núcleo galáctico, por lo que resulta aún más sorprendente el reciente descubrimiento de hasta dónde puede llegar su poder.

Un equipo de astrónomos y astrofísicos de varias partes del mundo ha descubierto indicios de que los agujeros negros supermasivos situados en el corazón de muchas galaxias no sólo afectan a la distribución de las estrellas en su entorno inmediato, sino que también dan forma a las de las galaxias cercanas.

Al analizar los datos de archivo de casi 125.000 galaxias satélite que rodean decenas de miles de masas más pesadas, el equipo identificó un vínculo entre el número de estrellas nuevas que nacen en un cúmulo en órbita y su posición.

"Sorprendentemente, descubrimos que las galaxias satélite formaban más o menos estrellas dependiendo de su orientación con respecto a la galaxia central", afirma la astrónoma Annalisa Pillepich, del Instituto Max Planck de Astronomía.

En los últimos años ha quedado cada vez más claro que la violencia que se desata en los núcleos atestados de galaxias enormes es más que capaz de esculpir el paisaje cósmico en zonas de hambruna y festín.

El polvo y el gas arrastrados a los pozos de gravedad extrema de objetos como los agujeros negros supermasivos no sólo brillan con una intensa radiación, sino que se reducen a un borrón de plasma de alta velocidad que genera campos magnéticos, lanzando a su vez partículas a velocidades demenciales.

Estos vientos de plasma y luz tienen dos efectos aparentemente contradictorios.

Pueden barrer regiones enteras del espacio para eliminar el material que, de otro modo, podría colapsar en nuevas estrellas, en un fenómeno conocido como apagado. O pueden proporcionar el empuje necesario para amontonar material en nubes lo suficientemente densas como para agruparse en soles nacientes.

Mientras los astrónomos siguen averiguando los procesos que determinan el destino de las galaxias individuales, Pillepich y sus colegas decidieron mirar más allá. Se basaron en el producto de un proyecto llamado Illustris-TNG, que modela varios procesos físicos para simular la formación de galaxias.

Las comparaciones entre la simulación y las galaxias reales que se arremolinan bajo la atracción de la materia oscura corroboraron la idea de que el efecto de apagado del núcleo de una galaxia podía llegar muy lejos.

Las satélites situadas a lo largo del eje menor de la galaxia central -el radio más corto de una elipse- parecían ser más fértiles que las encontradas en otros lugares.

"Al igual que las observaciones, la simulación de Illustris-TNG muestra una clara modulación de la tasa de formación estelar en las galaxias satélite en función de su posición con respecto a la galaxia central", afirma Pillepich.

A primera vista, los resultados no tienen mucho sentido. Sin menos "cosas" que empujar, más radiación y partículas deberían, en teoría, escapar a lo largo del eje menor, apagando efectivamente cualquier vela estelar mientras las galaxias satélites se deslizan.

Sin embargo, los investigadores sostienen que, lejos de ser contradictorio, este viento galáctico debería crear burbujas de baja densidad en el espacio circundante, una hipótesis respaldada por la simulación de Illustris-TNG. Las burbujas difusas podrían proteger a las galaxias en órbita de los efectos de apagado, permitiéndoles florecer con estrellas-bebé donde otras se desvanecen.

También existe una posibilidad alternativa que no se puede descartar.

"De hecho, no podemos excluir un escenario diferente, en el que la actividad de formación estelar de las satélites se vea potenciada en lugar de suprimirse su apagado", escriben los investigadores en su informe.

El ajuste de las simulaciones con mejores datos y la recopilación de más observaciones podrían revelar cuál de estas explicaciones -si es que alguna de ellas- explica mejor el auge o la caída de las familias galácticas gobernadas por sus tiránicos señores.

Esta investigación se publicó en Nature.