Desde que Joe Biden asumió el cargo en enero, más de 20 diplomáticos estadounidenses en Viena han reportado síntomas parecidos al llamado 'síndrome de La Habana', detectado por primera vez en 2016 por los empleados de la embajada del país norteamericano en la capital de Cuba.
Vienna
© CC BY-SA 3.0 / Bwag / US-Botschaft Wien
Ahora, para determinar las posibles causas de lo ocurrido, EEUU y Austria iniciaron una investigación conjunta del incidente.
"En coordinación con nuestros socios del Gobierno de EEUU, estamos investigando concienzudamente los informes de posibles incidentes médicos sin explicación entre la comunidad de nuestra embajada en Viena", informa el Departamento de Estado.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Austria, citado por Reuters, afirma "estar trabajando con las autoridades estadounidenses para llegar al fondo de esto".

"La seguridad de los diplomáticos destinados en Viena y de sus familias es de suma importancia para nosotros", subraya.

Si bien la dolencia todavía no tiene explicación, algunos investigadores sugieren que podría ser causada por radiación de microondas guiada. Cuba niega que esté implicada.

Las víctimas suelen sentir mareos, pérdida del equilibrio, pérdida de la audición, ansiedad y mente nublada. También escuchan ruidos extraños que perciben como vibraciones o presión.

En julio de 2019, se llevó a cabo un estudio durante el cual los investigadores compararon las tomografías de 40 diplomáticos afectados con las de personas sanas que nunca estuvieron en La Habana. Llegaron a la conclusión de que tenían menos materia blanca en sus cerebros — era de tan solo 542,22 centímetros cúbicos en promedio frente a los 569,61 centímetros cúbicos del grupo de control — , algo que calificaron de "desconcertante". También descubrieron patrones únicos en los tejidos que conectan distintas partes del cerebro.

"Es muy extraño, es un verdadero misterio médico", afirmó en ese entonces la principal autora del estudio, Ragini Verma, de la Universidad de Pensilvania.

Los pacientes no tenían lesiones en el cráneo, como si fuera una "conmoción cerebral sin conmoción", tal y como lo definió una fuente anónima familiarizada con el asunto y citada por New Yorker.

Por su parte, la Unidad de Análisis de Conducta del FBI lanzó su propia investigación pero no logró encontrar evidencias de que fuera un ataque. Los expertos sugieren que es "una enfermedad psicológica masiva", un fenómeno que suele ocurrir cuando un grupo de personas comienza a sentirse mal luego de darse cuenta de que ha sido expuesto a algo peligroso.

No obstante, se sabe que las víctimas no se conocían. También cabe señalar que los incidentes de este tipo — incluidos los casos individuales — no solo ocurrieron en Cuba, sino en distintos rincones del mundo, desde Colombia, China y Uzbekistán hasta Londres y Moscú. Una de las víctimas incluso sintió los síntomas fuera de su casa en Virginia.

El síndrome de La Habana se detectó por primera vez en 2016 en la embajada de EEUU en Cuba. En 2018, las autoridades norteamericanas crearon un grupo de trabajo para coordinar la respuesta a estos incidentes. Desde marzo de 2021 lo preside la embajadora Pamela Spartlen. Y en junio de 2021, el Senado adoptó una ley de asistencia financiera a las víctimas del síndrome.

"El personal estadounidense que sufrió estos ataques mientras prestaba servicio a nuestro país debería ser tratado de la misma manera que trataríamos a un soldado que sufrió una lesión en el campo de batalla", exigió la senadora Susan Collins.

En el pasado Viena fue un centro de espionaje, especialmente durante la Guerra Fría. La capital de Austria es la sede de varias agencias de la ONU y de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, por lo que países como EEUU y Rusia tienen allí una gran presencia diplomática y hasta tres embajadores.