Traducido en español por el equipo de Sott.net

Los confines del Sistema Solar constituyen un lugar extraño y misterioso. Más allá de la órbita de Neptuno, donde hace frío y está oscuro, un enjambre de objetos helados llamado Cinturón de Kuiper orbita alrededor del Sol, que se cree que no ha cambiado prácticamente nada desde el nacimiento del Sistema Solar.
Large Kuiper Belt objects
© Mark Garlick/Science Photo Library/Getty ImagesImpresión artística de un gran objeto del Cinturón de Kuiper.
Al ser tan oscuro y lejano, y los objetos tan pequeños, es difícil para los astrónomos discernir qué hay exactamente ahí fuera. Por ello, los resultados de una búsqueda reciente son maravillosos. Utilizando los datos del Dark Energy Survey, los astrónomos han identificado 815 objetos trans-neptunianos (TNO), de los cuales 461 son recién descubiertos.

Se trata de un aumento significativo de los aproximadamente 3.000 TNO conocidos en el Sistema Solar exterior, información que podría ayudarnos a modelar mejor cómo se formó el Sistema Solar, y tal vez incluso a buscar el elusivo Planeta Nueve.

El nuevo catálogo se ha presentado para su publicación y está disponible en el servidor de preimpresiones arXiv.

"Este catálogo tiene 817 objetos confirmados (461 descubiertos por primera vez en este trabajo)", escribieron los investigadores en su artículo.

"Este es el segundo mayor catálogo de TNO de un solo sondeo hasta la fecha, así como el mayor catálogo con fotometría multibanda".

El Dark Energy Survey no se propuso buscar los TNO. Se llevó a cabo entre agosto de 2013 y enero de 2019, recogiendo 575 noches de datos en infrarrojo e infrarrojo cercano en el cielo austral. El objetivo era estudiar una serie de objetos y fenómenos, como supernovas y cúmulos de galaxias, para intentar calcular la aceleración de la expansión del Universo, que se cree que está influenciada por la energía oscura.

Pero el alto grado de profundidad, amplitud y precisión del estudio resultó ser muy bueno para buscar objetos en el Sistema Solar lejano, más allá de la órbita de Neptuno, a unas 30 unidades astronómicas.

El año pasado, los astrónomos analizaron esos datos para encontrar más de 100 nuevos planetas menores, una categoría que incluye todo lo que no es un cometa o un planeta, básicamente.

El nuevo trabajo, realizado por el mismo equipo y utilizando una línea de detección mejorada, añade 461 más. Los investigadores también realizaron simulaciones de detección de TNO, para comparar con sus resultados y ver si sus técnicas eran precisas.

Esta región del espacio es fascinante. Al haber muy poco que perturbe sus órbitas, los astrónomos creen que los TNO conservan rastros de la dinámica del Sistema Solar primitivo. Según los modelos actuales, en esa época los planetas se formaban y se desplazaban, por lo que el sistema habría tenido un aspecto muy diferente al actual.

A medida que los planetas gigantes maniobraron hasta sus órbitas actuales, sus interacciones gravitatorias influyeron en las órbitas de los TNO. Estas órbitas resultantes pueden estudiarse para reconstruir los acontecimientos que las hicieron ser así; como los grupos de TNO pueden tener órbitas muy diferentes, cuantos más encontremos, más precisa será la reconstrucción.

Además, las órbitas de un subconjunto de TNO son realmente extrañas. Son los llamados TNO extremos, con una distancia orbital media (o semieje mayor) superior a 150 unidades astronómicas. Algunos astrónomos creen que los TNO extremos son la prueba de que hay algo que está causando un alboroto gravitacional ahí fuera: el hipotético Planeta Nueve.

No hemos encontrado muchos de estos objetos, por lo que cada nuevo añade un punto de datos adicional que podría ayudar a encontrar o descartar la existencia del Planeta Nueve". El nuevo catálogo añade otros nueve TNO extremos a la mezcla, cuatro de los cuales tienen semiejes mayores de 230 unidades astronómicas.

Los investigadores también encontraron varios objetos con resonancias orbitales con Neptuno, que es cuando los cuerpos tienen períodos orbitales con una relación simple; cuatro nuevos troyanos de Neptuno, o asteroides que comparten la órbita del planeta en puntos lagrangianos gravitacionalmente estables; un gran cometa llamado C/2014 UN271 (Bernardinelli-Bernstein) en un viaje hacia el interior del Sol (aunque sólo llegará hasta Saturno antes de volver a salir); y un notable objeto "desprendido", llamado así porque su órbita no está influenciada por Neptuno, con un ángulo orbital extraordinariamente alto respecto al plano del Sistema Solar.

Toda esta nueva información, según los investigadores, representa un aumento significativo en nuestra comprensión del Sistema Solar exterior. Hasta ahora, los datos del Dark Energy Survey han aportado alrededor del 20 por ciento de todos los TNO conocidos, lo que es bastante grande.

"Estos serán valiosos para realizar más pruebas estadísticas detalladas de los modelos de formación para la región transneptuniana", escribieron los investigadores.

El documento se ha presentado a la AAS, y está disponible en arXiv.